Noventa y nueve.

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1995, New York.

Volvimos al hotel, ya estábamos exhaustas por estar de un lado a otro. Caí rendida en la cama y me acosté boca abajo.

-Hoy fue un día muy cansado. -dijo Selena mientras tomaba agua-

-Demasiado... Deberíamos ir mañana a un spa, nos merecemos un pequeño descanso, ¿qué dices?

-Claro, es buena idea. -se acostó-

Y mi teléfono empezó a sonar, lo saqué del bolsillo de mi chaqueta y contesté.

-¿Diga?

-!Mami! -escuché la voz de Prince-

-Mi amor, ¿cómo estás? ¿todo bien por allá?

-Sip, muy bien.

-¿Y tú Papi?

-Dormido. -dijo soltando una risita-

-¿Cómo marcaste mi número?

-Maddie me ayudó a marcar el número.

-Hazle un favor a Mami y despierta a Papi, por favor cariño.

-Okey.

Se escuchaba como subía las escaleras y abría la puerta de la habitación.

-Papi... Despierta! -dijo riendo- Mami te habla.

Pasaron unos segundos y Michael contestó.

-¿Amor? -dijo adormilado-

-Cariño, lo siento si interrumpí tú siesta, pero quería saludarte ¿qué hace Prince despierto a está hora?

-No te preocupes... -bostezo- No lo sé, hace poco estaba durmiendo conmigo. -dijo confundido-

-Sólo quería desearles las buenas noches, descansen, los amo.

-Igualmente, te amamos más... Dile las buenas noches a Mamá. -se refirió a Prince-

-Buenas noches Mami, te amo.

-¿Y Paris ya está dormida?

-Sí, tiene un sueño muy pesado. -ríe-

-Vale, los dejo descansar, besos.

Colgué y dejé el teléfono a un lado, miré a mi lado, Selena ya estaba dormida. Me paré a apagar las luces, cubrí a Selena con una manta y la acomodé bien. Fui al baño y me puse mi pijama cómoda, hice mis necesidades y me acosté dispuesta a dormir.

(...)

El sonido de mi teléfono me levantó, todo estaba un poco oscuro, al parecer todavía es de noche. Un pequeño reloj a mi lado marcaba las "1:09AM" ¿quién rayos llamaría a ésta hora? Con un poco de sueño saqué mi teléfono de mi abrigo y contesté.

—Habla ____. –bostecé–

—Señorita Jackson. –escuché la voz de Maggie–

—Maggie, ¿qué pasa? ¿los niños están bien?

—No se preocupe por ellos, están bien, pero Michael no, está muy grave, tiene gripe, tos, la temperatura alta, también está vomitando. –y sí, a lo lejos escuchaba a Michael toser– 

—Oh, dios... Podrías pasármelo por favor.

—Sí señorita. –pasaron unos segundos–

—¿____? –estornudó–

—Amorcito, bebé ¿qué tienes? –le hablé preocupada–

—Me siento realmente muy mal... –empezó a toser–

—Tranquilo, tomaré un vuelo hacía Beverly Hills ahora.

—Cariño, no te preocupes por mí... Estaré bien

—No Michael, tengo que estar contigo y ver lo que pasa, me importas mucho y no quiero que algo malo te pase. –me cambié la pijama–
Sólo aguanta cariño, ya estaré contigo, te hablaré luego.

Está bien... Oh dios... –creo que al parecer vomitó, espero y no vomite la cama–

—Michael, relajate un poco y llamen a un doctor o algo.

—Sí, ya viene uno en camino.

—Vale, vale, te hablaré luego cariño, te amo.

Colgué y me cambié por un pantalón deportivo gris, una camisa de The Bealtes, mis vans negras y mi cabello atado en una cola y lavé mis dientes. Le tendré que avisar a Selena que me tendré que ir.

—Selena. –moví suavemente su brazo– Selenaaaaaaaaaa. –alargué la palabra–

—¿Mhm? –me volteó a ver–

Linda, enserio lo siento pero no podré asistir contigo a los grammys, Michael está muy grave y necesito ir.

—No te preocupes, está bien, lo entiendo.
–me dedicó una sonrisa–

—Vale, gracias por entender, en otra premiación iremos juntas, lo prometo.

—Está bien... Espero y Michael se sienta mejor pronto, nos vemos. –me dio una abrazo–

—Suerte en los premios, cuidate mucho y no olvides en llamarme y contarme todo.

—Claro, nos vemos.

Tomé mi pequeña maleta y salí de la habitación.%

Al llegar al aeropuerto milagrosamente había un vuelo directo a Beverly Hills. Abordé el avión y tomé asiento, llegaremos en 6 horas, tal vez, no estoy segura. La azafata empezó a dar instrucciones en caso de una falla en el vuelo o algo así. El avión despegó y mejor tomaré una pequeña siesta.

(...)

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora