the way you make me feel; Michael Jackson.

Noventa y seis.

1995, Beverly Hills.

Regresé a casa con mi boleto hacía Nueva York. Será mañana a las 9AM la hora de mi vuelo, no me quedaré por tanto tiempo, al día siguiente de los premios volveré.

—Amorcito, ¿qué quisieras de cena? –lo abracé por detrás–

—Amm.... Me gustaría comer pizza, hace mucho que no las pruebo.

—Casualmente Gianna hace tiempo atrás me enseñó a hacer Pizza.

—¿De verás?

—Sip, ponte cómodo mientras hago la cena. –me dirigí a la cocina–

Saqué lo necesario para preparar la pizza, y empecé a hacerla. Estaba cortando el tomate, no me fijé y me corté el dedo índice profundamente.

—!Oh mierda! –dije gritando del dolor–

Retiré mi dedo y empezó a caer mucha sangre al suelo. Escuché los pasos de Michael acercarse y apareció.

—¿Eso es sangre? –preguntó asustado–

—Duele mucho!

—Oh dios! Ven.

Me llevó al baño y empezó a buscar el acohol.

—Esto dolerá un poco.

Mojó el algodón con alcohol y lo pasó por mi dedo.

—!Auch! –di un pequeñó salto–

—Falta poco, aguanta.

Puso una pequeña venda en mi dedo.

—Mejor pediré la pizza...

Asentí, bajé a la cocina y limpié el rastro de sangre, puse todo en su lugar y fui a la sala.
Los niños veían televisión muy entretenidos, me senté al lado de Paris y esperé a Michael. Dejó el telefono en su lugar y se sentó a mi lado.

—Ya viene en camino la pizza.

—Vale.

(...)

Terminamos de cenar y preparé a los niños para que fueran a dormir. Dejé a Prince en su cama y lo arropé.

—Buenas noches mi amor, descansa... Te amo mucho. –dejé un beso en su frente–

—Buenas noches mami. –dijo acomodandose–

Encendí una lámpara de noche y apagué la luz de la habitación. Salí y me dirigí a la mía.

—¿Ya te fijaste sí está todo cerrado? –le pregunté a Michael–

—Sí, ya está todo cerrado, no te preocupes linda.

—Está bien.

Antes de irme a dormir preparé la maleta para mi viaje, no llevaré tantas cosas, sólo me quedaré dos días. Luego de 30 minutos ya terminé de empacar. Dejé la maleta a un lado y me puse mi pijama, me acosté al lado de Michael y apagué la lámpara.

—Buenas noches querido, descansa. –le di un beso en la mejilla–

No contestó, ya que estaba profundamente dormido, me acomodé y me dispuse a dormir.

....

Me levanté de repente, me fijé que el reloj marcaba las 1AM, y Michael estaba hablando dormido, no entendía lo que decía pero tenía un tono asustado.

—Alejate de mi! –dijo Michael casi en voz alta–

—¿Michael? Querido, shhh... Son sólo pesadillas... –lo intenté calmar–

Él todavía no se levantaba, pero es mejor calmarlo, despertará a los niños o los asustará, y se levantó asustado.

—Michael... Amorcito, calma... Estoy aquí.

Lo abracé e intenté calmarlo, tenía la respiración agitada y un poco de su sudor en el rostro.

—Por favor, nunca me dejes... –me dijo casi al borde de llorar–

-Claro que no mi amor, nunca te dejaré.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

(...)