Narra Lauren:
-Lauren. -Susurró Rush y volteé a verlo. -Necesito pedirte un favor.
-¿No puedes pedírmelo después de clases? -Pregunté. -De verdad, que estoy interesada en saber cuando Alaska dejó de ser de Rusia y comenzó a ser un estado.
-No, no podemos hablar en el receso.
-¿Por qué?
-Por... -Suspiró. -Quería pedirte que intentarás entremeterte lo menos que puedas, en el tema de Asia y Kenzie.
-¿Y por qué, debería hacerte caso?
-Por lo del otro día. -Respondió y fruncí el ceño.
-¿Lo de la fiesta? -Pregunté confundida y el me vió, con un rostro de confusión igual al mío.
-¿Kenzie, no te contó nada? -Preguntó asombrado.
-¿Contarme qué?
-Wow, entonces realmente funcionó. -Susurró, sonriendo orgulloso.
-¿De qué mierda estas hablando, Holland?
-Señorita Orlando. -Habló el maestro y me quedé paralizada, volteando a verlo. -Preocúpese de terminar la actividad y no de hacer vida social.
Sonreí falsamente y asentí, para que después de confirmar que el hombre se había dejado de fijar en mí, volver a ver a Rush.
-Solo olvidalo, Lau. -Pidió y comenzó a escribir en un cuaderno.
(...)
La última clase terminó y el timbre sonó, agarré mis cosas, intentando sacarme la conversación que había tenido con Rush, de la cabeza, por milésima vez en el día, pero fue en vano.
Estaba por salir del salón, cuando mi celular comenzó a sonar, haciéndome retroceder, tener que dejar los libros en una mesa y finalmente poder agarrar mi celular.
-Hola. -Saludó Carson y volví a tomar los libros, con el teléfono apoyado en mi cuello y oreja.
-Hola.
-Te tengo una propuesta. -Dijo y fruncí el ceño, llegando a mi casillero.
-Te escucho.
-Acompañame a buscar a Jordyn al aeropuerto.
-Creí que irías solo.
-Por eso te estoy invitando. -Contestó y volteé a ver a Johnny y Hayden, quienes parecían estar riendo de quién sabe qué estupidez. -No tenemos que hablar de nada que no quieras.
-De acuerdo. -Acepté.
-¿De verdad?
-Claro, nunca salí contigo conduciendo, será interesante. -Respondí y rió.
-Aún no te has ido de la escuela, ¿Verdad?
-No, sigo aquí. -Contesté.
-Genial, voy en un segundo.
-Bien. -Conteste y corté la llamada.
Considerando que Carson, no caminaba bastante rápido, que siempre conversaba después de clases y que su salón estaba en el segundo piso del establecimiento... Tenía tiempo para avisar.
-Hey. -Sonrió Hayden, cuando me acerqué a ellos. -Estábamos hablando de que al llegar a casa, podríamos hacer un cine, ver una película de desamor y después consolar a Johnny, bailando just dance.
Johnny rió irónico, dándole un zape al castaño, por lo que solo sonreí.
-No voy a poder. -Dije y ambos fruncieron el ceño.
-¿Por qué?
-Saldré con Carson
-¿Qué tu qué? -Preguntó Johnny, totalmente impresionado.
-Iremos a buscar a Jordyn al aeropuerto y después estar un rato juntos. -Expliqué, pero ninguno contestó. -Estaré bien, lo hago para ver a Jordyn, no a él.
-No creo que sea buena idea, Lau. -Dijo Hayden y rodé los ojos.
-¿Qué podría pasarme?
-¡Lau! -Exclamó Carson a mis espaldas.
-Debo irme.
Besé la mejilla de ambos y me dí la vuelta para caminar hacia Carson, pero Hayden me detuvo, tomando mi mano.
Johnny lo miró confundido, igual que Carson, mientras ambos estábamos frente a frente, sin decir ni una palabra, hasta que me dió un abrazo.
-Cuídate. -Pidió y asentí confundía, ahora sí, llendome.
Narra Annie:
Después de estar unas horas en el patio, conversando y haciendo lo que se nos viniera a la menta, la incomodidad entre Connor y Brandon se había acabado, por lo que todo iba muy bien.
Llegó la hora de cenar y todos entramos a la casa, dispersando nos por todas partes, hasta que se ordenaron todos en la mesa.
Exepto nosotros, ya que teníamos nuestra propia mesa de "niños" aunque Hunter, Jacob y Brigthon, tuvieran diecisiete, estaban con nosotros.
-¿Y por qué se fue, Drake? -Preguntó Jayden.
Jacob, Brig y Hunter se miraron cómplices, hasta que la chica se aclaró, la garganta y contestó.
-Tuvo una emergencia.
-¿Una emergencia de celos? -Bromeó Brandon, pero dejó de reír, al recibir la mirada asesina de Hunter.
Seguimos comiendo tranquilos, pero como la tranquilidad nunca dura demasiado en nosotros, por supuesto que debía caerse un vaso.
-Genial Ashton, la primera cagada de la noche. -Dijo Hunter y el pequeño sonrió inocente, levantando el vaso.
-¡Connor! -Chilló Jayden, enfadada al mojarse con el líquido, por su culpa.
-Lo siento. -Rió Connor y miró a Bran. -¿Puedes pasarme las servilletas?
-Claro. -Aceptó el castaño y las tomó. -¡Piensa rápido!
Por supuesto que Connor, no pensó rápido.
No alcanzó a atrapar las servilletas, que se encontraban en una pequeña cajita de madera, la cuál cayó sobre su cabeza, haciendo que también golpeará el jarrón de jugo, el cuál se derramó completo y ahora si que había jugo en todas partes.
Los ocho nos quedamos en silencio, observando cómo el líquido seguía recorriendo todo el mantel, mientras Connor se hacía cariño en la frente, la cual ya estaba tomando un color morado, gracias la golpe.
-Y bueno... -Habló Jacob. -¿Quién le dirá a la señora Rowland?