Capítulo 43

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- ¿Y si no lo fue?- pregunté.- ¿Y si es mi subconsciente?

- Los sueños son pensamientos que jamás han salido fuera.

- ¿Entonces?

- Tal vez te sientes culpable de algo.- apoyó su espalda en el respaldo, haciendo crujir el respaldo.

- ¿De qué?

- No sé, tú dirás.- ella sonrió afilando su navaja.- Tú eres el alfa.

- No, yo no, Scott.- ella me miró intimidándome más aún.- Araya, ve al grano.

- Sé que te gusta ir al punto en concreto, tal vez por eso no ves los demás puntos que forman el mapa...- su acento mexicano me puso los pelos de punta cuando se junto con su voz tranquila y aquella frase.

- No te sigo.

- Claro que no.- dejó la navaja en la mesa y se acercó un poco más hacia mi.- Eres tú, salvaje, tú se lo quitaste.

- ¿Qué quité?- sonrió y mis ojos se abrieron de par en par.- Le quité a Zeus.

- Y ella te quitará algo tuyo, no nos quiere a nosotros, sabía que vendrías, que volverías y por eso tenía su propia guarida, para esperarte y atacarte, para quitarte algo.

- ¿El qué?

- Mira a tu alrededor, demasiadas cosas que quieras en su punto de mira.

- Theo.- ella asintió.- Mi hijo, mi vida, mi hermano, Max, Scott...Stiles.

- La guarida se desmorono en cuanto vio quien entró, pudo matar dos pájaros de un tiro, a Zeus y a Stiles, nunca mejor dicho.

- ¿Qué hago?

- Esperar, mija, esperar...

Volvió a recostar su espalda en el respaldo y me quedé mirándola, esperando a que dijera algo más, pero al no hacerlo me levanté de la otra silla y salí de la sala de reuniones, chocándome con Stiles.

- Hey, Thalia, ¿Estás bien?

- Sí...sí, ¿Por qué?

- Tus ojos, están rojos.

- ¿Qué?- me extendió la pantalla de su móvil y pude ver brillar el rojo característico de los alfas.- Vaya, no lo sabía.

- Ya, eso creía.- intente sonreír para calmarlo.- Vamos Thalia, no me vengas con sonrisas falsas y dime qué pasa.

- Nada, solo es...mi cabeza y sus locuras.

Suspiré y me marché dejándolo allí solo. No quería darle explicaciones, no debía darle explicaciones. Caminé hasta llegar a donde los perros salvajes entrenaban, aquella sala estaba solitaria.

Coloqué un saco y empecé a golpearlo sin demasiada fuerza, no quería volver a agacharme y coger otro. Golpeé de nuevo con mis puños que empezaban a tener rasguños al chocar contra la arena del saco sin protección. Di más fuerte, recordando su mirada y di de nuevo con la misma o más intensidad al recordar el momento que la conocí.

AÑOS ATRÁS

- Hola.- una chica de cabello negro apareció por la sala.

- Hola.- dije mirando el saco de boxeo, concentrada en mis golpes.

Di uno más con más fuerza, pensando en la muerte de mi padre, y lo hice caer al suelo, rompiendo el tejido y dejado la arena de dentro salir. Respiré agitada y me senté en el suelo, moviendo mi cuello de un lado a otro con suavidad para relajarme.

- Eres buena.- dijo ella y abrí mis ojos viendo como colocaba un saco para ella.- No eres un perro salvaje, ¿Verdad?

- Mujer loba.- dije y extendió su mano, yo se la cogí y me levanté.- Tú sí que lo eres.

- Las rayas me delatan.- dijo con una sonrisa.- ¿Cómo te llamas?

- Thalia, Thalia Brook.

- Yo soy Aría, Aría Athena.

- Que manía con poner nombres relacionados con la historia griega.- dije sonriendo y ella rió.

- Son curiosidades de nuestra especie, venimos de los egipcios, pero ponemos siempre a nuestros hijos nombres relacionados con los griegos como señal de buena suerte.

- Estáis locos.- reí y me senté en la banca mientras ella empezaba a golpear el saco.

- Eso dicen.

- ¿Thalia estás aquí?- un Zeus joven apareció abriendo la puerta.- Oh, hola.

- Hola.- en los ojos de Aría apareció un brillo especial.

- Zeus.- me levanté y él me miró, sonriendo al notarme.

- Te estuve buscando por todos los sitios, enana.

- Ya em...decidí venir a dar algunos golpes al saco.

- ¿Al que está en el suelo?- asentí con la cabeza haciendo notar mi timidez y él sonrió.- Bueno pues, os dejó solas, solo quería saber dónde estabas.

- Está bien.

- Adiós.- Aría se despidió y Zeus salió por la puerta.- Es guapo.

- Sí...lo es.- dije mirando la puerta pr donde salió.

- Te gusta eh.- noté algo de odio en sus palabras así que decidí no contestar.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora