Veintisiete.

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1989, Miami.

~5 meses después.

Yo estaba preparándome para ir a dormir, tuve que tomar una ducha, porque está haciendo un putero de calor de madre mía, ya sería chocolate blanco derretido. Me enrolle en una toalla y salí del baño, estoy un poco triste, Michael y yo hoy cumplimos un año juntos... Pero él viene en dos días, lo extraño demasiado, mi pastelito.

Pero tocaron el timbre de la casa, ¿quién podrá estar tocando a las 9PM, Gianna tal vez? Bajé a la sala, a uno ni lo dejan cambiarse, carajo, abrí la puerta y me encontré con Michael y un ramo de rosas.

—!Michael! –me tiré encima de él– Mi pastelito te extrañé mucho. –besaba toda su cara–

—Mi enana, igualmente te extrañé mucho linda –me abrazó fuerte–

Me bajé de encima de Michael, y lo hice pasar a la casa, cerré la puerta.

—Pensé que llegarías hasta dentro de dos días. –le dije confundida–

Solo te lo dije para que no sospecharas que venía hoy, y te traje estas rosas. –me entregó el ramo de rosas rojas–

Oh, muchas gracias cariño, eres el mejor. –lo besé–

—Sigo sin entender porque estás en toalla.

—Ah, es que me acaba de bañar y pues como tú tocabas el timbre tuve que bajar así. –le dije sonrojada–

Tomé un jarro y lo llené de agua, lo llevé a la sala y las puse en agua, y me asusté porque Michael me abrazó fuerte de repente, hundió su cabeza en mi cuello y enrollo sus brazos en mi cintura.

—No sabes cuanto extrañé sentir tu cuerpo, tu aroma....–me dijo pegando su cuerpo al mío–

—Cariño... No sabes lo mucho que me habías hecho falta, ahora no hay que preocuparse... Ya estás conmigo. –acaricié su mejilla– Te notas muy cansado, ven, quedate a dormir esta noche conmigo.

Él asintió, cerré la puerta con llave y apaguelas luces de la sala, subimos mi habitación, Michael se sentó en la cama viendo muy atento cada movimiento que hago, me puse roja al instante.

—¿Podrías de dejar de verme así? Me haces poner nerviosa. –dije buscando mi pijama–

—Solo dejame admirar tu belleza. –apoyó su mentón en la palma de su mano–

Se me escapó una pequeña risita, ya tenía mi pijama y ropa interior en mano, cerré el armario.

—¿Podrías darte la vuelta? Me quiero cambiar. –le pedí amablemente–

—¿Para qué? Yo ya vi todo, no necesito darme la vuelta, ya no hay nada que no haya visto, primor. –me dijo guiñando un ojo–

—Michael, por favor... Es que me da vergüenza que me mires, esa mirada penetrante que tiras me pone nerviosa.

—Ya tengo otra razón para verte más. –me dijo riendo–

Michael es una persona muy insistente, obtiene todo lo que quiere, quisiera tener ese poder, le preguntaré a Michael su secreto.

—Vale, vale, me daré la vuelta. –se dio la vuelta–

Suspire con alivio, me puse la ropa interior, dejé la toalla a un lado. Reí maliciosamente y me acerqué a Michael, lo abracé por detrás...

—¿Me extrañaste demasiado? –susurré en su oído mientras mi mano estaba encima de su miembro–

—Oh mierda nena. –gimió–

Michael se dio la vuelta, quedamos frente a frente, me monté encima de él y lo besé apasionadamente, sus manos bajaron a mi cintura mientras mis brazos estaban en su cuello.

—Hazme tuya todas las veces que quieras, cariño. –le dije coquetamente–

Puse sentir el miembro erecto de Michael.

—Pero....Dominick nos escuchará.

—Tranquilo, él no está en casa...

~3 doritos después.

Caímos rendidos a la cama, mi respiración estaba agitada y gotas de sudor habían en mi frente. Me puse mi ropa interior y me acosté a la lado de Michael, encendí el aire acondicionado y me acomodé, él me abrazó por la cintura y puso su cabeza en mi pecho hasta quedarnos profundamente dormidos...

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora