Narra Jacob:
No tenía idea de que hacer.
Podía elegir irme con Maddie y seguir teniendo una noche maravillosa o podía llevar a Jenna a casa y asegurarme de que se sintiera bien...
Me lleva la desgracia.
-Jenna. -Dije y la chica levantó la mirada. -Vamos, te acompañaré a casa.
-Pero... ¿Qué hay de tu amiga?
-Lo va a entender. -Conteste y asintió, limpiando sus mejillas.
-Bien, quédate aquí, volveré en diez minutos.
(...)
-Ya te estabas tardando. -Rió Maddie, al verme.
Sonreí de lado.
-Mads, debo decirte algo.
-¿Qué? -Preguntó acercándose a mí.
-Mi amiga está muy mal... Y la llevaré a casa. -Explique y asintió, cambiando su sonrisa. -Lo siento, sé que tenías más planes.
-Está bien. -Respondió y volvió a sonreír -Será otro día.
-Gracias. -Agradecí y le dí un rápido abrazo.
-¿Como se irán? -Preguntó, al separarnos.
-Supongo que pediré un taxi. -Respondí. -¿Por qué?
-Yo los llevo.
-¿De verdad?
-Sip. -Respondió segura y sonreí abiertamente.
-¿Puedo abrazarte otra vez?
-No abuses, Sartén. -Contestó y ambos reímos.
-¿Entonces no?
-No.
(...)
-¿No es mucha molestia? -Preguntó Jenna, cuando ya nos habíamos subido al auto.
-Claro que no, no te preocupes. -Contestó Maddie, despreocupada y la chica asintió.
-¿Y como estaba, Kenzie? -Pregunté, mientras ponía la radio.
-Bien, harán una pijamada, así que no tendré que venir a buscarla más tarde. -Respondió y asentí.
Nos quedamos en silencio por unos minutos, pero no uno incómodo. Jenna iba mirando por la ventana, Maddie concentrada en conducir y yo, mirándola con una sonrisa.
-No puede ser... -Murmuró y fruncí el ceño.
-¿Que sucede?
-Amo esta canción. -Dijo y rodé los ojos divertido. -¿Nunca has escuchado a The Regrettes?
-Creo que no.
-Bien, entonces prepárate para escuchar una de las mejores bandas de la historia.
-¿Según tu?
-Sí. -Respondió orgullosa y negué riendo.
(...)
Entramos al gran edificio, donde vivía Jenna. Subimos al ascensor y al ver que marcó el número "18" me dió un leve escalofrío en la espalda. Mal momento para recordar mi vértigo.
-¿Son solo amigos? -Preguntó Jenna. -Maddie y tú.
-Oh, si sólo amigos. -Contesté, volteando a verla. -¿Por qué?
-Porque te la comiste con la mirada todo el camino. -Dijo y abrí mi boca en una gran "o". -Lo siento pero es cierto. -Rió.
-Nunca creí que dirías algo así.