Narra Kenzie:
Ambos llegamos al baño, tomé un par de papel higiénico y mojandolo con un poco de agua, comenze a limpiar el rostro de Johnny.
-No tienes que hacerlo. -Sonrió, tomando mi mano.
-No, me gusta puedo ver tus ojos de más cerca. -Respondí con una sonrisa y el rió.
-Ay que poeta. -Bromeó y rodé los ojos, sonriendo. -¿Crees que se dieron cuenta? -Preguntó mientra yo seguía sacando la crema.
-¿Los chicos?
-Si...salimos de la mano. -Dijo y sonrió, mientras que yo me sonroje levemente.
-Probablemente si. -Reí nerviosa.
-Me preocupa Lauren.
-¿Por qué? -Pregunté dejando el último papel higiénico.
-Porque eres su mejor amiga y yo su hermano... Ya sabes es un poco cliché y tal vez hasta se sienta incómoda. -Confesó.- Y hay una pequeña probabilidad de que ayer le haya dicho el mismo argumento de porque no debería salir con Carson.
Lo miré seria y el volvió a sonreír ahora muy exageradamente, haciéndome reír.
-Es lindo que te preocupes por ella, pero puede que estés exagéranos un poco, Carson no es tan terrible. -Dije y dió un largo suspiro.
-No quiero que le haga daño.
-Incluso si lo hiciera, no podrías evitarlo es la vida de Lau, no la tuya.
-De acuerdo. -Sonrío. -Si continúas dándome consejos de esta forma siempre te haré caso ¿Sabes?
Sonreí otra vez. Estoy tan enamorada que me duele la cara de felicidad.
Tomé sus mejillas todavía un poco pegajosas por la crema y nos besamos, hasta que tocaron la puerta.
-¿Kenzie, estas allí? -Preguntó Lauren interrumpiendonos.
-Bueno, tal vez no estoy preparado para decirle. -Dijo nerviosamente, mientras nos separabamos.
-Si yo tampoco, rápido a la ducha.
Johnny corrió a la bañera a esconderse, mientras yo cerraba las cortinas y sacaba los restos de papel que habían quedado en el lava manos.
-Hola. -Dije al abrir la puerta a mi mejor amiga, quien solo sonrió al verme y entró de inmediato.
-¿Dónde esta Johnny?
-No sé... ¿Por qué crees que estaría aquí?
-Porque te ofreciste a ayudarlo en limpiar su... Rostro. -Explicó para luego reír. -Lo siento, suena muy extraño.
-Si... -Dije uniéndome a su risa incomoda mente. -Si lo ayudé, pero en la cocina... A la vista de todos, no a solas.
Lauren frunció el ceño y cuando estaba por decir algo, Johnny estornudo.
JOHNNY ESTORNUDO.
La rubia ni siquiera volvió a mirarme, sólo se dirigió hasta la ducha y abrió la cortina, viendo a su hermano allí sentadito.
-¿Sabían que estas cortinas tienen muchas pelusas? -Preguntó mirándonos a ambas. -¿Sabían que soy alérgico a las pelusas?
Narra Annie:
-¿Qué te sucedió? -Preguntó Jayden cuando ambas salimos del cuarto del hotel.
-Es Hayden... Creo que estoy celosa.
-¿Qué? -Preguntó impresionada y yo suspiré comenzando a caminar por el pasillo.
-Y lo peor es que es de Lauren, es mi amiga no debería.
-No y eso no es lo único, tampoco tienes derecho a estar tan celosa, el y tú no son nada.
-Jayden, no estas ayudando. -Dije caminando aun más rápido.
-Perdón, mi mente está bloqueada desde que Brandon me dijo que era sexi. -Soltó y frene en seco.
-¿¡QUÉ?!
Y ahora la que caminaba desesperadamente era Jayden, hasta que llegamos al elevador y marcamos cualquier piso.
-¿Brandon, te dijo sexi?
-Si y en el oído, fue perturbador.
-¿Perturbador? ¡Estuviste enamorada de él hace un año!
-Si, cuando no conocía su maldita personalidad, eso ya no importa, ya tuvimos esta conversación Annie, volvamos a ti.
-Lo mío son solo celos imaginarios y estupidos, en cambio lo tuyo es bastante real.
-Pero no quiero hablar de eso tampoco.
Ambas bajamos del elevador y continuamos caminando, mientras convencía a Jayden de que me contará todo, hasta que llegamos a la entrada de hotel y recibimos todas las miradas de la gente que se encontrabaa allí.
Y fue en ese momento donde recordé mi pijama de sandías.
-¿Ya podemos correr? -Susurró Jayden y asentí lentamente, pero cuando ambas nos dimos la vuelta, chocamos con alguien.
¿Como bajo tan rápido?
-Oh, ahí están, las estaba buscando. -Dijo Hayden, con total tranquilidad. -¿Qué sucede?
Y cuando estabamos apuntó de explicar, un agudo chillido nos interrumpió.
-¡Hayden!
Los tres volteamos, encontrándonos a una chica, vestida con unos shorts y un crop top que hasta yo envidiaba y ni hablar de su cabello que era digno de una foto de Coachella. Era demasiado linda.
¿Será un buen momento para dudar de mi orientación sexual? Y en pijama de sandías.
-Ay no... -Susurró Hayden, para luego suspirar. -Jenna, estas son Annie y Jayden, Annie y Jayden, esta es Jenna.
-Un placer conocerlas. -Sonrió y luego volvió a ver a Hayden. -¿Cómo has estado?
-Bien... -Contestó cortante. -¿Y tú?
-Bien también, interesada por saber de ti. -Rió. -¿Cuál es tu novia? -Consultó mirándonos emocionada.
-¿Qué? -Preguntamos Jayden y yo al mismo tiempo.
-¿A qué te refieres? -Habló Hayden, mirándola preocupado.
-La última vez que hablamos, dijiste que salías con alguien... ¿Es alguna de ellas? -Volvió a consultar Jenna.
-Ah claro, sí... -Titubeó.
Hayden volteo a vernos con una mirada de frustración, hasta volver a ver a la tal Jenna y dar una gran sonrisa, que cualquiera notaría lo falsa que es.
-Es Annie. -Dijo y pasó su brazo por mis hombros.
-¿Qué? -Volvimos a preguntar la unísono Jayden y yo.