Narra Carson:
Tenía mi hoja del cuaderno completamente rayada, con diferentes formas sin sentido, pues sólo las hacía para evitar pensar en los chicos, en Lauren o en Brigthon, pero ni si siquiera un millón de dibujos lograrían hacerlo.
Reposo mi cabeza en mi brazo, mientras veo a la maestra explicar su clase de literatura, lástima que no le ponía atención ni una sola palabra, que salía de su boca.
Volteé a ver a Hayden y Johnny, quienes estaban sentados al final del salón, conversando y riendo.
Si tan solo estuviera allí con ellos...
-Lueders. -Nombra la maestra y levantó mi mirada. -¿Algún problema?
Sí, el problema es que perdí a mis amigos y a la chica que quería por mis estúpidas acciones.
-No, todo bien. -Contesté rápidamente y la mujer asintió, volviendo a su tema.
Mientras que yo volvía a pensar en lo que estaba sintiendo por Brigthon y lo que ella claramente no sentía por mí.
(...)
Tomó mi bandeja y voy sirviendo mi almuerzo, mientras la fila avanza lentamente, hasta que alguien se interpone entre mí y la ensalada.
-Hola.
-Hola. -Saludo cortante y logró alcanzar la comida.
-¿Debes ser Carson no?
-¿Quién lo pregunta?
-Lo pregunto yo. -Respondió sonriendo orgullosa. -Mi nombre es Asia.
-Un placer, ahora dejame almorzar a solas. -Pedí y camine a una de las mesas vacías.
-Creí que te juntabas con Orlando.
-Y yo creí que te había dicho que me dejarás en paz. -Dije y ella sonrió, mientras tomaba asiento frente mi.
-¿Que pasó entre ustedes?
-¿Qué te hace creer que contestaré esa pregunta?
-No lo sé, si lo haces...podríamos llevarnos bien.
-No necesito llevarme bien contigo, ni te conozco y tampoco quiero hacerlo.
-No estás cooperando, Lueders.
Rodé los ojos, intentando ignorarla y concentrarme en comer, pero algo más me distrajo.
Lauren.
Acababa de sentarse en la mesa con los chicos y se veía... bien.
-¿Acaso estás escuchandome? -Preguntó Asia ofendida y negué sin mirarla.
La chica miró hacia mí dirección y al encontrarse a Lauren, sonrió incluso más retorcidamente que un psicópata.
-Así que te gusta la pequeña Orlando...
-Déjame en paz ¿De acuerdo? -Dije ya harto y me levanté con mi bandeja a la mitad.
Caminé hasta la salida de la cafetería, lleno de preguntas sobre Lauren y sobre la molesta chica, hasta que ví a Annie a solas.
-¡Ann! -Chille y fuí a su lado. -¿Qué tal estás?
-Hola... -Titubeó y luego suspiró. -Carson, seré seré sincera contigo, no quiero hablar contigo, ni ahora ni probablemente nunca.
-Okey, okey, olvidemos lo que hice por un segundo ¿Bien? -Dije y ella suspiro. -¿Cómo está Lauren?
-Wow, aparte de inútil eres un hipócrita. -Contestó sonriendo irónica y rodé los ojos.
-Ya me lo dijieron antes. -Murmure. -Annie por favor, hablar con ella es imposible con todos los chicos a su alrededor... Solo quiero saber si ya esta mejor.
-Sí, lo esta. -Contestó, cerrando su casillero con fuerza. -Y si quieres que esté aún mejor, aléjate de ella.
Y dicho esto, se fue, dejándome sin palabras.
Narra Jayden:
Tocaron la campana para el término de clase, por lo que salí corriendo de mi sala. Había logrado evitar a Brandon todo el día y sospechaba que ahora a la salida sería imposible debido a que vamos en la msima dirección, pero de todas manera tenía esperanzas de no toparmelo.
Salí de la escuela y comencé a caminar a paso normal, pues otra parte de mi si quería verlo y lamentablemente así fue.
-¡Jayden! -Exclamó a mis espaldas, pero no me detuve. -Jay, debemos hablar.
-Brandon, por favor vete. -Pedí aún sin mirarlo.
-No, no me iré sin que antes me digas lo que pasó y veamos como arreglarlo.
-Bran, no hay manera de arreglarlo. -Dije finalmente volteandome. -Esto se acabó.
-¿Solo por tu madre? -Preguntó y dí un gran suspiro. -Jayden podemos arreglarlo, puedo decirle a mi mamá que hable con ella, yo puedo hacerlo, podemos seguir escondiendonos, podemos estar juntos almenos en la escuela pode...
-Brandon, no. -Interrumpí con lágrimas acumulándose en mis ojos. -No es por mi madre... Es por mí.
-¿Q-qué?
Mordí mi labio inferior, el cual temblaba debido al llanto que estaba por salir en cualquier instante.
-Ya no siento nada por ti. -Mentí con un nudo en el cuello. -Y nunca lo hice, honestamente.
Su expresión cambió completamente y se acercó aún más a mí.
-No, solo lo dices por ella.
-Hablo enserio, Bran. -Dije sollozando y el bajó el rostro. -Lo siento...
-Sé que estas mintiendo.
-¡No! -Insistí. -Solo quería... Tener a alguien, por eso te besé en la fiesta y después accedí ir a tu casa.
Suspiró y levantó la vista, dejando ver sus ojos que se encontraban cristalizados.
-Bien... Entonces hasta aquí llegó esto. -Dijo y volvió a suspirar. -Solo recuerda que tu madre no podrá controlar tu vida para siempre y que yo sigo aquí para ti.
Se dió la vuelta y se alejó caminando hacia el lado contrario, por lo que yo también me voltee comenzando a caminar otra vez, hasta explotar en lágrimas.