Doce.

231 22 0
                                    

1988, Miami.

~6 meses después.

Hoy Michael y yo cumplimos 6 meses, creo que tener la relación en secreto funciona, nada se interpone, todos sospechan que tenemos una relación o algo así, pero Frank siempre relaciona a Michael con otras chicas y me dan muchos celos verlo con otra chica, pero aguanto las ganas de golpearlas.

Esta semana Michael le pidió a Frank en tenerla libre, y él aceptó. Hoy llega a Miami, lo iré a recoger al aeropuerto, nadie sabe que Michael estará en Miami hoy.

Dominick me acompañó al aeropuerto, y eran las "2:21AM", ya cuando casi no había tanta gente en el aeropuerto. Llegamos y buscamos a Michael con la mirada, desde lejos lo pude ver, traía una pequeña maleta, caminó hacía nosotros, lo abracé fuerte y besé toda su cara, no poder verlo en 1 mes fue una tortura, las chicas siempre me acompañaban para poder ver a Michael.

—Mi amor! Te extrañé mucho –lo abracé fuerte–

—Yo también te extrañé mucho hermosa –me dio un corto beso en los labios– Hola Dominick, tiempo sin verte –chocaron los puños–

—Me alegra verte por aquí otra vez Michael –le dijo Dominick–

Caminamos hasta la salida del aeropuerto y subimos al auto, el camino estaba en silencio, teníamos demasiado sueño como para hablar, llegamos a mi casa, bajamos del auto y entramos a casa.

—Puedes quedarte a dormir en mi habitación, llegaré en un momento, es la puerta color rosada también sería mejor que te quedaras en mi casa, nadie sabe donde vivo y ni vienen reporteros, es seguro aquí –le dije amablemente–

—De acuerdo, gracias –asintió–

—Okay, ve a descansar, llegaré en un momento

Michael subió a mi habitación, yo iré a tomar agua, y Dominick se sentó en la mesa del comedor.

—¿Podríamos hablar un rato? –su cara estaba seria–

—Claro –me senté enfrente de él–

—Cuando duermas con Michael, no quiero que hagan sus cositas, ¿sabes a lo qué me refiero?

—Dominick, jamás haría eso en casa, sería una falta de respeto hacia ti, no te preocupes, no haremos nada malo, te lo prometo –le agregué un tono dulce a mi voz–

—¿Lo prometes por el dedo meñique?
–levantó su brazo alzando el dedo meñique–

—Lo prometo –reí–

Cuando yo hago promesas Dominick siempre me hace prometer por el dedo meñique, bueno, que decirles, Dominick es muy sobre protector.

—Iré a dormir, tengo sueño –me levanté de mi asiento– Nos vemos en el día –besé su mejilla–

Subí a mi habitación, entré con cuidado, y pude ver a Michael que ya estaba dormido, vestía una camisa blanca y un pantalón de pijama de ositos, por dios, que tierno! Parece un bebé dormido, me dan ganas de comérmelo a besos y jugar con sus mejillas.

Me quité mi suéter, yo ya estaba en mi pijama, en la madrugada aquí en Miami hace mucho frío, cerré mi ventana y corrí la cortina, me acosté al lado de Michael, lo cubrí con el cobertor, igual yo.

Me acomodé para dormirme, me acosté dándole la espalda, pero sentí el brazo de Michael en mi cintura, y sentí su respiración en mi cuello, me da cosquilla sentir la respiración en mi cuello.

—Te extrañé mucho, fue una tortura no poder verte en un mes –me dijo Michael–

—Lo mismo digo, aunque me da muchos celos cuando te veo con otra chica –me volteé quedando frente a frente–

—Lo sé, aunque hago esto para proteger nuestra relación, algún día le gritaré al mundo lo que siento por ti

Yo sólo sonreí y besé la punta de su nariz, mi mano estaba en su mejilla.

—Será mejor que descanses cariño, vienes muy cansado y no quiero interrumpir tu siesta, buenas noches, te amo mucho –le di un pequeño beso en los labios–

—Igual, descansa, te amo más

(...)

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora