Desperté dentro de mi Jeep. Miré hacia mis lados escuchando gritos por todos lados y me acomodé. Vi las ventanas llenas de arena, no podía ver bien lo que había fuera.
- ¡Thalia!- gritaba Theo desde varios kilómetros lejos de mí.- Maldita sea, ¿Dónde estás?
- Está bien, Theo, la encontraremos.- Stiles le consoló.- ¡Thalia!
- ¡Thalia!- gritaban Malia y los demás.
Abrí la puerta del coche y salí fuera. Hacía mucho calor y la arena se levantaba con facilidad, mis labios estaban resecos y tenía los ojos rojos de la arena que me entraba. Estaba en la misma duna que ayer, pero esta era más grande que antes y mi coche ya no estaba en la cima.
Volví a dentro y arranqué el coche, haciendo ruido para que me escucharan. Di marcha atrás con cuidado, pero aún así el coche se quedó parado en un sitio, no iba hacia atrás y si iba hacia delante volvería al mismo sitio. Bufé y di de nuevo hacia atrás lo máximo que podía, notando como el coche se levantaba, gruñí y le di con más fuerza sin importarme nada, hasta que noté que me caía para atrás. Intenté salir por la puerta, pero fue demasiado tarde así que el coche volcó y caí contra el techo.
Gemí de dolor mientras el coche se resbalaba por la arena con velocidad y al final de la duna se levantó de nuevo y caí hacia atrás del asiento del copiloto, dándome vario golpes en mi cuerpo. Intenté levantarme, pero sentía un gran dolor en mi pierna y noté como el viento se levantaba y el coche volvía a dar la vuelta, volviendo las ruedas a tocar el suelo.
Abrí mis ojos y miré la pierna, había un metal que la atravesaba, grité de dolor viendo la sangre y se acumularon las lágrimas en mis ojos. Abrí la puerta para tener más espacio e intenté sentarme, pero el dolor de mi cuerpo no me dejaba. Grité de nuevo viendo la sangre resbalar por el metal y gotear.
- ¡Thalia!- Theo gritaba más fuerte y empecé a llorar.
Mis ojos estaban rojo, los colmillos sobresalían y tenía las garras en vez de las uñas y mis manos estaban cerradas, intentando no perder el control. Mi vista se empezaba a poner borrosa y ahora empezaban los calambres y los pinchazos en el estómago. Abrí la boca en busca de aire, no tenía respiración alguna, perdía sangre y si no hacía algo moriría. Sentí entonces el rojo de mis ojos desaparecer, las fuerzas se me iban y volví a mirar la herida gritando de nuevo y apoyando mi cabeza cansada en el asiento.
- ¡¿Thalia?!- alguien llegó hasta mi.- ¿Thalia? Aguanta, joder aguanta.
Tosí sintiendo la sangre en mi boca y forcé la vista para ver quién era, aunque esa voz jamás la olvidaría. Cuando lo conseguí vi a Theo llorando mientras intentaba quitarme el metal junto con Scott y Stiles agarraba mi mano, sabía que no me quitaría el dolor físico pero si el emocional. Le sonreí y asentí dejando caer mis lágrimas. Cuando miré a mi herida no había ningún metal y estaban tapando la herida.
- ¿Qué te duele?- preguntó Stiles mientras un coche se acercaba.
- La pierna...-tragué sangre y continué susurrando.- La cabeza...y...
- ¿Y qué más Thalia? Vamos aguanta.- miró a Theo que tapaba mi herida y a Scott que intentaba quitarme el dolor.
- Y...el vientre.- tosí y mis párpados cayeron como dos puertas de metal de seguridad.
- ¿Thalia?- escuchaba la voz de Stiles en la lejanía.- Thalia sigue conmigo, vamos, tú puedes.
Mis sentidos fallecieron y dejé de sentirles cerca. Volví a ver negro, olvidándome del color dorado del desierto.
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Dark Wolves (Theo Raeken)
FanfictionDesde hace años ha reinado una manada de lobos indestructible entre el reino sobrenatural. La leyenda cuenta que el color rojizo de los ojos de su alfa, demuestra cuanta sangre inocente ha derramado para llegar a este poder. A la vez, también cuenta...