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-¿Qué sucede?- Dije pensando de que se trataba lo que me diría.
-¿Quieres ser mi novia?- Dijo el sin rodeos pero se notaba nerviosismo en sus ojos.
Yo estaba enamorada de Kendall hace mucho tiempo, pero él nunca me había dado ni la hora… No podía creer lo que acababa de escuchar, pensé por lo menos diez segundo y conteste.
-Si.- Salió de mis labios y luego una sonrisa apareció. Kendall se levanto de su silla, camino hacia donde estaba y me abrazo. El comenzó a hablar en mi oído.
-Debo confesarte ____ que estoy enamorado de ti hace mucho tiempo… Me arrepiento de todo lo que te he hecho, yo no quería pero la reputación en el instituto me importaba mucho, pero ahora me doy cuenta que tú vales más que la estúpida reputación del instituto.- No me dejo responderle ya que junto nuestros labios en un beso. Fue corto pero tierno. Yo solo podía acumular lágrimas en mis ojos, pero no eran lágrimas de tristeza o rabia, eran lágrimas de felicidad.
-Tengo un regalo muy especial para ti.- Dijo Kendall sacando de su bolsillo una cajita pequeña de color rosa y plateada. Cuando la abrió pude ver dos anillos, uno grueso y el otro más pequeño y delicado…
El saco el más pequeño y me lo entrego, yo me lo puse y verifique en que dedo me entraba. Kendall saco el otro anillo y se lo puso. Pude ver que adentro estaban grabados “_&K Forever” era el hermoso grabado que tenían los dos anillos.
-Esto es…- No sabía cuál era la palabra indicada para describirlo.- perfecto.
Lo bese, al principio el beso fue suave, lento, cariñoso… Pero con el pasar de los minutos el beso se iba tornando apasionado.
Pensé que algo había ido mal ya que Kendall dejo de besarme. Me tomo de la mano y me guio hasta lo que era, al parecer, una habitación con una cama matrimonial. En el centro de la cama había un corazón hecho de pétalos de rosas.
Kendall atrajo mi cuerpo al suyo y me besó. El beso tomaba más y más pasión. No sé cómo y tampoco cuando habíamos acabado recostados en la cama, Kendall estaba sobre mi cuerpo asegurándose de no dejar todo su peso sobre mí.
Kendall llevo sus besos por mi cuello y volviendo a mi boca. Poco a poco sentía como sus manos sacaban mi vestido, mientras mis manos desabrochaban su camisa y la tiraba en algún lugar de la habitación.
Después de un rato nuestra ropa había desaparecido, yo estaba nerviosa ya que era mi primera vez y tenía miedo.
-¿Estás bien?- Me pregunto Kendall notando que estaba nerviosa.
-Si… Solo estoy un poco nerviosa.
-¿Es tu primera vez?- Dijo Kendall inseguro de hacer esa pregunta. Yo solo asentí algo avergonzada.- Si no quieres lo dejamos aquí…
-No, quiero que esto suceda, aquí, ahora y contigo.- Dije segura de lo que quería. Los dos sonreímos y seguimos con lo que ya habíamos empezado.
*
Todo lo que tenía que pasar, pasó. Al principio sentí dolor, pero eso se transformó en otra cosa… Otra cosa que era la primera vez que experimentaba.
Los dos estábamos durmiendo, abrazados. Con sonrisas en nuestras caras. Esta era la mejor noche de mi vida.
Nada podía hacer desaparecer mi felicidad… O al menos eso creía ahora…
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