Me desperté a las siete de la mañana, a las ocho tenía que ir a desayunar, pero tenía que esperar a que Edith venga a avisarme de que tenía que ir al comedor en el que vería a muchas personas con problemas parecidos a los míos y otros diferentes.
¿Qué podía hacer ahora? Me habían quitado el celular y cualquier tecnología que me distrajera del tratamiento. Entonces decidí levantarme y buscar en mi ropa que podía usar. No utilizaría algo elaborado ya que casi todos pasaban sus días aquí con pijamas. Entonces arriba de mi pijama me coloque una campera un poco larga y gris que era de lana.
Observe que tenía un escritorio que estaba lleno de hojas blancas y otras de colores y un tarro con lápices de colores, lapiceras, fibras gruesas y finas, en conclusión, de todo un poco.
Agarre una hoja y un lápiz negro y me senté. Comencé a hacer líneas que no tenían sentido y luego las fui uniendo, hasta que varias ideas venían a mi mente, comencé a dibujar y a entusiasmarme con cada movimiento de mi lápiz. ¿Qué dibujaba? Dibujaba frases muy significativas para mí en distintitos tipos de letras y colores, también dibuje algunos personajes de series animadas que veía a veces.
Después de una hora de hacer por lo menos más de cinco dibujos llego Edith.
-Buenos días ____, hora del desayuno.- Dijo amable, a pesar que no la conocía mucho me caía muy bien.
-Buenos días.-Dije sonriéndole y caminando junto a ella hasta el comedor.
Había muchas chicas y algunos pocos chicos sentados en las mesas, algunos hablaban mientras que otros estaban callados revolviendo lo que les habían servido de desayuno.
Yo me senté donde Edith me indico. En la mesa había un chico y dos chicas.
-Hola, tú debes ser nueva. Me llamo Emma.- Dijo la chica rubia que estaba al frente mío estirándome una mano, la tome y la salude.
-Mucho gusto, me llamo ____.- Dije intentando ser lo más amigable posible.
-Perdónalos, ellos entraron hace unos días también y no hablan mucho, pero estoy intentando que hablen más… Sigo pensando que son demasiado tercos y por eso no sociabilizan.- Dijo mientras los miraba.
-¿Por qué no cierras la boca un minuto?- Dijo la otra chica con cabello marrón chocolate que estaba a su lado.
-Sabes que amo tu humor en las mañanas.- Dijo Emma sarcásticamente.
-Soy Rose.- Dijo mirándome.- Y el es Nick.- Dijo señalando al chico que estaba a mí lado.
-¿Por qué estás aquí?- Pregunto el chico que estaba a mi lado, mientras nos servían un tazón de leche (o yogurt... Como les guste)
-Estoy aquí por problemas.- Dije intentando no contar lo que me paso.
-Que graciosa… Todos estamos aquí por problemas.- Dijo secamente.
-No te preocupes ____. Si no quieres contarnos no lo hagas. Y si te decides alguno de estos días a confiar en nosotros y contarnos estaremos aquí para escucharte.- Me dijo Emma.
Los minutos pasaban y varios salían del comedor. Hasta que quede sola. No había probado ni un poco de los cereales.
-¿No vas a comer?- Dijo Nick que se acercaba a mí.
-No lo sé…
-Si sigues así creo que descubriré fácilmente porque razón estas aquí.
-No quiero comer.- Dije apartando en tazón.
-Dame, te ayudare.- Dijo mientras agarraba la cuchara y me la acercaba con cereales y leche (o yogurt).- Abre la boca o te la abriré a la fuerza.- Dijo serio pero en tono chistoso.
Después de media hora, muchas insistencias y algunos consejos para sobrevivir aquí Nick me ayudo a terminar mis cereales.
-____ tienes sesión con la doctora Brooks.- Dijo Edith.- Y tú Nick, tienes que ir después de ____.
Nos levantamos y Nick se fue hacía uno de los pasillos que aún no había recorrido y yo me dirigí hacía la oficina de la doctora… Hoy empezaría mi tratamiento…
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