the way you make me feel; Michael Jackson.

Ochenta y siete.

1993, Buenos Aires.

Después de almorzar nos dirigimos al estadio, bajamos del auto y entramos. Iba con una enorme sonrisa pero desapareció cuando vi a una persona... Brooke, en ese momento mi rostro se tornó serio, tranquilizate ____, inhala y exhala. Michael notó mi seriedad y se puso un poco nervioso, nos acercamos a ella.

—Hola Brooke, que bueno que estés aquí.
–le dio un abrazo–

—No podía perderme un concierto tuyo, Mike. –le sonrió–

Por completo me sentí ignorada por parte de Michael, ellos hablaban y yo ahí parada haciendo mal tercio. Un poco molesta, tomé a Paris de sus brazos, con mi otra mano tomé la mano de Prince y me fui a otro lugar. El backstage sería el mejor lugar, dejé a Prince en el suelo y le pasé su pelota para jugar. A lo lejos pude ver que Brooke tocaba su pecho y su cabello, Michael solamente se disponía a sonreír, no estoy celosa.

Me senté en un sillón y vigilaba que Prince no rompiera nada, es un niño muy inquieto e hiperactivo, se la pasa de un lado a otro y es mejor tenerlo en la mira. Volteé disimuladamente a donde Michael y Brooke, ella estaba muy cerca de él, le coqueteaba mucho, se podía notar a kilómetros. Pasaron minutos y Michael se sentó a mi lado, me quería dar un beso pero yo aparté mi rostro.

—¿Qué pasa? –me vio confundido–

—Preguntale a Brooke. –lo vi seria–

—Cariño, por favor... Entiende que solo es mi amiga, nada más.... Lo pasado ya es historia, lo único que quiero es a ti.

—Ajá. –respondí seca–

—¿Estarás así todo el día?

No le respondí y mejor lo ignoré.

(...)

Siedah tenía a Paris en sus brazos mientras Prince en el escenario jugaba con su pelota y corría. Brooke estaba hablando con Frank y me veía mal, hasta que Louis me toca el hombro.

—Señorita, Michael la llama, está en el camerino dice que es muy urgente.

Asentí y fui al camerino de Michael, entré, me puse enfrente de él.

—¿Qué querías? –me crucé de brazos–

Él se acercó a mi y me besó, me abrazó tan fuerte por la cintura y apoyó su cabeza en mi hombro.

—Enserio, lo siento.... No quería que te sintieras así, por dios, soy tan estúpido.

—Oh no cariño, no te llames así... –lo abracé– Somos humanos, cometemos errores. –tomé su rostro entre mis manos– Te amo mucho mi bebé ¿sí? Y nadie o algo me hará cambiar de opinión. –le di un beso–

—Amor no aguanto las ganas de hacerte mía una y otra vez. –me besó el cuello–

—¿Ah sí? –le hablé sensualmente al oído– Pero nos escucharán. –pasé mi pierna lentamente por su miembro–

Él gimió en mi oído y apoyó su mentón en mi hombro.

—No sería buena idea hacerlo aquí con muchas personas... –sentí su erección–

—Me estás torturando mujer. –gimió–

Michael me cargó y me sentó en un escritorio, lo tomé del cuello de su camisa y lo besé lentamente, enrolle mis piernas alrededor de su cintura, yo le di un beso en el cuello pero después lo mordí, eso dejará marca.