Capitulo 26

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Dylan estaba muy emocionado por ir a la casa de Derek. Se levantó extremadamente temprano para preparar una pequeña mochila con ropa, videojuegos y un par de juguetes. Se duchó rápidamente y se vistió con una ropita que le preparé la noche anterior. Me levantó reiteradas veces, pero siempre fui bastante flojo, además de que él nunca se levantaba a esta hora, pero podía entender toda la adrenalina que largaba. Si de algo no podía culpar a los niños es de no sentir odio en sus corazones. Por más que Dylan sabía que Derek me abandonó y nunca preguntó por él lo necesitaba en su vida para ser completamente feliz y eso era algo que no quería quitarle a mi hijo: La felicidad. Y nunca iba a permitir que mi hijo fuera infeliz o sienta la ausencia de algún familiar. Cuando murió mi madre sentí como si mi mundo se derrumbara, y mi padre no podía hacer que mi madre volviera a la vida. Tuve que lidiar con ello desde muy pequeño, pero eso no tendría que pasarle a mi hijo. Derek estaba vivo y podía pasar tiempo de calidad con su hijo. Y tenía mucha suerte de que Dylan también quiera recuperar la relación padre e hijo.

Cuando estábamos desayunando podía ver el destello de felicidad en los ojos de mi pequeño hijo. Ayer a la noche me convenció de que los dos vayamos a la casa de Derek. Primero le dije que me gustaría que el aprovechara para estar con el pelinegro, pero luego de que me pusiera cara de perro mojado no pude resistirlo y decidí ir a pasar el día con ellos. Le conté a mi padre lo que haríamos y me dijo que si la felicidad de mi hijo lo era todo para mí que no me dolería el gran sacrifico que tengo que hacer. Estuve con él un par de horas hasta que me fui a dormir, pero cuando me acosté todo lo que podría pasar llegó a mi mente como una bala. ¿Qué pasaba si nos peleábamos con Derek nuevamente? ¿Qué pasaba si me daba un ataque nuevamente? ¿Si mi hijo veía algo extraño y comenzaba a hacer preguntas? No estaba listo para responder ninguna pregunta, o al menos hasta que hable con Derek. Por más que me hizo sufrir lo seguía amando y no quería que mi hijo se lleve alguna mala impresión de él. Se lo que se siente cuando te hace falta algún familiar al lado tuyo y no es nada bueno.

Una vez que teníamos todo listo mi padre me llamó a la sala. Cuando entré cerró la puerta rápidamente y se cruzó de brazos mientras me miraba fijamente a los ojos. La última vez que me dio esta mirada fue antes de contarle mi relación con Derek porque me reprochó que me escapé para verme con el pelinegro.

Yo solo le mantuve la mirada por unos segundos hasta que dio un largo suspiro antes de comenzar con el gran sermón que habría preparado.

—Solo quiero que sepas Sti que se que quieres lo mejor para tu hijo, pero no debes arriesgarte a encontrarte con ese hombre nuevamente. En tu último ataque te hiciste daño a ti mismo y no quiero que por un arrebato de Hale lo vuelvas a hacer de nuevo. No se si podré lidiar con ello, además de que no se si resistiré no moler a golpes a Derek – Se frotó la cien –. Porque se merece que lo mate. Estoy siendo muy leve al decir que solo quiero golpearlo porque sabes muy bien que no es lo único que planeo hacer cuando lo tenga enfrente mío.

—No te preocupes pa, lo estuve pensando mucho y lo mas importante para mi es Dylan – Le digo – Si a él le hace feliz entablar una relación con Derek no tengo porqué oponerme.

El me mira confundido.

—¿Aceptó a Derek después de todo lo que te hizo? – Preguntó consternado.

Yo solo bajo la mirada.

—No le contaste – Concluyó –. Es muy importante que lo hagas hijo, tienes que decirle toda la verdad.

—Quiero hablarlo primero con Derek para que pueda escucharnos a los dos, siempre fue el plan. Pero el idiota siempre que viene hace problemas.

El sheriff asintió con la cabeza.

—Si quieres puedo pedirle a Parrish que te acompañe.

Mi cuerpo se estremeció al escuchar el nombre del ayudante de mi papá. Todavía no podía borrar la imagen de mi mente cuando Parrish me tocó en el hospital.

—No papá, no quiero que Parrish me acompañe – Traté de sonar lo más tranquilo posible para que mi padre no sospeche de nada. Si se llegase a enterar lo mataría sin pensarlo.

El sheriff sale del salón y yo lo sigo detrás cuando escucho como el timbre suena fuertemente.

—No te preocupes, yo abriré la puerta – Mi padre me apretó el hombro y yo fui en busca de Dylan.

Mi hijo estaba sentado con las piernas temblando en la cocina. Estaba realmente nervioso.

—¿Estás listo hijo? – Le pregunté y el asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

—STILES, TIENES UNA VISITA – Mi padre gritó desde la puerta ¿Quién demonios será?

Caminé de la mano con Dylan hasta la puerta hasta que lo veo. Theo estaba parado con una sonrisa y un brillo en los ojos como si viera la cosa más hermosa del universo.

—Theo ¿Qué haces aquí? – Pregunté aun sorprendido.

—Vine a ver como estabas, no te vi por unos largos días y se me hicieron eternos, pero veo que están por salir.

Me sonrojé al máximo.

—Tío, iremos a la casa de Derek – Exclamó Dylan alegremente.

Theo se puso serio al instante.

—¿Irán a la casa de Derek? – Preguntó aun confundido y ¿Celoso?

—Si, nos invitó a pasar el día – En el fondo me quería reír al ver como Dylan no le daba importancia al rostro de Theo. Era tan inocente.

Mi papá vino corriendo.

—Hijo – Me habló – el coche esta pinchado. Tendrás que ir en algún Uber o pedirle a Derek que los busque.

—Yo los llevo – Se adelantó Theo y antes de que yo me oponga Dylan me estaba empujando por la espalda.

—Apúrate papá que estamos llegando tarde.

Subimos al coche del rubio y no nos dirigimos ninguna palabra hasta que llegamos a la casa del pelinegro.

—Hijo, ve a golpear la puerta yo bajaré las mochilas.

Dylan me hizo rápidamente caso y bajó corriendo sin pensarlo. Cuando quise salir unas manos me retuvieron la muñeca.

—Estas muy lindo hoy Sti – Theo me miraba como si fuera a comerme. Miró por encima de mi hombro y luego volvió hacia mis pupilas – Tanto que no puedo resistirme a hacer esto.

Me dio un beso muy largo para mi gusto, pero no se apuró en ningún momento. Solo fue un tacto de labios, sin lengua y sin pasión. Cuando se alejó sonrió más de la cuenta y arrancó el auto.

—Espero que te diviertas.

Me bajé sin decir nada porque estaba en shock y cuando me di vuelta vi a Derek con su rostro serio mirando en dirección al auto.

Demonios, lo vio todo.

¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora