¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)

Capitulo 35

Derek

Después de salir de mi sesión con la psicóloga, recomendada por mi amigo Jackson, me dirijo hasta la casa de Stiles para salir con Dylan. Había quedado con él desde hace una semana y no estaba dispuesto a arruinar nuestra salida de padre e hijo. Mientras conducía hasta la casa del Sheriff me puse a pensar en hacerme cargo legalmente de mi hijo con el consentimiento del castaño. 

La psicóloga me dijo que trate de ir lento con la nueva actitud de Stiles, pero no puedo evitar sentirme apresurado: LO QUIERO RECUPERAR CON TODAS MIS FUERZAS. QUIERO VOLVER A SER FELIZ.

Muchos dirán que me di cuenta tarde de esto, pero como ya dije me sentía traicionado y por eso actué de la forma en que lo hice. Quizás no fue la mejor opción pero tenia que satisfacer mi ego de macho alfa (Gracias a eso pagué las consecuencias). Pero, como siempre decía mi madre, el amor puede solucionar todo y sé que en el fondo el castaño me sigue amando con todas sus fuerzas por mas que quiera reprimirlo. Y si su decisión es no volver a revivir sus sentimientos me alejaré, pero los Hales no somos conocidos por aceptar una derrota. Creo que mi tío Peter no paró hasta estar con su esposa y tener, de una vez por todas, a mi pequeña sobrina Malia. Siempre destaco su gran fuerza de voluntad para conseguir su felicidad.

Mi telefono comenzó a sonar fuertemente: Era Dylan.

  —¿Hola Dy? — Le digo con una sonrisa dibujada en mi rostro.

Escucho como unos ruidos se hacen ecos en el lado de su linea.

—Hola Derek ¿Estas viniendo para casa? — Me preguntó con su pequeña voz angelical. Les juro que puedo sentirme derretir cada vez que la oigo. 

Cuando oigo que marca la palabra casa como si yo formara parte de su familia no puedo evitar sentir ese sentimiento cálido en mi corazón. Puedo jurar con mi alma, que la creía perdida, que si ellos me dejaran formar parte de su familia podré curar todas las pequeñas heridas de mi corazón. No puedo evitar volverme a sentir parte de algo que solo se basa en amor sincero. Dylan y Stiles me muestran que hay un mundo fuera del sufrimiento y de amargura. Puedo confiarles a ellos mi alma para que por fin pueda sentirme conforme conmigo mismo y volver a ser el Derek Hale del que Stiles se enamoró en un principio.

  —Si, estoy llegando — Le digo sintiendo como una sonrisa se dibuja del otro lado del móvil —. Dile a Stiles que espere en la puerta contigo porque tengo que hablar con él de un tema importante. 

  — ¿Puedo saber de que se trata? — La curiosidad en el hilo de su voz hace que todos mis nervios se pongan alerta.

Odia notar como Dylan quería recuperar su familia perdida. 

  —Solo son cosas de adultos pequeño, pero juro que haré todo lo posible para que pronto seas participe de ellos.

—Te esperaré con una pequeña sorpresa.

— Mas o menos estaré allí en diez minutos, así que trata de estar afuera cuando llego.

Noto un ruido fuerte del otro lado.

— Claro papá...

Y se escucho los pitidos de cuando me cuelgan el teléfono. 

Dylan me dijo papá. Es el mejor puto día de mi existencia. Por fin me estaba aceptando completamente en su corazón y esta es una mínima muestra de que lo estoy logrando. Juro que daré todo de mi para hacer que nuestra relación funcione. Quiero que mi hijo sepa que estaré siempre para él y que nunca mas me iré de su vida.

Un fuerte golpe hace que frene dramáticamente. Estaba tan distraído que no noté que no miraba la calle. Me bajo prácticamente corriendo para encontrarme con una de las peores escenas que nunca presencie. Una mujer de tes morena estaba tirada en el suelo machada completamente de sangre por el gran impacto que causé al chocarla. Tenia dos grandes tajos en su pecho llegando hasta su cuello (esto hacia que tenga una gran hemorragia). Miro a todos lados y no había nadie para ayudarme. Sin pensarlo dos veces me dirijo con ella a mi auto y emprendo viaje hasta el hospital de Beacon Hills.

Mientras conducía a gran velocidad sentía como mi corazón se encontraba en mi garganta. Si la mujer muere puede ser que tenga muchos problemas legales y no concretar algunos planes futuros que tengo. 

La cargo en mis brazos fuertemente. Cuando llego a la entrada comienzo a pedir ayuda prácticamente a gritos hasta que veo a Melissa McCall corriendo hasta donde estaba yo.

  —¿Que pasó Derek? — Pregunta un tanto aturdida por toda la situación que estaba presenciando.

Yo solo le miro a los ojos y suplico, silenciosamente, que la salve. No puedo cargar con otra desgracia más en mi vida. No podría vivir con una muerte en mis espaldas.

  La llevaron a una camilla y corrieron hasta la sala de cirugía. Me senté en una de las butacas a esperar alguna noticia de la mujer que acaba de atropellar con mi coche.

Pasaban los minutos.

20.

30.

40.

1 hora.

1 hora y media.

Ninguna noticia.

Melissa se acerca y apoya su mano en mi hombro. 

  —Necesito saber que sucedió Derek. La mujer realmente esta muy deteriorada. Los doctores están tratando de hacer lo posible para parar la hemorragia, pero perdió mucha sangre y eso dificulta todo el proceso de operación. Si le sucede algo la familia de la mujer puede presenciar cargos y no te conviene.

  — Lo sé Melissa — Prácticamente grito —. Todo se fue al caño. 

La puerta de la sala de cirugía se abre y sale el doctor.

  —La paciente esta estable. Logramos parar la hemorragia y le dimos transfusiones de sangre. Sus signos ya se encuentran normales pero le dimos un sedante para que descanse hasta mañana.

Melissa asiente  y todo mi sistema se tranquiliza.

  —Ahora si Derek, cuéntamelo todo.

—Estaba saliendo de la psicóloga cuando cogí el coche y comencé a conducir en la calle hasta que mi celular sonó. Vi el numero de Stiles en ella y cuando atendí escuché la voz de Dylan. Hablamos un rato y...

Dios, me olvidé de mi hijo.

Me alejó rápidamente hasta mi auto, dejando un poco consternada a Melissa,  para llamar a Stiles. Cuando miro la pantalla tenia cinco mensajes y mas de diez llamadas perdida.

Sin mirar los mensajes marco el numero del castaño y espero que lo conteste.

  —¿Que quieres? — Me dice con tono enojado.

—Perdón Stiles pero surgió un gran problema.

— No tienes que pedirme disculpas a mi porque realmente no espero mucho de ti pero fallaste a tu hijo Derek. No sabes como estaba cuando no llegabas. Así que por favor ahórrate todo tipo de excusas y planea mejorar tu actitud si quieres una relación paternal, es todo lo que diré.

Me colgó y juro que mi mundo se comenzaba a derrumbar una vez más.