Capitulo 31

3K 225 36
                                    


El camino en coche fue extremadamente incómodo para mí. Miraba para todos lados buscando algo que me distraiga de los ojos de Derek, ya que por una extraña razón estaban más luminosos que los días anteriores. En varios minutos quería comenzar una conversación amistosa, pero algo frenaba todos mis impulsos haciendo que siguiera mirando para otro lado. Lo cual ya me estaba molestado mucho porque teóricamente estamos en una cita y no había excusa de que no lo conocía para estar nervioso ya que fuimos novios por mucho tiempo. Pero dios santo, nunca estuve tan nervioso como en este maldito momento.

—Iremos a comer a un restaurante muy pequeño que encontré hace un par de meses – La voz de Derek retumbó por todo el coche haciendo que mis sentidos se pongan alerta.

Un sentimiento de rencor creció en mi interior ya que dijo que lo conoció hace un pa de meses. No hace mucho tiempo que terminó con Jennifer y seguramente a este lugar venía a comer con ella. Pero tampoco podía reclamar nada, yo ni siquiera estaba en Beacon Hills, pero también me doy cuenta que es un simple estúpido. Sabe que soy calculador con todos esos temas y tiene que nombrar que conoció el restaurante hace un par de meses.

Típico de Derek.

—Me gustan los lugares pequeños – Le digo para romper el hielo – Siempre me gustan las cosas pequeñas.

—Eso no me dijiste la primera vez que tuvimos sexo.

Lo miró impactado. No podía creer que Derek se atreva a hacer esos tipos de chistes. El recuerdo llega a mi como si de una estrella fugaz se tratase.

[...]

Cuando Derek me llamó para que vaya a su casa a cenar todo el nerviosismo se acumuló en mi mente. Me sentía realmente un estúpido además de saber que lo nuestro iba con una segunda intención.

Todo el camino que conduje hasta su casa fue interminable para mí. Iba a ser la primera vez que tendría relaciones con alguien, y ese alguien era el amor de mi vida. Cuando llegué a su casa me bajé rápidamente y pude ver a Derek parado en su perta esperándome con una pequeña sonrisa en sus labios. Lo cual me agradó mucho en ese momento porque me llenó de confianza. Caminé lo más lento posible hasta que sentí los trabajados brazos del pelinegro rodearme con fuerza, tanto que casi me dejó sin aire.

Nos adentramos a su hogar y a lo lejos vi una gran mesa con muchos utensilios listos para que los usemos. Sonreí y le mire a Derek tratando de agradecer todo el esfuerzo que estaba haciendo para que yo sea su novio.

Algo que me sorprende mucho del pelinegro es que es una persona que espera por la persona que ama. Nosotros únicamente nos besamos y abrazamos un par de veces, y todo el otro tiempo tratamos de conocernos mejor. Pero Derek nunca apuró las cosas y me dijo que me esperaría porque, aunque no lo crea, era el amor de su vida.

Al principio no quise creer en sus palabras, pero con el tiempo me fue demostrando todo el amor que decía profesarme y de un momento a otro me di cuenta que los latidos de mi corazón se debían a una sola persona: Derek Hale.

Nos sentamos y sirvió dos copas de Champagne. Lo miré con una sonrisa juguetona ya que yo seguía siendo menor y no me dejaban tomar alcohol, pero el solo negó y me tendió la copa para que le dé un pequeño sorbo. Cuando sentí la espuma por mi garganta pude jurar que me hice adicto a tal bebida.

—Si mi padre siente olor a alcohol en mi le diré que tú me obligaste, ya tuve suficiente con el castigo del mes pasado – Replico.

Derek sonrió.

—Pero la otra vez no pudiste echarme la culpa porque tu decidiste que debíamos escaparnos a la pequeña cascada de la ciudad.

—Y obtuve las consecuencias.

El pelinegro me abrazó.

—Yo también las sufrí ¿Sabes cómo te extrañé esas dos semanas que no pude verte? – Su agarre se hizo más fuerte de lo común.

De repente unos labios se posaron en los míos pidiéndome permiso para hacer que el beso sea más fugas de lo inusual. Cuando le di paso unimos nuestras lenguas en un beso que recordaré toda mi maldita vida. Una vez que nos separamos nos sonreímos mutuamente y Derek se sentó enfrente mío.

—Pero ahora tenemos que cenar Sti, para luego pasar a lo importante.

Cenamos en un silencio que no resultó incómodo para nada y bebimos todo el Champagne que sobró. De un momento a otro todo mi sistema se vio afectado por el alcohol, pero no podía dejar de hablar incoherencias en frente del pelinegro, el cual se mataba de la risa por lo que le decía.

—Y dime Sti ¿Qué te gusta? – Preguntó con una sonrisa Derek.

—Me gustan las cosas grandes.

Derek se puso serio y no pude evitar mirarle con un poco de miedo.

—Vamos a la habitación Stiles, y te mostraré algo que es gigante.

Y dicho esto me llevó de las manos hasta la escalera haciendo que todas mis fantasías fluyan para ser cumplidas.

[...]

—Fue lo peor, y siempre que podías me lo recordabas – Le reclamo.

—Pero fuiste tan lindo en esa cena que no pude evitar llevarte a mi cama y hacerte por primera vez mío. Era el deseo de muchos, pero me lo concediste a mí.

Me tomo de la mano cuando estaba desprevenido.

—Solo quiero que sepas Sti que enserio que recuperarte a ti y a Dylan – Me dio un suave apretón y aparcó el coche –. Llegamos.

Nos bajamos los dos juntos y pude ver el lugar donde íbamos a cenar. Era un pequeño restaurante de estilo rustico, lo cual me encantaba. Le miro por unos segundos y sonrío.

—Cuando encontré este lugar con Jennifer no pude evitar acordarme de ti. Sé cuánto amas el estilo rustico y casi siempre venia acá por el simple hecho de sentirte cerca.

Le sonrió y pude notar una luz en sus ojos. Bajé mi vista sonrojada y entramos al pequeño restaurante, pero todo mi sistema se congeló cuando levanté la vista.

Theo estaba sentado con Parrish en una mesa tomando una cerveza.

Esto se pondrá feo.

¡SOLO QUIERO AMOR! (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora