Capitulo 48

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Desde que pise el pasto de la casa familiar de Derek un aura de paz se hizo presente en mi alma. Recordaba cada parte del hogar como si mi hubiera venido toda mi vida. 

  —Esta tarde podemos ir al lago a nadar si quieres— La voz del ojiverde retumbó en mi oído derecho.

Me volteo un poco rápido y le miro a los ojos directo.

— Me encantaría Derek.

Me llevó hasta mi habitación por este fin de semana y me dispuse a dejar todas mis cosas en el perchero de color blanco. La luz me cegaba por momentos pero hacía que las paredes de color turquesa brillen sin igual. 

  — El almuerzo enseguida estará listo Sti.

¿En que momento Derek se puso a cocinar?

— No te preocupes, es una pequeña vianda que preparé apto para microondas. Mañana te tengo un menú especial para ti...

Antes de que le diga algo el se marcha rápidamente por donde vino dejándome con el agradecimiento en la garganta. Ya sabía que él odiaba que agradezca sus actos de ''amor'', porque cuando eramos una pareja me lo decía todo el tiempo, pero no quería incomodarlo. Y muchos fantasmas del pasado me perseguían mostrándome siempre lo molesto que se ponía si le hacía enojar con mis actitudes de ''niño''.

Como pude me coloqué un bañador que tenía y una remera que se adhería a mi cuerpo. Me doy una ultima mirada en el espejo y veo que mi rostro se encuentra en un rubor constante. Mis mejillas estaban tan rojas que sentía el calor acumularse hasta en la ultima capa de piel.

La cocina estaba completamente caliente. Casi todas las corrientes de fuego están encendidas cocinando algún tipo de comida. De lejos veo un par de panqueques en su punto perfecto. Me acerco lentamente para apagarlo pero unos brazos se apoderan de mi cuerpo. Toda mi mente se tensa a tal acto del ojiverde pero trató de relajarme apoyando mi mejilla en su brazo.

  — ¿Sabes cuanto ansíe tenerte de esta forma de nuevo?— Su voz se volvió tan gruesa que podía notar su excitación de acá al centro de Beacon Hills. 

Me acunó en sus brazos como solía hacerlo cuando vivíamos juntos y eramos una pareja feliz. Su pecho se inflaba y me llenaba de un aura que casi nadie lograba. Solo él. Siempre fue ÉL.

  — Tengo hambre Derek — Trato de zafarme de sus brazos pero me sujeta aún más fuerte.

— Esta vez no te me escapas pequeño.

Me pegó una vuelta super brusca y se acercó peligrosamente hasta mi cara. Su nariz rozó la mía y después me tocó los labios.

— No sabes las ganas que tengo de poder besarte y que me correspondas Sti— Su nariz seguía acariciando la mía—, pero no quiero apurarte a hacer algo que no estas seguro. 

 No sé de donde saqué todo el amor que mi corazón desprendía para sentirme seguro y largar lo que tenía en la garganta.

  — Siempre estoy seguro de besarte Derek.

Me abalanzo hasta los labios y los uno en un abrir y cerrar de ojos. Al principio no recibo ninguna respuesta del pelinegro pero de un momento a otro ya estábamos en esos besos que te dejan si respiración. Nuestras bocas se abrían y cerraban en todo momento buscando la lengua del otro. Era algo completamente desesperado. Sus manos estaban en mi nunca atrayéndome cada vez más hasta su cuerpo. Sus músculos marcados se apretaban a mi cuerpo un tanto flaco y flácido. Comenzaba a experimentar esas mariposas que sentí cuando recién me besé con Derek. Y me creerán estúpido pero no me arrepiento de sentirlas.

  — Stiles, no quiero que esto sea así— Se separa de mi. Trato de volver a sus labios pero sus manos me alejan un poco más—. Básicamente esta mañana me odiabas y ahora estas así. ¿Que te sucede? ¿Acaso no sabes que te odio y que sigo con Jennifer?

De la nada la mujer aparece detrás mio y me aleja del pelinegro dándole un beso fugaz. Todo mi mundo comenzó a colapsar una vez más.

Stiles.

Me voy para atrás y comienzo a maldecirme por ser tan idiota.

Stiles.

Odiaba mi vida.

Pequeño.

Odiaba a Derek Hale.

Sti, despierta.

 Abro mis ojos lo más rápido posible. Lo primero que veo es a Derek con el cejo fruncido y su mirada preocupada. Me tenía de los hombros con un toque suave y podía jurar que se estaba desesperando al verme en algún estado de histeria.

  — ¿Estas bien amor?— Su voz sonaba un poco apagada.

Le miro directamente sin dejar de observar sus pupilas. Mi alma se reflejaba en ese negro tan potente que les podía jurar que necesité apartar la mirada para no sentirme ultrajado. Derek provocaba muchas cosas en mi que trataba de reprimir, pero lamentablemente no lo estaba logrando. Y eso odiaba de mi corazón.

— Te quedaste dormido, te llamé un par de veces y como no contestabas subí a ver que te sucedía ¿Estas cansado? — Me pregunta, pero yo sigo pensando en banalidades—. Si quieres podemos descansar un rato y luego comer. 

  — No Der — Me toma de la mano—, quiero desayunar antes de que me arrepienta.

— ¿Arrepentirte? — Me mira un poco consternado y temeroso.

Me golpeo internamente luego de decir eso. No quería que Derek comience a investigarme e indagarme por mi actitud de recién. Conociéndole no parará hasta saber que mierda me sucedió.  

  — Solamente vayamos a comer.

Me levanto lo más rápido posible para salir prácticamente corriendo de la habitación. Unas manos me toman de la cintura y me voltean rápidamente.

— Luego de comer tendremos toda la tarde para dormir porque personalmente tengo mucho sueño — Sus dientes reflejaban luz propia—. Pero a la noche iremos a cenar al borde del lago. Es mi regalo para ti Sti — Me toca la mejilla suave y cariñosamente—, quiero que este fin de semana sea perfecto para ti y para mi. Consideralo algo único para una persona única. 

Como todas las veces que me tomaba de sorpresa ese pequeño sentimiento de asfixia me usurpaba el cuerpo y hacia presencia sin dudarlo. Por más que quería negarlo Derek me seguía provocando cosas, y tenía miedo de volver a enamorarme de él.

En realidad tengo miedo de aceptar que nunca dejé de estar enamorado del gran Derek Hale.

  [...]  

Feliz año nuevo chicos.

Los quiere: Matias♥

¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora