Capitulo 12

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La cena estuvo muy divertida. Luego de que Liam y Scott se comprometieron seguí hablando con Lydia y Jackson. Nos levantamos los tres juntos y le deseamos lo mejor a nuestros amigos. Le di un abrazo interminable a mi mejor amigo Scott. Y con Liam ya estuvimos hablando sobre la boda. Intercambié muy pocas veces palabras con Theo, pero parecía ser un buen hombre. Además de que era muy bonito. Hace mucho tiempo no me fijaba en una persona en cómo lo estoy haciendo con él. Luego de que nació Dylan mi vida dio un vuelco de ciento ochenta grados. El trabajo y su cuidado era lo que necesitaba para vivir. Pero dejé toda mi vida de lado. Quizás ahora que él está grande puedo volver a ser el Stiles Stilinski de antes.

—Stiles – La voz de Theo hizo eco en mi odio –, te veo un poco apagado ¿Quieres salir afuera a tomar aire?

Los nervios comenzaron a crecer en mi interior. Hace mucho no hablaba con personas que no eran de mi círculo de amigos de confianza. Tú puedes Stiles, vamos.

Asentí con la cabeza y el me tendió la mano. Me levanté rápidamente y me llevo hasta el gran patio del restaurante. Nos sentamos en unos bancos a un costado de todas las plantas.

—¿Fumas? – Me preguntó el rubio tendiéndome un cigarrillo. Nunca había fumado, pero podría probar. Lo tomo rápido y me lo coloco en la boca – Es tu primera vez, lo puedo ver en tu rostro.

—¿Soy tan obvio? – Pregunté incrédulo.

Theo sonrió mostrando todos los dientes.

—Solo tienes que aspirar el humo, tragarlo despacio, contenerlo en tu sistema respiratorio por unos minutos y luego largarlo. La primera vez te costará, pero luego te acostumbras. Pero solo te dejaré probar, no quiero que arruinar la vida de una persona tan hermosa.

Me quedo mirándolo sorprendido. Theo estaba coqueteando conmigo. No sabía cómo reaccionar. La única vez que alguien coqueteó conmigo fue Derek. O al menos fue la única persona de la cual yo me di cuenta. Según mi padre muchos hombres están detrás de mí. Inclusive Parrish, mi amor prohibido de la secundaria. Pero comprender las indirectas de las personas era un trabajo muy duro para mi mente. Además, que no sabía cómo actuar frente a las situaciones. Me quedaba como un estúpido mirando a la persona para tratar de adivinar su siguiente paso. Pero nunca lo lograba.

Encendió su cigarrillo y luego me lo pasó a mi para que encienda el mío. Cuando lo hice pude sentir todo el humo tapar mis sentidos. Tosí como nunca en la vida. Theo comenzó a reírse como si no hubiera un mañana. Pero me acariciaba la espalda descaradamente.

—Te dije que te lo tomaras con calma Stiles. La primera vez es la más difícil siempre.

Probé una segunda vez y ya lo tomé con calma. El humo no quemaba mi garganta y el sabor se hacía cada vez más suave. El gusto a limón me dejaba un extraño sabor en mi garganta.

Theo y yo hablábamos de cualquier cosa que sé nos cruzara por la mente. Secundaria, trabajo, familia. En la mitad de la conversación sacaba otro cigarrillo y me lo daba. Los dos fumábamos a la par y nos reíamos muy fuerte llamando la atención de todos. Hasta que una figura ya conocida por mis ojos se puso enfrente mío. Su cuerpo podía cubrir toda mi vista. Su cuerpo tan grande me protegería de cualquier viento que quisiera cruzar al lado mío. Y su mirada de odio hacia Theo era irremplazable. Si de algo me acordaba completamente era cuando Derek estaba enojado.

—Stiles quiero que vayas adentro y te alejes de este idiota – Replicó mirándome con esos ojos que tanto me gustaban.

—Él está conmigo Hale. Espero que no quieras revivir nuestras peleas de secundaria – Exclamó Theo fuertemente.

Me quedé sorprendido.

—¿Qué peleas? – Pregunté rápidamente.

Derek solo negó con la cabeza.

—Ninguna Stiles, entre él y yo no pasó nada.

—Pasaron muchas cosas Stiles – Comenzó a hablar el rubio –, entre ellas que cuando comencé a fijarme en ti en la secundaria había otro chico con las mismas intenciones. Pero él era el gran Derek Hale. Y yo no era absolutamente nadie. Seguramente ni te acuerdas de mí. Era el típico chico del fondo. Aquel chico que nadie mira. Hasta que un día decidí que era momento de hacerlo. Planeé toda una estrategia hasta que llegó el día. Estaba a dos segundos de saludarte cuando unas manos se aferraron a mis hombros...

—Cállate Theo.

—Era el mismísimo Derek. Me llevó a un lugar donde solo estuvimos nosotros dos y me amenazó con que si no me alejaba de ti me mataría. E imagínate, un chico que no tiene casi amigos, enamorado de un chico que no sabe de su existencia, enfrentado al gran Derek Hale, no era una buena combinación. Entonces hice lo que mejor creí en ese momento: Alejarme. Pero ahora tengo una oportunidad Stiles.

Yo no podía procesar todo lo que me estaba contando.

—Necesito otro cigarrillo – Dije y la mirada de odio de Derek se posó en mi frente.

—No Stiles, tu no vas a fumar. Ni ahora, ni nunca. Ven conmigo – Exclamó. Me resistí, pero me tomó fuertemente del brazo y me arrastró al baño del patio. Cuando entramos cerró con el seguro y me llevo contra la pared acorralándome entre sus dos brazos.

Yo solo le mantenía la mirada.

—¿Enserio Derek? – El veneno comenzó a salir de mi boca como agua – Me estas tratando como un gilipolla, de nuevo.

—Solo te cuido Stiles. No quiero que sufras.

—Más de lo que sufrí en el pasado no lo creo. Esto no se compara nada a lo que sucedió hace cinco años atrás ¿Realmente crees que me cuidas de esta forma? No lo necesito. Tú me dejaste. Mejor cuida a tu novio Jennifer. Seguramente ya le está haciendo una mamada a alguno de los invitados con lo zorra que es.

Derek bufó fuertemente.

—Tu eres mío Stiles, de nadie más.

—Si claro, primero me dejas, follas con otra y mágicamente soy tuyo. Ya te dije que lo nuestro terminó cuando abusaste de mí y me tiraste a la calle como saco de basura. Lo que haga de mi vida no te incumbe para nada. Puedo hablar, fumar, follar con quien quiera como lo haces tú porque me quieres reclamar cosas cuando tienes todos chupetones en el cuello. Seré débil pero no idiota. Y ese es el problema: Siempre me trataste como uno. Asi que te pido que me dejes ir porque me voy a marchar a mi casa. Hablaremos luego por el tema de Dylan, SOLOS.

Me escabullí de sus brazos dejándolo atolondrado. Abrí la puerta rápidamente y me choqué con Theo.

—¿Estas bien Stiles? ¿Te hizo daño? – Preguntó preocupado.

Solo negué con la cabeza.

—¿Puedes llevarme a mi casa Theo?

Él asintió llevándome hasta su coche. Nos subimos y me marché de ese lugar sin despedirme de nadie.

¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora