the way you make me feel; Michael Jackson.

Setenta y cuatro.

1992, Santa Bárbara.

Ya estaba en casa sana y salva, desempaqué mi ropa y la dejé en un cesto de ropa sucia.
Me quité la ropa y me puse una pijama, no pienso salir de mi casa en todo el día, así que es mejor estar en pijama. Llamé a Dominick y segundos después contestó.

—¿Diga?

—Hey tontuelo, ya estoy en casa ¿todo bien?

—Enana! Todo va muy genial ¿y a ti como te fue?

—Me alegro, me fue muy bien! ¿cómo está mi sobrina?

—Está bien, aunque me desvela mucho por las madrugadas, a cada rato llora.

—Cuando eres padre dormir es cosa del pasado, acostumbrate Dom. –reí– bueno, solo te llamaba para saber como estaban, iré a dormir, nos vemos, te quiero mucho.

—Vale, descansa, te quiero más.

Colgué el teléfono y fui a chequear si el portón estaba cerrado y las alarmas encendidas, cerré bien todo, entré a la habitación de Prince para ver si seguía dormido, y definitivamente estaba dormido.
Me fui a mi habitación, cerré las cortinas de la habitación y me acosté, me cubrí con una manta y apagué la pequeña lámpara que tenía a mi lado, me acomodé y cerré mis ojos.

...

Me levanté otra vez exaltada y sudando, había tenido ese maldito sueño, controlé mi respiración y tomé el teléfono y marqué el número de Michael, en mi mente repetía varias veces "Contesta, contesta" hasta que contestó.

—¿Diga? –al parecer estaba dormido–

—Oh, lo siento si te llamé mientras estabas dormido... Solo quería saber si estabas bien.

—Tranquila bebé, estoy bien... ¿volviste a tener el sueño?

—Sí... Tengo mucho miedo Michael... Por favor cuidate muy bien.

—No me pasará nada cariño, tranquilizate y no pienses eso, le hará daño al bebé.

—Vale.... Pero enserio, debes protegerte, me moriría si algo te pasara.

—No debes preocuparte ¿sí? Nadie intentará en hacerme daño.

—John Lennon fue asesinado... Por uno de sus fans... todavía sigo sin creer su muerte... Pero mejor dejaré esos pensamientos de lado, te llamaré mañana, te dejaré descansar, te amo mucho cielo.

—Yo te amo más linda, descansa y asegura muy bien la casa.

—Está bien, sueña lindo.

Colgué el teléfono y lo dejé en su lugar, suspire y me volví a acostar.