Veintitrés.

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1988, Miami.

Salí del set, y habían muchos paparazzis, con una gran sonrisa saludé a algunas personas, o me pedían fotos, y yo muy gustosa acepté, me pone muy feliz la idea de que algunas personas te amen y te apoyen aunque no las conozcas.... Son tan adorables.

Me despedí de todo y subí al auto, lo encendí y salí rumbo a mi casa, después de 5 minutos llegué. Bajé del auto, tomé mi bolso y busqué las llaves de la casa, iba insertar las llaves pero la puerta estaba entre abierta, que extraño... Entré a la casa, encendí las luces, pero me asusté cuando escuché que alguien estaba en la cocina.

—¿Dominick, eres tú? –pregunté en voz alta–

Me dirigí a la cocina, y había alguien buscando cosas en el refrigerador, me acerqué.... Y era el pendejo de Dominick.

—Joder, casi me matas del susto, idiota. –dije poniendo una mano en mi pecho–

—¿Porqué? –dijo comiendo chocolate–

—Nada... Solo... Iré a dormir, no comas demasiado chocolate. –le quité el chocolate–

Subí a mi habitación comiendo chocolate, me encerré en mi habitación, dejé el chocolate a un lado y empecé a quitarme el maquillaje con un pequeño pañuelo.

Amarré mi cabello en una cola, me desvestí, y me puse mi pijama, lavé mis dientes y me acosté para dormir....

(...)

Me levanté con una gran hueva, algo muy raro en mi a veces (cof cof sarcasmo cof cof), fui al baño e hice mis necesidades. Bajé a la cocina, abrí el refrigerador, y no había absolutamente nada, !Dominick! ese chico tiene un gran estómago. Joder, ahora tengo que ir de compras, genial.

Odio ir de compras, se me hace agotador estar de un lado para otro en busca de productos, agh. Me hice una cola alta y tomé las llaves del auto, me iré en pijama... No tengo ganas de ir a cambiarme, tengo un pantalón de pijama color rosa pastel, mis pantuflas negras, una camisa blanca que pertenece a Michael, y lo peor de todo es que no traigo sostén, no tengo ánimos de estarme arreglando, estoy un poco agotada.

Me puse mis lentes para ver mejor, a veces se me nubla la vista cuando estoy cansada, pero bueh. Llegué a la despensa y bajé del auto, la gente me veía raro por el hecho que estaba en un lugar público y vestía en pijama. Tomé mi bolso y agarré un carrito de compras, entré a la despensa.

Llevaba una lista mental de lo que tenía que comprar, primero iré a comprar los embutidos, fui al pasillo de los embutidos y metí algunos al carrito, me agache para recoger algo que se me cayó, pero alguien me chocó con su carro de compras golpeando mi trasero.

—!Oye! Ten mas cuidado! –me levanté enojada–

—L-lo siento, estaba distraído que no te vi, perdón. –esa voz... La reconozco–

—¿Richard? –pregunté feliz–

—Mi querida ____. –me abrazó–

—Cuanto tiempo sin verte, peli rojo. –lo abracé fuerte–

Lo mismo digo de ti, rulosa. –me dio un beso en la frente–

Richard es un buen amigo, lo conozco desde que tengo 7 años, pero desgraciadamente él se tuvo que separar de mi cuando yo tenía 17, se fue del país, y me alegra tanto verlo de nuevo, ha cambiado mucho, es mas alto y apuesto, su cabello peli rojo nunca cambia.

Me acompañó en hacer las compras, charlamos mucho mientras caminábamos de pasillo en pasillo, también me estoy dando cuenta que las personas me tomaban fotos estando con Richard.

Llegamos a la caja y pagué todo, Richard muy amablemente me ayudó en llevar las bolsas al auto.

—Muchas gracias, Ricky. –de cariño le digo Ricky–

—No hay de que, enana. –revolvió mi cabello–

—¿Te gustaría salir mañana? Es que verte otra vez me alegra tanto. –apreté sus mejillas– Mi dirección es esta, llega a mi casa a las 4. –le entregué un papelito–

—Claro, está bien, nos vemos mañana.

Me despedí de él con un abrazo y beso en la mejilla, no saben cuanto me alegro de verlo otra vez! Es uno de mis mejores amigos de la infancia, lo aprecio demasiado.

(...)

the way you make me feel; Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora