the way you make me feel; Michael Jackson.

Seis.

1988, California.

Y al parecer, ya es Enero, wow, el tiempo pasó rápido, hoy nos iremos a Miami, ya es hora de volver, Alan ya tenía mis maletas listas, Robert nos llevó al aeropuerto.

Me siento un poco cansada, solo quiero llegar a dormir, parezco un oso perezoso, solo pienso en dormir, dormir es vida, si dormir fuera una persona, me casaría con esa persona. Llegamos al aeropuerto, caminamos hacía el avión de Alan y Robert metió las maletas, abordamos el avión. Yo simplemente me tiré a un sillón y cerré los ojos dispuesta a dormir.

(...)

1988, Miami.

Alan me sacudía lentamente, al parecer ya llegamos, con mucha pereza, me levanté y me dirigí al baño para hacer mis necesidades y cepillar mis dientes, lavé mi rostro y salimos del avión.

—Te daré unas semanas de descanso querida, necesitas recuperarte un poco más, no quiero que algo te pase, otra vez
–caminamos hasta la salida–

—Alan, no te preocupes estoy bien, podemos hacer más sesiones de fotos hacer como si nada pasó

—¿Segura? –me vio dudoso–

—Muy segura, además, tengo que darle algo nuevo a mis seguidores

—Bueno, lo que tú ordenes, mañana empezaremos una nueva sesión de fotos, ¿okey?

—Okey

Subimos al auto y Robert me llevó a casa, suspire, hogar, dulce hogar, saqué mi maleta de la parte trasera del auto, los peluches y me despedí de Alan y Robert.

Introduje las llaves en la cerradura y entré a casa, es bueno otra vez estar en casa, subí con mi maleta a mi habitación, las cartas las puse en la mesita de noche, los peluches en la cama, saqué toda mi ropa de la maleta y la ordené en el armario.

Rendida me tiré a la cama, pero en ese instante sonó el timbre de mi casa, ¿quién podría ser? Es raro, casi nadie sabe donde vivo, bajé a la puerta principal, abrí la puerta y me llevé una gran sorpresa, era Michael con un ramo de girasoles.

—!Michael! es un gusto verte –lo abracé– pasa adelante, ¿qué haces por aquí –le pregunté sorprendida–

—Oh, bueno, hoy daré no concierto aquí en Miami, Alan me llamó diciendo que ya estabas aquí, y quise venir a verte, y te traje estos girasoles, Alan me dijo que son tus favoritas –me entregó el ramo–

—Que lindo, muchas gracias Michael, es muy gentil de tú parte, toma asiento mientras yo pongo los girasoles en agua

Michael tomó asiento y yo fui directo a la cocina, buscando algún jarrón pequeño en donde poner los girasoles, y encontré un pequeño jarrón de color azúl, le puse agua y puse las flores, las llevé a la sala y las puse en una mesita, me senté al lado de Michael.

—Me alegra que estés bien, sonará raro, pero te extrañé mucho, no poder ver el cielo en tus ojos –me dijo sonriendo–

En ese instante me puse roja, y evité su mirada, sonreí tímidamente, empecé a jugar con mis dedos, eso hago cuando estoy nerviosa, su mirada me pone así.

—No te pongas nerviosa, lo siento

—No estoy nerviosa –reí–

—Sí lo estás, lo sé, porque estás jugando con tus dedos, te he visto hacer eso meses atrás

—Bueno, si estoy nerviosa, tú mirada me pone así –bajé mi mirada a mis dedos–

—Eso me da razones para verte mejor –se acercó a mi– no tengo culpa que seas muy bonita –apoyó su cabeza en su mano–

—Basta, harás que explote, parezco tomate –le di un pequeño golpe en el hombro–

—Me gustaría que hoy asistieras a mi concierto –puso su mano encima de la mía –

—Claro, me encantaría 

—Vale, te veo allá en el estadio "Sun Life", debes llegar antes de las 7, les avisaré a los guardias que te dejen entrar, me tengo que ir –se levantó del asiento– Y me encantó verte de nuevo

Me levanté del asiento y lo acompañé a la puerta.

—Nos vemos –me besó en la mejilla–

Se fue caminando hacía el auto, me despedí con la mano y le sonreí, me metí a la casa, vi el reloj que marcaba las "1:00PM" iré a tomar una siesta, para tener energía esta noche.