Setenta.

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1992, Bremen.

Llegamos al hotel, pasamos casi todo el día paseando, también compré algunas cosas para las chicas, mi sobrina y para Katherine. Puse las bolsas a un lado y me senté en un sillón, sin pensarlo dos veces me quité los botines y estiré mis piernas.
Acosté a Prince en la cama, me quité la ropa y me puse una blusa y un short de pijama, amarré mi cabello en una cola y me senté en la cama.

—¿Ocurre algo? –me preguntó Michael–

—Solo me duelen las piernas, no te preocupes cariño. –me acosté–

—Te haré un masaje, soy muy bueno haciendo eso. –tomó una crema y se puso un poco en la palma de su mano–

Se sentó a mi lado y empezó a esparcir la crema por mi pierna izquierda, dio masajes y dios! Se siente tan bien.

—¿Está ayudando? –siguió dando masajes–

—Demasiado. –me sentí aliviada–

Terminó y !wow! Siento por lo menos un poco de dolor, Michael hace magia con sus manos. Ahora sí ya estaba un poco mejor, Michael se acostó en la orilla.

—Bebé, ¿podrías apagar la lámpara? Por favor. –le pedí amablemente–

—Claro. –apagó la lámpara–

Me pegué a él, apoye mi cabeza en su pecho y monté mi pierna encima de él, siempre hago eso, es muy cómodo.

—Buenas noches bebé, descansa. –le di un beso en los labios–

—Descansa, sueña lindo. –me abrazó por la cintura– Te amo.

—Te amo más, cariño.

Cerré mis ojos hasta finalmente dormirme.

Me encontraba con Michael y Prince caminando normalmente, estaba oscureciendo... Íbamos camino a casa, pasamos por un callejón y 3 hombres armados salieron de ahí, apuntaron con el arma... Y le dieron a Michael, frente a mis ojos pude ver el cuerpo de Michael caer al suelo, se estaba desangrando, gritaba y lloraba descontroladamente....

Abrí mis ojos de golpes, y visualice a Michael que me estaba viendo muy preocupado, sin pensarlo dos veces lo abracé... Nunca me imaginaré una vida sin Michael.

—Nunca me dejes por favor... –lo abracé fuerte llorando–

—Shhh, tranquila cariño, nunca te dejaré... Tu eres mi todo... –me dio un beso en mi frente– Solo fue una pesadilla, nada de eso que soñaste será real... Estoy aquí contigo.

Escuchar su voz hizo tranquilizarme, sentí una paz que invadió mi cuerpo cuando él me habló, con su pulgar limpió mis lágrimas.

—Te amo mucho ¿sí? Tú, Prince y el bebé que viene en camino son lo mejor que me ha pasado en esta vida. –me habló de una manera tan especial y única– Venga, vamos a dormir...

Nos acostamos, apoye mi cabeza en su pecho y lo abracé....

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora