-Te dije que te quedaría muy bien la ropa.- Dijo Cris sonriéndome.
-No exageres Cris… Tampoco me queda muy bien…- Dije intentando bajar un poco la remera para tapar lo poco que se veía de mi abdomen, pero era imposible.
-____ esa remera es así, si la sigues estirando se romperá…
Lo único que pude hacer fue suspirar… Me di vuelta y vi la hora en el reloj que tenía en el buro… Faltaban veinte minutos para que sonara el timbre del instituto.
-Cris creo que deberíamos irnos, si no se nos hará tarde y no entraremos a clases como ayer.
-Tranquila ____, eso era lo que te quería explicar… Ahora que vez que esa ropa te queda bien estaba pensando en que vayamos de compras hoy y renovemos toda tu ropa. ¿Qué dices?
-No Cris, no quiero comprar ropa y mucho menos faltar al instituto. Nos meteremos en problemas.- Dije un poco nerviosa, sabía que estaría rogándome un rato y terminaríamos faltando a clases…
-____ sabes que quieres ir de compras conmigo, además sé que tus padres te dieron una tarjeta de crédito y que no la usas… ¿Sabes toda la ropa que podrías comprar? Y además tengo otra sorpresa…- Dijo guiñándome el ojo.
Al final termine accediendo a faltar al instituto para comprar ropa… Además quería saber cuál era la sorpresa que me quería mostrar.
Después de guardar en mi mochila mi billetera con las tarjetas que mis padres me habían dado para comprar ropa como lo haría cualquier chica… Aunque yo solo la utilizaba para libros o cosas del instituto… También guarde una campera por si me hacía frío (la rayis siempre preparada xD), mis auriculares, y mi celular, salimos con Cris de mi habitación en silencio, al parecer James también faltaría al instituto porque no se había levantado aún.
Después de un rato de caminar y hablar de cosas sin sentido con Cris llegamos a un shopping, entramos a algunas tiendas y compramos ropa… Claro, no eran puros vestidos y tacones.
Compramos remeras largas y cortas, buzos, pantalones cortos y largos, tres o cuatro faldas y vestidos, no muchas ya que no me gustaban mucho, también compramos lentes de sol, pulseras, collares, anillos… En conclusión, primero mis padres me matarían cuando vieran la cuenta de mi tarjeta, y segundo es impresionante como logramos llegar a mi casa con tantas bolsas.
Cuando llegamos a mi casa subimos a mi habitación y estuvimos guardando todo lo que habíamos comprado.
Cuando terminamos de acomodar la ropa en el ropero fuimos a comer a un McDonalds.
Cuando entramos al McDonalds me sorprendí y me puse algo nerviosa al ver en las primeras mesas del lugar a…
