Hi, you. #30

695 30 0
                                    

Narra Jenna:

Me encontraba envuelta en mis mantas, con una taza de té en mis manos y mi vista concentrada en la televisión, hasta que unos golpes en la puerta me interrumpieron.

Detuve la serie y me levanté del sofá, rogando internamente que no fuera un ladrón. Abrí la puerta y allí estaba, Asia con su rostro molesto de siempre.

-Luces espantosa.

-Son las nueve de la mañana, ¿Qué esperabas ver? -Pregunté y la chica rodó los ojos, entrando al departamento.

Cerré la puerta y la seguí, se sentó en el sofá donde antes yo me encontraba y me senté a su lado, preparándome para escuchar todas las tonterías que saldrían de su boca.

-Ayer hubo una fiesta y no fuimos invitadas.

-Te refieres a ti, ya te dije que no me trates como si estudiase en esa escuela también, es estúpido.

-No me digas que hacer. -Dijo y suspiró. -Todos estaban allí, incluyendo a Hayden y yo no pude estarlo, por tu culpa.

-¿Mi culpa de que?

-Al parecer no causaste una buena impresión cuando fuiste a la escuela el otro día y debías hacer todo lo contrario.

-Asia, no puedo entrar a una escuela a la cual ni siquiera pertenezco y comenzar a socializar con la gente, como me hiciste hacer con esas chicas, aquel día. 

-Sabía que serías un problema. -Suspiro, poniendo sus manos en su frente.

-¿Un problema para que finalmente quedes con tu amor de la infancia?

-No, un problema para todo mi plan. -Dijo y se levantó enfadada. -Y es por eso que conseguí a alguien mas.

-¿A que te refieres? -Pregunté preocupada y ella me mostró su teléfono.

Había una foto de un chico alto y pálido, tenía el cabello rubio y tenía bastantes seguidores.

-Su nombre es Rush y comenzará a juntarse con nosotras desde el lunes. -Explicó y camino hacia la salida.

-¿Al menos lo conoces en persona?

-No hace falta. -Respondió abriendo la puerta. -Desde lejos se nota que será más útil que tú.

Y dicho esto salió, cerrando de un portazo. Suspiré, apoyando mi espalda en el sofá, no sabía por cuánto tiempo más soportaría esto.

No quería ser amiga de Asia en lo más mínimo, se pasaba todo el tiempo hablando mal de Mackenzie y criticando a quien se cruzara frente a ella...pero no tenía otra opción.

Narra Jayden:

-¡Jay! -Chilló Brigthon y me desperté de golpe. -Al fin despertaste.

Mire mi alrededor con un fuerte dolor de cabeza, toqué mi frente y cerré los ojos un momento, hasta recordar todo lo que había sucedido ayer.

-¿Qué hora es? -Pregunté aún sin abrir los ojos.

-Las once treinta, debes vestirte iremos a almorzar con los Rowlands.

-¿Con quiénes? -Pregunté sentándome en la cama rápidamente, haciéndome sentir más dolor.

-Los Rowlands, tus padres dijieron que ya los conocías.

-S-si...

-¿Te pasa algo? -Preguntó mi prima y yo negué, intentando calmarme. -Bien... Te esperaré abajo.

(...)

-De verdad que me estoy muriendo. -Exagere quitandome el cinturón de seguridad.

-Debiste haber pensado esto antes de tomar alcohol. -Dijo mi madre. -Es la última vez que vas a una de esas fiestas.

-No tomé alcohol en la fiesta, mamá.

-No dijiste eso ayer, ahora baja del auto antes de que sume dos meses más a tu castigo. -Advirtió mi madre y bufé, obedeciendo.

Me llevaba la desgracia.

Ayudé a bajar un par de las bebidas que habíamos traído, pues sumando a toda la familia de Brandon y la nuestra, hacíamos nueve.

-¡Carl, por dios cuanto has cambiado! -Exclamó la aguda voz de la señora Rowland, desde la entrada.

Esto será más malo de lo que creí.

Todos entramos a la casa, dejamos los bebestibles en la cocina y aún no había ninguna señal de Brandon, por suerte.

-¿Trajiste un cargador? -Me preguntó Brigthon y negué. -¿Me acompañas a pedir uno?

-¿A quién?

-A alguno de los hijos de Christine, tú madre dijo que tiene tres.

-Wow, deberás que la palabra tímida no es una característica tuya.

-Por favor. -Suplicóy puse los ojos en blanco.

-Bien, pero nada de invitar a Carson a la habitación en cuatro memes. -Advertí y la castaña asintió emocionada.

Las dos subimos a la planta alta, sin dejar de imaginar lo que haría en caso de que me topara a Brandon. Tocamos la puerta de la habitación que parecía ser de Hunter y así fue.

-Hola... Jayden y bonita. -Saludó y levanté una ceja.

-Soy Brigthon. -Se presentó la chica y el castaño sonrió como idiota.

-De acuerdo no lo hagan más incómodo, necesitamos un cargador. -Dije y Hunter asintió, entregándonos de inmediato el suyo. -Muy bien gracias, ahora volvemos a abajo. -Dije tomando el brazo de mi prima para caminar, pero esta se soltó.

-¿Te gustaría quedarte aquí? Podríamos jugar algún videojuego para ya sabes... Conocernos mejor.

-Sería genial. -Sonrió Brig y suspiré cansada.

-Okey, yo me voy. -Indiqué rápidamente y al darme la vuelta choqué con algo o más bien, alguien.

-Hola, tú. -Habló Brandon, estando a nada de separación de mí y pasando un mechón de mi cabello tras mi oreja.

Volteé a ver a Hunter y Brigthon y al ver que seguían distraídos en ellos mismos, tomé del brazo a Brandon y lo llevé al baño.

-¿Y eso por que fue? -Preguntó en cuanto cerré la puerta.

-Nadie puede saber lo que sucedió ayer.

-¿Lo del vodka? -Consultó confundido y solo faltó que le diera una mirada para que sonriera, entendiendo. -El beso.

-No fue el beso, fueron los besos y si mi mamá se entera me criticarla aún más.

-¿Criticarte por qué? Solo son besos.

-Ya te lo he dicho, quiere que sea perfecta en todo y eso involucra no tomar vodka, ni besarse con el hijo de una de sus mejores amigas.

-Si todavía no superó que nuestras madres sean así de cercanas... -Susurró y yo suspiré apoyándome en la pared. -Vamos sube el ánimo, no diré nada y tampoco lo haré obvio, seremos como Romeo y Julieta.

-Claro, con la única diferencia de que yo no moriría por ti. -Contesté y el caminó a la puerta, dándome la espalda.

-Yo si lo haría, señorita Capuleto.

Reí.

 𝙴𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora