the way you make me feel; Michael Jackson.

Ochenta y seis.

1993, Buenos aires.

Me levanté y vi que el reloj marcaba las 12:02PM bostece y me dirigí al baño, hice mis necesidades y cepille mis dientes, peine mi cabello, salí del baño. Prince ya estaba despierto, me acerqué a él y lo tomé en brazos.

—Buenos días mi pequeño. –le di un beso en la mejilla– Lavaré tus dientes y despertaremos a Papi ¿okey?

Él asintió con la cabeza, otra vez me fui al baño, cepille sus pequeños dientes con cuidado, lavé su cara y salimos del baño. 
Me senté al borde de la cama al lado de Michael, Prince gateó hasta donde estaba él, se montó encima de él y empezó a jalar no muy fuerte su cabello, Michael abrió sus ojos y Prince se empezó a reír.

—Cinco minutos más por favor. –se dio la vuelta–

—Cariño, debes levantarte. –lo moví suavemente– Tienes que ir a almorzar y practicar para el concierto de hoy.

En ese momento se levantó de golpe.

—Lo había olvidado completamente. –salió corriendo hacía el baño–

Me empecé a reír, le encendí la televisión a Prince y en ese momento Paris empezó a llorar, me acerqué a ella y la tomé en mis brazos.

—Mami está aquí, no llores. –la mecí–

Me senté al borde de la cama y le di de comer, Michael salió del baño y secó su rostro con una toalla.

—Eso es mío. –se cruzó de brazos–

—Desde que nació Prince dejaron de ser tuyas. –reí–

—Algún día volverán conmigo, siono raza.

Lo vi raro y confundida, siempre me da risa escuchar a Michael hablar español.

—Escuché a un chico decir eso, aunque no sé lo que significa, deberías enseñarme a hablar español para cuando venga a países de habla español.

—Lo tendré en cuenta. –sonreí– ¿Podrías hacerme el favor de bañar a Prince?

Él asintió, puso una tolla en su hombro y se llevó a Prince al baño, y después le di una ducha a Paris.

—Me iré a bañar, no tardaré.

—¿Y si nos bañamos juntos? Digo... Para ahorrar agua.

—Los niños no pueden quedar solos, Michael. –levanté una ceja–

—Oh por favor, Prince no irá a ningún lado.

Lo miré por unos segundos, y lo pensé.

—Está bien, ven.

Me desvestí y entré a la ducha, abrí la regadera, después entró Michael. Dejé que el agua corriera por todo mi cuerpo, le di espacio a Michael para que pudiera mojarse bien. No pude apartar mi mirada de su espalda desnuda, mordí mi labio inferior y me acerqué a él, lo abracé por detrás y deposité un beso en su espalda, él se dio la vuelta y me plantó un beso en los labios. 
Me tomó de la cintura y me pegó más a e él.

—No sabes cuanto te he extrañado. –me susurró–

Me estampó suavemente en la pared, me besó despacio el cuello, me tomaba posesivamente de la cintura, yo gemí fuerte cuando sentí su mano por mi intimidad.

—Cariño... –gemí–

Mis dedos estaban enredados en su cabello, mordí mi labio inferior, pero un gemido muy fuerte salió de mi boca.

—Michael... si seguimos así nunca saldremos. –reí–

—Por favor amor... Es una tortura no tenerte por casi un año. –me acarició la mejilla–

—Lo sé cariño, pero.... No podemos. –aparté un cabello de su cara– Ahora tenemos que apurarnos e ir a comer algo. –le di un beso–

Terminamos de darnos la ducha y me empecé a arreglar, me hice una cola alta y me maquille naturalmente.

Ya todos estábamos listos, tomé mi cartera y mis lentes de sol.

—¿Tu llevas a Prince o Paris? –le pregunté a Michael–

—Llevaré a Paris. –la tomó entre sus brazos–

—Está bien, ven con mami cariño. –lo tomé de su manito–

—Ya podemos irnos, Louis y Thomas ya están abajo

Tomé mi cartera y salimos de la habitación, al llegar a la parte de abajo, me puse mis lentes y acomodé mi cabello. Le dejamos las llaves de la habitación a la recepcionista y salimos.

—Buenas tardes señor y señorita Jackson.
–nos abrió la puerta del auto–

—Buenas tardes, Louis. –le sonreí–

Senté a Prince en mi regazo y acomodé su cabello, el aire se lo había despeinado un poco.

(...)