Capitulo 17

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Estaba solo en mi casa, mi padre llevó a Dylan a comer hamburguesas luego de que hablara con él. Según mi papá, Dy estaba muy confundido por la situación, pero estaba listo para hablar conmigo, pero lo único que pidió es que Derek también este presente cuando le contemos toda la verdad y no iba a negárselo eso. Tendría que hablar con Derek lo antes posible para que pueda hacer un lugar en su ocupada agenda. No me hacía mucha idea tener que volver a hablarle luego de que maltratara, pero no me quedaba de otra. No le di a mi hijo el paradero de su padre biológico por años y creo que ya es momento de que si es su deseo puede disfrutar con Derek.

Me levanté de mi cama para ir a darme una pequeña ducha. Todavía podía sentir toda la suciedad de ayer. Después de mucho tiempo volví a tener ataques de pánico. Gracias al cielo mi padre estuvo conmigo para contenerme del daño que me podía auto causar en esos momentos. Lastimosamente me autolesionaba cuando tenía mis ataques y lo descubrió mi padre cuando un día entró y me vio rasguñándome el cuello. Tomé tranquilizantes por un par de meses, pero me daban mucha ansiedad entonces decidí a no tomarlas y tratar de cambiar a través de otros métodos.

La ducha fue extremadamente relajante. Me puse a pensar en cómo hablaríamos con Dylan. Primero tendría que decirle a Derek que venga con la mente abierta. Si algo sabia de Derek eran sus cambios constantes de humor. Pasaba del blanco a negro en cuestión de segundos y era muy difícil lidiar con eso cuando se estaba en algún tipo de discusión. Conozco a Derek como la palma de mi mano. Soy como la madre de él. Cuando éramos pareja y discutíamos siempre pasaba por distintas facetas: Derek ansioso. Derek Celoso. Derek posesivo. Derek enojado. Derek agresivo. Derek relajado. Derek arrepentido.

Salí y me vestí con lo primero que encontré. Bajé rápidamente por las escaleras decidido a prepararme algo para comer. En la nevera había un par de jamones y queso. Me hice uno de mis famosos sándwiches que consistía en mojar el pan con leche, colocar el jamón y el queso y ponerlos en el microondas por un rato largo hasta que todo el queso este completamente derretido. Lo comí como si fuera la última comida en el mundo. Me lamia los dedos como cualquier angurriento para después tomar de golpe todo el vaso de coca cola que me serví. Si mi padre estuviera aquí me hubiera regañado por la forma en que lo hice.

El timbre sonó fuertemente. Me fregué las manos un poco para eliminar todos los rastros de comida que podía encontrar y me dirigí hasta la puerta. Cuando la abrí una figura ya conocida por mis ojos se hizo presente. Sus ojos destellaban por la luz del sol y su cabello relucía como nunca. Una sonrisa se dibujó en su rostro mostrándome su perfecta dentadura. Me guiñó un ojo y yo solo me sonrojé. No podía creer que Theo vino a visitarme.

—Hola Stiles – Su voz estaba más gruesa de lo común –. Solo pasaba por aquí y quería saber cómo estabas. Se que ayer nos vimos, pero créeme cuando te digo que no paro de pensar un solo segundo en tus pecas y en tus ojos.

—No digas estupideces Theo, sé que tienes a la mitad de Beacon Hills colando atrás tuyo – Le contesto – No tienes que sentirte obligado a venir a visitarme. Se que soy uno más del montón.

Me agarró de la mejilla con su mano derecha.

—Ahí es donde te equivocas Sti – Me acaricia lentamente con su pulgar logrando que todo mi cuerpo tiemble ¿Me estaba enamorando de Theo? —. Tengo a muchas personas alrededor mío, pero con la quiero estar tiene muchos problemas, entonces tengo que esperar a que se sienta listo para dar el segundo paso.

No sabía muy bien la relación que tenía con Theo. Lo conozco hace muy poco, pero me hace sentir querido, amado. Esos sentimientos no los tengo desde el primer maltrato de Derek. Y ahora que los vuelvo a sentir tengo mucho miedo. Tengo miedo de que mi corazón no pueda resistir.

—Pensaba en que podíamos almorzar algo, pero por los rastros de pan en tu ropa creo que llegué tarde – Me dice sonriendo apuntando las migajas de pan que tenía en mi suéter. Que vergüenza dios mío.

—Solo comí un sándwich – Respondo –. Si quieres puedo cocinar algo rápido. Tengo pollo de ayer y podemos acompañarlo con algún arroz. Pero si no tienes ganas de eso puedo preparar otra cosa. Soy muy buen cocinero. Mi padre siempre me lo dijo y no sé porqué no estudié eso luego de la secundaria. Además de cuando estoy estresado la comida me ayuda a relajarme. Es el medio donde mejor me siento y sé...

—Hablas mucho Stiles – Una carcajada se hizo presente –. Vamos a comer lo que tengas, pero tiene que ser antes de las cinco porque tengo una reunión muy importante con un empresario de aquí. Hasta ahora es un secreto, pero quereos abrir una sucursal de libros juveniles.

Yo le sonrío.

—Me alegro mucho por ti Theo. Ven, entremos.

Una vez que estuvimos adentro me dispuse a cocinar. Hablábamos de la vida y de nuestros objetivos. El que más habló de lo que quería era Theo porque yo solo veía un futuro creciendo con mi hijo Dylan.

Comimos entre charlas sobre series y como Netflix borró las buenas series. Estábamos totalmente indignados hasta que Theo me explicó lo que el investigó y en parte tenía razón. Netflix compra a las cadenas, y si las cadenas no querías vender más su producto estaba en todo su derecho.

Junté los platos y los lavé. Theo secaba al lado mío y aprovechaba para rozar con partes de su cuerpo el mío. Puede ser que sea un poco lento para las señales, pero él lo hacía descaradamente.

—Stiles me tengo que ir, ya es un poco tarde – Miro el reloj y definitivamente eran las 16:47.

—Perdón por retenerte tanto – Le dije mientras nos dirigíamos hasta la puerta. La abrí lentamente y el salió, pero antes de caminar se dio vuelta y se quedó a centímetros míos.

—No te preocupes, amo pasar tiempo contigo.

Y todo fue muy rápido. Las manos de Theo se posaron en mi cintura. Su rostro se acercaba cada vez más al mío. Podía sentir su aliento chocar con mi nariz. Hasta que algo se posó en mis labios. Los movimientos del rubio eran lentos y esperaban que yo le de paso hasta mi lengua, cosa que hice. Fue un beso sumamente lento y sin apuro. Ambos lo estábamos disfrutando. Se separó cuando se quedó sin aire y me miro con una sonrisa, pero después todo cambió por un aire serio.

—Derek – Susurró.

Frunzo el ceño y veo en dirección a donde mira Theo y lo veo. Derek me miró a mi primero y luego al rubio.

—¿QUÉ TE DIJE DE METERTE CON LAS PERSONAS AJENAS? – Gritó fuertemente antes de pegarle un fuerte puñetazo en la cara a Theo.

¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora