¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)

Capitulo 24

Abrí los ojos lentamente con el sol pegándome en mis pupilas. Ya pasó una semana desde el incidente con Parrish y Derek y según el médico ya no hay rastros de mi último episodio de ataque de pánico. Después de eso mi padre no me quita los ojos de encima, y solo me permite estar en casa con Dylan. Mi hijo no para de abrazarme ni hacerme pequeños mimos en todo momento. Me contó que su abuelo le había dicho que debía cuidarme y que solo me curaría con abrazos y besos. Y si algo tenía Dylan Stilinski era ser la persona más cariñosa del maldito universo.

—Papi – Dylan me zarandeó un poco la ropa –, cuando estabas en el hospital pude notar como tu amigo Derek estaba muy preocupado por ti y todavía no me olvidé que él es mi padre ¿Cuándo me hablaras de este tema?

Lo miro y me quedo sin palabras. Dylan estaba preguntando de una forma madura sobre su padre biológico. Le acaricio la cabeza y solo sonrío. No podía creer como un nene de tan solo cinco años hablara como un adulto de treinta. Siempre supe que el sería distinto a todos los niños del mundo.

—Es algo difícil de hablar...

—Difícil es que me cuentes como vienen los bebes al mundo papi – Se ríe fuertemente –. Y por si preguntas ya lo sé. La señorita del kínder nos contó porque nosotros le pedimos.

Yo le miro un tanto sorprendido.

—Así que la señorita ya les contó de como vienen los bebés. Creo que tengo que hablar con el director del kínder. No puedo permitir que esto siga sucediendo.

Dibujé una sonrisa en mi rostro.

—No lo hagas papi porque osino echaran a la señorita Roberts y no podremos seguir aprendiendo sobre la vida.

—Si quieres saber algo sabes que tienes que preguntarme a mi hijo – Le digo dándole un pequeño empujón en el cachete. El me golpea la mano suavemente.

—Y por eso te estoy preguntando ¿Cuándo me hablaras de mi padre? – Su mirada cambió a seria de repente. Sabía que Dylan en algún momento preguntaría sobre el pelinegro, pero creo que el que no estaba listo para hablar del tema era yo. Y eso parecía raro ¿Cómo un niño de cinco años estaba listo y una persona adulta no? Eran pequeñas cosas que me seguían sorprendiendo de mi hijo. Era un niño superdotado sin dudas. Y si quería saber sobre su padre yo no soy nadie para negárselo.

—¿Qué quieres saber exactamente? – Pregunté rápidamente.

El me miro con aire triste y bajó la mirada.

—Quiero saber porqué nos abandonó.

Mi mundo se hizo añicos al ver como mi hijo se limpiaba unas pequeñas lagrimas que caían de sus ojos. Se sentó como indio y me miró a la cara como si esperaba una respuesta verdadera. Por un momento pensé en mentirle o dar vuelta la conversación, pero sabía que era momento que él lo supiera. Quería que en algún momento Dylan tenga relación con Derek. Y quizás era el momento de que sepa la verdad.

—Pasaron muchas cosas hijos – El me miró a la cara. Mi corazón se achicó por unos segundos, pero respiré aire fresco y continué –, pero lo más importante que tienes que saber es que él te quiere en su vida. Cuando nos separamos él no sabía de tu existencia en mi panza. Yo me fui de casa y no lo vi hasta que vinimos a visitar al abuelo este último mes. Es todo lo que tienes que saber. En estos días hablaré con él y nos juntaremos para hablar ¿Quieres?

Dylan me miro con el cejo fruncido.

—Siento que no me cuentas toda la verdad papi – Me dijo rápidamente. Yo desvié la mirada porque sabía que no iba a poder hacer nada para evitar que las lágrimas salieran de mis ojos.

—Es lo más importante hijo, lo otro son solo problemas de personas que eran inmaduras.

Unos pequeños bracitos se aferraron a mi cuello como si su vida dependiera de ello. Yo le rodee la cintura a Dylan y nos quedamos así por unos largos minutos hasta que el pequeño se quedó sin aire. Se quejó rápidamente y nos separamos sonriendo.

—Me gustaría poder hablar con él ¿Tienes su número para que yo pueda llamarlo? – Me preguntó entusiasmado.

Asentí con la cabeza y busqué mi móvil. Marqué el contacto de Derek y cuando hizo el primer todo se lo di a Dylan. El salió corriendo hasta otra habitación encerrándose.

Yo me quedé en completo silencio. Mi hijo quería retomar su relación con Derek. Él estaba listo. Pero la pregunta más importante es ¿Tú estás listo Stiles? ¿Estaba seguro de poder verlo a los ojos sin sentir todo el remordimiento que me come por dentro? ¿Podría convivir con Derek para que nuestro hijo sea feliz? ¿Podría estar al lado de Derek sin sufrir por nuestro amor no correspondido? ¿Podré soportar no ser importante en la vida de Derek? ¿Cómo será todo a partir de este momento? ¿Seré feliz algún día?

Dylan salió corriendo emocionado de la sala en donde se había encerrado. Su sonrisa de oreja a oreja hizo que mis nervios se calmasen un poco. Me entregó el móvil y me pidió que lo alzara. Cuando lo hice me dio un abrazo más, pero este tenía otro aire. Dylan estaba completamente feliz y podía sentir a mi cuerpo contagiándose de la misma.

—Derek me dijo que puedo ir a su casa en estos días, y también me dijo que puedes ir tu si quieres. Me dijo que quiere recuperar su familia papi: Nos quiere recuperar – Dylan estaba tan contento que me comencé a plantear si el problema con Derek era culpa de mi persona.

—Que lindo hijo – Le respondí – ¿No le preguntaste cuando puedes ir?

—Me dijo que si queremos que mañana ya podemos ir a su casa.

Yo le acaricie la cabeza.

—Si quieres puedes decirle que iremos hijo.

El se comenzó a agitar y tomó mi móvil nuevamente. Marcó un número y llevó el celular a su oreja.

—Hola Derek, soy Dylan de nuevo... Dijo que si... Mañana queremos ir... Nos vemos entonces – Y colgó en tiempo récord. Me tendió el celular – Me iré a preparar mi mochilita para mañana papi – Se largó a correr hasta la habitación.

Me quedé completamente congelado. Mañana sería un día extraño.

La puerta se abrió y mi padre entraba con un par de bolsas. Me acerqué y le ayudé. Le pregunté cómo estaba y charlamos de banalidades. Acomodamos todo lo que pudimos y sin pensarlo dos veces me eché a sus brazos.

—Gracias por no abandonarme nunca – Le dije mientras le abrazaba.

Y en ese momento me di cuenta porque me vería de nuevo con Derek. Todo por la felicidad de mi pequeño hijo.