Ochenta y tres.

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1993, Santa Bárbara.

Ya había llegado Dominick y me ayudó a poner las maletas en el auto.

—Todo está listo, ahora sí... Vámonos.

Me senté en la parte de atrás, senté a Prince a mi lado y lo sostuve para que no se cayera.
Encendió el auto y salimos de la propiedad.

—Y...¿hasta cuando vendrás? –me preguntó Dominick–

—No estoy muy segura.

—Vale...

Después de 5 minutos camino al aeropuerto llegamos a tiempo. Dominick me ayudó con las maletas, yo tenía a Paris en mi brazo izquierdo y a Prince tomado de mi mano derecha, caminé hacía donde estaba mi vuelo. Le di el boleto al encargado y me di la vuelta para despedirme de Dominick.

—Los extrañare mucho, cuidate mucho, te quiero mucho enana. –me dio un abrazo–

—Te quiero más ruloso. –le di un beso en la mejilla–

Se separó de mi poco a poco, se dio la vuelta y se fue.

—Permitame ayudarla con las maletas señorita Jackson. –me dijo una azafata–

—Por favor, y gracias. –le agradecí–

Abordamos el avión y buscó mi asiento, puso las maletas donde deberían de ir arriba del asiento.

—Puede llamarme por si necesita algo, con permiso.

Senté a Prince a mi lado, y esperamos a que despegara el avión. Lo bueno que no hay tanta gente, y vi a Prince restregarse los ojos con sus manitas.

—¿Tienes sueño cariño?

Él solo asintió, el asiento lo hice para atrás en foma que uno pueda acostarse, le puse una almohada y una manta caliente.

—Descansa mi pequeño. –le di un pequeño beso en su mejilla– Espero y tú no des problemas en la madrugada. –me referí a Paris– Sólo quedate así, bien dormida y calladita. –reí bajito–

El aire acondicionado se encendió, esta noche será muy larga. Cubrí bien a Prince y a Paris le coloqué bien su gorrito. La azafata dio un anuncio por el micrófono, dando indicaciones y blah blah el avión despegó.

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora