Capítulo 32

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Corrí por la arena hasta llegar a Zeus, me lancé encima de él y me cogió. Reí bajándome de su espalda y me coloqué a su lado. Habíamos decidido dar una vuelta junto a Max y Dalila por el desierto, no hacía tanto viento como hace unos días y según Anne, no había ninguna tormenta de arena prevista para estos días.

- ¡Mira como ruedo Thalia!

- ¡No Max no te tires!- grité, pero fue demasiado tarde.

Cayó por la duna rodando hasta el final de esta. Dalila se empezó a reír mientras bajaba a ayudarle y Zeus y yo nos quedamos en la cima mirando si estaba bien. Los dos sonreímos al ver como volvía a levantarse sin problemas y salía a correr con Dalila detrás.

- ¿Qué tal con Theo estos días? ¿Ha vuelto la llama del amor?

- Sí, al menos más que antes.

- Dicen que para saber cuánto quieres a una persona.- me miró mientras caminábamos.- Tienes que perderla.

- Gracias por esa frase tan filosófica, señorito Zeus.- dije riendo.

- De nada, señorita Thalia.- él rió conmigo y seguimos caminando hasta llegar abajo de la duna y seguir a Dalila y Max.- Están locos.

- Son jóvenes.

- Tampoco es que seamos viejos, Thalia, tal vez tú lo estés per yo no.- dijo él riendo y lo miré intimidándolo.- Vale, vale, lo retiro.

- Idiota.- dije riendo y dando con suavidad en su hombro, haciendo que se moviera un poco.

- Esas tenemos eh.- él sonrió y me dio de la misma forma que yo hice con él.

Lo miré amenazante y sonreí dándole en el pecho con más fuerza que antes, él se movió un poco hacia atrás y me empujó de los hombros. Gruñí divertida y fui a empujarle, pero él empezó a correr y yo a perseguirle.

- ¡E! ¡Que los niños somos nosotros!

- ¡Eso ya lo veremos!- gritó Zeus, dejando de escapar de mi para coger a Max y jugar con él.

Reí disminuyendo mi velocidad mientras Dalila se acercaba sonriendo hacia mí. La miré y sonreí de vuelta. Las dos empezamos a andar por el desierto viendo como el sol disminuía poco a poco y como Max tiraba al suelo un par de veces a Zeus, parecía que no tenía fuerza, pero era familia de Jack.

- ¿Cómo pasó?- preguntó Dalila mirándome.- Lo de Jack.

- Fue en una batalla.- respondí mirándola confundida, parecía que me leía la mente.- ¿Por qué preguntas?

- Max me parece un chico muy bueno y divertido, habrá sufrido mucho.

- Demasiado, cuando su padre murió él era muy pequeño, pero cuando su madre los abandonó a ellos y a la manada no lo era tanto, así que lo recuerda bastante, al igual que recuerda como Jack lo cuidaba y como de un día a otro ya no estaba con nosotros.- bajé la mirada observando mis pies y oculté mis ganas de llorar recordándole.- Era un gran beta y Max ha seguido su ejemplo.

- Se nota.- ella tocó mi hombro consolándome y me abrazó mientras caminábamos.- Eres un alfa privilegiada.

Sonreí mirándola, pero esta sonrisa se borró al ver como Max y Zeus venían hacia nosotros. Por unos segundos no aparecía la imagen de Zeus, sino la de Jack sonriendo y corriendo hacia mi. Pero esta desapareció cuando Max se lanzó hacia mi cayéndome al suelo y volviéndome a la realidad. Reí mientras jugábamos, ahora me tocaba a mi cuidar de Max después de tanto tiempo sin hacerlo, recordando buenos momentos.

Cuando el sol cayó casi por completo decidimos volver a la guarida, pues por la noche sería más difícil orientarnos, más aún si cabe. Bajé el agujero y agarré a Max para que bajara, después bajaron Zeus y Dalila que se fueron a sus respectivos cuartos. A lo lejos lo divisé.

- ¡Ted!- él me miró y sonreí agitando mi mano al aire como saludo.

- Thalia.- se acercó lentamente y sonrió.- Hace tiempo que no hablamos.

- Max, busca a Stiles, me dijo que tenía una sorpresa para ti.- le mentí para que se fuera y lo hizo más que contento siguiendo el rastro de Stilinski.

- ¿Qué tal estás?- me preguntó.

- Bien, todo está bien ahora mismo.

- Ya...creo que hemos perdido a dos miembros de la manada.

- Ted.- sabía que iba a decir.

- No, Thalia, tú eres el alfa, tú decides.- sonrió y yo hice lo mismo sintiéndome aliviada de no escuchar sus discursos moralistas.- Me han dicho que tú y Theo...

- Sí.- sonreí.- Creo que hice mal al separarme, no sabía que hacer conmigo misma y lo aparté.

- Siempre haces eso, Thalia.- él rió y yo hice lo mismo mirándole.- Te he echado de menos, hermanita.

- Yo también a ti, grandullón.- sonreí levemente de nuevo y le abracé con fuerza.- Te he extrañado demasiado.

- Lo sé y espero que todo vuelva a ser como antes.

- Lo estará...lo estará.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora