the way you make me feel; Michael Jackson.

Cincuenta y tres.

1991, Santa Bárbara.

Acaba de terminar una sesión de fotos, trataba sobre la belleza de una mujer, lo que significa que tuve que estar semidesnuda, obviamente que no enseñé mis senos, los tapaba con mi cabello o con mis brazos, Michael hablaba con Frank pero sonó su teléfono y tuvo que salir de la habitación, yo tenía puesta mi gabacha y me acerqué a Michael, y lo abracé por la cintura.

—¿Qué te pareció la sesión? –le hablé coquetamente–

—Muy sexy, me encantó. –me besó en los labios–

—Gracias.... –le sonreí–

-Es hora de irnos, va a cambiarte. –me pidió Michael–

—Okey, no tardaré. –me fui a mi camerino–

Me empecé a cambiar por unos pantalones deportivos gris, una camisa blanca y mis tenis blancos, sujeté mi cabello en una cola alta, tomé mi abrigo y salí del camerino.

—Ahora sí, vámonos.

Caminamos por el largo pasillo hasta llegar al ascensor, y bajamos al primero piso, me puse mi abrigo ya que estaba nublado y hacía mucho frío, tomé del brazo a Michael y salimos, caminamos hasta el estacionamiento y puedo jurar que tengo la nariz roja de lo mucho que está helado aquí afuera, ni siquiera entiendo porque hace frío hoy, y pegué más mi cuerpo a Michael, él si andaba muy abrigado y rápidamente subimos al auto.

—Te dije que te pusieras algo más abrigado. –me dijo Michael en un tono regañandome–

—Lo siento, pensé que no haría tanto frío.
–me acurruqué a su lado–

Él pasó su brazo por mi hombro, estaba muy cansada y luchaba para no quedame dormida, apoye mi cabeza en el pecho de Michael, encogí mis piernas, y Michael abrió la ventana... ¿qué carajo?

—Cierra la ventana, me estoy congelando.

—Lo siento, tenía que botar una envoltura de chicle. –volvió a cerrar la ventana–

—No sé porque está haciendo frío, apenas estamos en Marzo.

—Ni yo lo entiendo, tal vez se aproximan fuertes lluvias porque el viento sopla fuerte.

—Uy, además de ser cantante eres pronóstico del tiempo.–dije riendo–

Habíamos llegado a casa, bajamos del auto y entramos, aquí si estaba cálido, me quité el abrigo.

—¿Quieres un poco de chocolate caliente?
–le pregunté a Michael–

—Claro. –se sentó en el sillón–

Hice el chocolate caliente, agarré las dos tazas y me senté al lado de Michael.

—Gracias. –dijo tomando de su chocolate–

—De nada. –le di un sorbo– Esto está muy delicioso

Me acomodé en el sillón y subí mis piernas encima de Michael, estábamos en silencio y él sólo me veía con una mirada penetrante.

—¿Porqué me ves así? –le pregunté riendo–

—Sólo estoy admirando tú belleza. –me guiñó un ojo–

Me puse al instante roja y di una risita, dejé mi taza que ya estaba vacía en una mesita, me volví a sentar, y me dio risa la cara que hizo Michael, creo que se quemó los labios.
Estaba aburrida, empecé a jugar con mis dedos y hacer sonidos raros con mi boca.

—Ya vengo, iré a dejar las tazas a la cocina.

Se iba a levantar pero lo jale del cuello, lo atraje a mi y le di un beso, él poco a poco ya estaba encima de mi, la taza la dejó en el suelo, enrolle mis piernas en su cintura y mis manos en sus hombros, la mano de Michael se metió por debajo de mi camisa y me tocó un seno, gemí al sentir como lo manoseaba, nos seguíamos besando y él mordió un poco fuerte mi labio inferior.

Me besó el cuello ferozmente haciendo gemir más, sentí la erección de Michael en mi vientre, sus manos estaban en mi cadera y luego subió a mi boca para darme otro beso, y de repente la puerta principal se abrió, rápidamente nos separamos al escuchar que alguien entró, y eran Janet y LaToya con Prince, ellas nos veían con cara de "oie zhy, k rico(͡° ͜ʖ ͡°)" me acomodé la camisa y mi cabello e hice como si nada pasó, Michael estaba tapando su erección y se veía nervioso.

—Haremos como que no vimos eso. –dijo Janet riendo– Les traje a Prince, nosotras nos iremos, al parecer va a llover fuerte, nos vemos tortolitos.

Me pasó a Prince, se despidieron de nosotros, estaba dormido y lo dejé en su habitación, y pude ver que Michael se encerró en el baño, yo riendo toqué la puerta.

—Michael?

—Saldré en 15 minutos, no tardo.

—No necesitas hacer eso, yo te puedo ayudar. –le dije en un tono sensual–

Él en ese momento abrió la puerta y nos fuimos a la cama, ammm... Ya saben, hacer cosas.