the way you make me feel; Michael Jackson.

Cinco.

1987, California.

Subí al auto y puse en marcha hacía mi casa, solo llegaré a dormir, estoy un poco cansada, vale más que ya terminamos el vídeo, esto de estarse levantando todos los días muy temprano, no es bueno para mi. Siento que este disco nuevo de Michael será muy exitoso, la canción "The Way You Make Me Feel", me encantó, es muy movida y te hace bailar.

Iba pasando por enfrente de un parque, pero un niño se metió enfrente de mi, reaccioné rápido y lo esquivé, pero un camión chocó contra mi, el auto di vuelta, y los vidrios se enterraban en mi brazo, y pegué la frente contra el timón fuertemente, de ahí no recuerdo nada, todo se volvió negro.

(...)

Mis ojos poco a poco se iban abriendo, la luz me molestaba un poco, mi vista se adaptó al lugar, estaba en una habitación blanca, en mi brazo derecho sentí unos pequeños pinchones, tenía algunos cables conectados, y tenía una máscara de oxígeno, me la quité con cuidado y me senté en la cama, a mi lado habían muchos peluches, globos y cartas.

Tomé una carta, era de color rosa y estaba muy bien decorada, era de una chica llamada Sussie, abrí el sobre y saqué un papel muy bien doblado, decía:
"Hola, tal vez no me conozcas pero soy una gran fan tuya, eres muy increíble, admiro el trabajo que haces, todas tus fans te extrañamos, necesitamos que vuelvas, tú eres la que nos da fuerza de seguir con nuestros sueños, por favor, vuelve espero y pronto despiertes, con, mucho amor y cariño, Sussie xx."

Pero si fue ayer el accidente, no se porque tanto escándalo, a mi lado había un control, es de esos que cuando apretas un botón, un doctor te viene atender, lo apreté una vez.

Un doctor casi corriendo entró a la habitación.

—!Es un milagro que despertaras! –su voz sonó muy aliviada–

—Pero si el accidente fue ayer –lo miré confundida–

—¿Ayer? No lo sabes, pero estuviste en coma por 8 meses –me miró serio– muchas personas venían a verte todos los días, dejaban regalos y cartas, la gente está muy preocupada por ti, llamaré a Alan para que venga por ti –salió de la habitación–

¿8 meses? ¿Qué? Dios, si sentí que eso fue ayer, quedé en shock, enserio...¿8 meses?..

Algunos minutos después llegó Alan, y rápidamente me abrazó.

—Al fin despiertas! –me dijo muy feliz– todos pensamos que te habíamos perdido, me alegra que estés bien, no sabes cuanto extrañé –me abrazó fuerte–

—Tranquilo, ya estoy aquí –le sonreí–

—Lamento interrumpir, pero necesito chequear sus signos vitales, para saber si todo está en orden, si todo está en orden, podrás irte a casa.

Asentí y me senté en el borde de la cama, él doctor revisó mi temperatura corporal, mi pulso, los latidos de mi corazón, y mi vista.

—Bueno, al parecer todo está en orden, te daremos espacio para que puedas cambiarte, con permiso

Alan me dejó mi bolso con ropa, me puse una camisa blanca cuello V un pantalón jean, y mis zapatillas negras. Me arreglé el cabello haciéndome una cola alta, me fui a cepillar mis dientes y lavé mi cara, algunas cartas las metí en mi bolso, llevé 4 peluches en mis brazos.

Le hice una seña Alan para irnos, salimos del hospital y subimos al auto.