Noventa y ocho.

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1995, New York.

Al llegar a NY, Selena estaba impresionada al ver los grandes edificios, su carita mostraba mucha ilusión y felicidad al mismo tiempo.

—!No puedo creer que esté aquí. –dijo feliz dando saltos– Aprovechemos el momento para una foto.

Ella sacó su cámara, me junté a ella, con la cámara en mano estiró su brazo y sacamos varias selfies.

—Quedarán de recuerdo de nuestra pequeña visita en Nueva York. –guardó la cámara–

—Ahora sí, debemos tomar un taxi.
–caminamos a la salida–

Tomamos un taxi y le dimos la dirección del hotel donde nos hospedáremos. Tenía la radio encendida y pasaron la canción de Bidi Bidi Bom Bom.

!Es mi canción! –dijo emocionada–

—Cada vez... cada vez que lo veo pasar
–cantamos juntas– mi corazón se enloquece, y me empieza a palpitar, y se emociona, ya no razona... No lo puedo controlar... Oooh! Y se emociona, y me empieza a cantar, me canta así, así... Bidi bidi bom bom, bidi bidi bom bom, bidi bidi bidi bom bom...

—Está siendo un gran éxito con tú nuevo álbum, de hecho a mi me encanta y estoy esperando el nuevo.

—Tengo ansias de que ya lo lancemos, estoy muy segura que te encantarán las canciones. –habló con emoción–

Ya habíamos llegado al hotel, bajamos del taxi, sacamos las maletas de la parte trasera del taxi. Le agradecimos al señor y entramos, pedimos una habitación para dos.
Al llegar Selena no contuvo las ganas y se tiró a la cama.

—Está muy cómoda... Me quedaría todo el día aquí.

—Pero no podemos quedarnos, debemos ir a comprar nuestros vestidos. –dejé la maleta a un lado–

—Está bieeeeeeen. –se levantó de la cama–

(...)

Llegamos al centro comercial más cercano al hotel, íbamos de tienda en tienda en busca de un vestido perfecto para mañana.

—¿Crees que éste me quedaría bien? –tomó un vestido rojo–

—Combina muy bien con tú tono de piel, es lindo, pruebatelo.

—Vale, ya regreso. –dijo yendo al probador–

Yo seguí buscando, ya un poco rendida me topé con un vestido rojo vino, es un poco sencillo pero me encantó.

—Me quedó! Éste será perfecto para mañana ¿y tú ya encontraste uno?

—Sip, ¿tú que crees? –le mostré el vestido–

—Es precioso, el color es muy bonito.

—Me lo iré a probar.

Me desvestí y me puse el vestido, me quedaba al perfección aunque el escote muestra un poco mis atributos, y una parte mostraba mi pierna.

—¿Me queda bien? –salí del probador–

—Te queda hermoso, talla muy bien tú figura y es muy sexy.

—Entonces éste será.

Me vestí otra vez y fuimos a pagar los vestidos.

—Gracias por su compra, que tengan un bonito día. –dijo amable la cajera–

Salimos con bolsas en mano, y nos dio hambre.

—Me dio hambre, vamos por algo de comer.

—¿McDonalds? –sugirió Selena–

—Me parece bien.

(...)

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora