Capítulo 15

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Cerré la puerta y después de mirarme se fue de allí. Anduve hasta llegar a la cada de Jack, allí se encontraba mi hermano y el suyo.

- Hola Jackie.

- Odio que me llames así.

- Sabes que es mentira.- sonreí y me acerqué a su hermano.- Hola Max.

- Hola Thalia.- me sonrió y se levantó de un salto de la silla.- ¿Cuándo empezamos?

Sonreí e hice brillar mis ojos de ese color rojo que tanto me encanta. Gruñí y en sus ojos se fue notando el amarillo, gruñéndome se fue fuera de casa y yo le seguí.

Sacó sus pequeñas garras y volvió a gruñir y yo hice lo mismo. Jack y Ted miraban la escena, iba a entrenarle a controlar su instinto de matar incluso a su alfa. Fue hacia mí y le esquivé moviéndome a un lado. Volvió de nuevo y una vez cerca saltó hacia mí, volví a esquivarle de la misma manera y puse mi mano en su espalda mientras estaba boca abajo.

Gruñó y quité la mano. Se levantó rápido e intentó arañarme, paré su brazo y lo empujé hacia atrás. De nuevo hizo el mismo ataque y para motivarle arañé, sin causarle mucho daño, su costado.

- Cuidado, no hace falta que os matéis.- dijo Ted.

Los ojos de Max brillaron con fuerza y gruñó de nuevo enseñando sus colmillos. Corrió hacia mí e intenté esquivarlo, supo mi movimiento y me hizo caer. Saltó encima de mí y levantó su mano para atacar, lo paré a pocos milímetros de mi rostro y gruñí como reproche.

Lo tiré hacia un lado y me levanté. Si quería jugar fuerte, jugaremos fuerte. Lanzó de nuevo sus garras cortando el viento y le frené, después le di un golpe en su nariz quebrándosela.

Enfadado, se recolocó el tabique y rugió. Yo gruñí fuerte y fue hacia mí, arañándome de los hombros hacia abajo. Me lo quité de encima y lo tiré al suelo boca arriba. Iba a levantarse, pero coloqué mi mano en su cuello, sabiendo que se ahogaría si me quería atacar.

Ted y Jack se acercaron preocupados y yo les paré con la otra mano. Max estiró sus brazos para intentar llegar a mí y arañarme, pero apreté su cuello tirando su cabeza hacia atrás. Gruñó y volvió a intentar atacarme, yo apreté más fuerte.

- Thalia.- avisó Ted- Le harás daño.

- Max, si quieres atacarme, hazlo, pero a ti te dolerá más.- susurré y gruñó- Cada vez que intentes usar tu instinto de depredador, apretaré más y más, hasta romperte el cuello.

Gruñó de nuevo y me miró a los ojos apretando sus labios fuertemente. Después de ver que iba en serio apretando un poco más paró. Solté poco a poco su cuello, pero vi que no sería tan fácil, es más, lo sabía. Gruñó enseñando sus pequeños colmillos y arañó mi mejilla. Jack y Ted se acercaron.

Volví a colocar mi mano en su cuello y empujé hacia atrás con fuerza, dañándole la espalda. Intentó rugir, pero entonces me adelanté y rugí con fuerza cerca de su rostro. Me miró serio y quieto durante segundos después del rugido y asintió. Su instinto había desaparecido.

- Cada vez que sientas el querer matar, recuerda mi mano agarrando tu cuello, te parará.

- ¿Cómo?- preguntó tocándose el cuello.

- Lo psicológico funciona, hazme caso.- sonreí y me levanté.- Estamos bien.

- Tu mejilla tiene un corte.- dijo Jack junto nosotros.

- Sanará- sonreí y ayudé a levantarse a Max- ¿Cuánto queda para el eclipse?

- Una hora.- dijo Ted.

- Entrenemos, hay que estar preparados para esa manada.

Los tres asintieron con la cabeza y yo me puse a pelear con Jack. Tenía más fuerza que yo, pero yo usaba más la lógica averiguando cada movimiento. Se parecía tanto a su padre, el cual fue en busca del asesino del mío y acabó igual. Siempre decía que era nuestra culpa, al fin y al cabo fue el asesinato de mi padre quien dio lugar al del suyo. Tenía sus mismas facciones, era el lobo más guapo de la manada.

Era moreno y con ojos azules, además de tener labios carnosos. Era más alto que yo y se notaban siempre sus músculos con cualquier camiseta que se pusiera. En cambio, Ted era pelirrojo y de ojos verdes, con labios finos y un poco más alto que yo y no era nada musculoso. Eran mejores amigos y muy distintos, a Jack le gusta la lucha y a Ted le gusta divertirse.

Sentí el eclipse en la punta de los dedos y en mi mandíbula y creo que los demás también, porque pararon de luchar para sentarse y relajarse. El cosquilleo se extendía de nuevo hasta llegar a todas las partes de mi cuerpo. Me levanté del suelo junto a los demás y empezamos a andar por el bosque mientras se acercaba el eclipse.

Llegamos a la madriguera cuando solo había algunos betas, que al verme se arrodillaron. Los levanté a todos de los hombros, no me gustaba que se arrodillaran ante mí. Esperamos unos pocos minutos hasta estar todos, entonces escuché coches pitar en algún lugar del bosque, eran ellos.

Salimos de la madriguera hasta llegar a donde el Jeep y el coche de Lydia hacían ruido, allí se encontraban todos, incluido Theo, que me sonrió nada más verme y yo hice lo mismo. Scott me miró y asintió con la cabeza, yo le respondí de la misma forma. El eclipse estaba empezando y todos entraron en los coches.

Mis ojos, como los de los demás, brillaron con el color del lobo. Mis colmillos aparecieron y los relamí mientras mis garras aparecían donde estaban mis uñas. El cosquilleo se hacía más y más potente hasta hacerme rugir de dolor. Cerré mis ojos y al volverlos abrir vi como de mis manos pasaban unas líneas negras, era mi sangre y eso decía que estaba perdiendo el control, que había perdido al humano.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora