Narra ____:
Estaba en un lugar oscuro, cada vez me daba más miedo, me sentía sola, los nervios crecían cada vez más.
-¡Ayuda!- Grite pero nadie me respondió.
Camine unos cuantos pasos hasta que vi a lo lejos una puerta blanca, corrí hacía ella y entre, había una carta sobre un sofá negro. Me acerque, agarre la carta y me senté en el sofá.
La carta era color dorada, y tenía unas letras brillantes muy hermosas… En algún lugar la había visto.
*Flashback*
Tenía 9 años, estaba caminando con mi madre en el centro comercial. La había acompañado a comprar cosas para fiestas. Pronto cumpliría 10 años y mi madre quería organizar una fiesta para que mis “amigos” fueran a casa a celebrarlo conmigo.
Mi madre me compró un hermoso vestido blanco con flores rosas.
Cuando llegó el día recuerdo que estaba esperando a que alguien llegara a casa a felicitarme… Pero paso una hora, luego dos… Nadie había ido, solo salí corriendo a mi habitación a llorar, me sentía mal…
Me levante de mi cama y me mire en el espejo de cuerpo entero y recordé lo que me decían en la escuela “fea”, “gorda” o “nerd”… Lagrimas caían por mi mejillas, ellos tenían razón, era todo eso y mucho más.
Seguí llorando, hasta que vi que debajo de mi puerta había una carta dorada muy linda, la agarre y la leí, me gustaba mucho la letra, decía:
“Querida ____:
Lamento mucho que nadie te dijera “Feliz cumpleaños”, pero tranquila, yo nunca me olvidaría de una fecha tan importante como tu cumpleaños.
Aunque tú me odies, yo nunca te dejare de querer, te lo prometo… Y también te prometo que algún día seremos novios y tendremos muchos hijos, pero aún somos muy pequeños.
Recuerda eres linda, y yo te quiero mucho aunque no te lo demuestre.
~K”
*Fin de Flashback*
Mire a mí alrededor, le dedique una última mirada a la carta… Y sentí un golpe en la cabeza…