Narra Jayden:
-¿A dónde vas?
¿Quién diría que algún día odiaría tanto esa pregunta?
-Donde Annie.
-¿Otra vez? Es el tercer día seguido en que la vas a ver. -Dijo mi padre confundido.
-Si... Esque estamos preparando un proyecto juntas.
-¿Para la escuela? -Preguntó mi madre y asentí calmando mis nervios. -Regresa antes del almuerzo.
(...)
-Hola bebé. -Saludó Brandon, cuando entre a su habitación.
-Nada de bebé, odio ese apodo. -Dije y frunció el ceño, lo empujé para entrar. -Debemos terminar con esto.
-¿Por qué? -Preguntó riendo, cerrando la puerta detrás de él.
-Por todo, ¿sabes como se podrían mis padres si se enteran que todos los días vengo a la casa de un chico?
-Jayden, siempre tu madre es el problema.
-¿Piensas que lo invento? -Pregunté y el castaño suspiro.
-No es sólo que no debería ser así, somos adolescentes.
-Si tu madre se enterara que no estamos haciendo tareas en tu habitación, también reaccionaria mal.
-No probablemente no, ¿Por qué no podríamos estar juntos? Es sólo tu madre, Jay.
Suspiré y me senté a su lado, en la cama, mirando el suelo pensando que debía hacer, hasta que los labios de Brandon me interrumpieron.
-Basta. -Dije riendo y separandome de él. -Mientras menos me beses más fácil es alejarme de ti.
-En ese caso no pienses que dejaré de hacelo. -Dijo y volvió a besar mis labios.
(...)
-¿Qué tal si mañana faltamos a clases? Y hacemos esto otra vez. -Susurró Brandon en mi oído y sonreí.
Nos encontrábamos acostados en su cama, Brandon tenía su mano rodeando mi cintura y yo ambos brazos escondidos bajo la manta debido al frío.
-No resultaría. -Contesté y ambos nos acercamos para juntar nuestros labios.
Pero unas voces nos interrumpieron desde la planta baja, se suponía que sólo se encontraba Christine, pero no.
-¡Jayden baja ahora mismo!
-Mierda. -Dije sentándome en la cama. -No, no, no.
Estaba muerta, realmente este era mi fin.
-Okey calma, te voy a acompañar y juntos se lo explicaremos. -Dijo Brandon tomando mis manos pero negué, buscando mis zapatillas por toda la habitación. -Recuerda que no hicimos nada malo, ni siquiera perdimos la virginidad.
-¡BRANDON! -Grité alterada y sonrió otra vez.
-¡Jayden! -Volvió a gritar mi madre y ambos salimos de la habitación, para luego bajar rápidamente. -¿Qué crees que haces?
-Mamá yo...
-¡No mamá nada, primero lo de la fiesta y ahora esto, me has mentido todo este tiempo para estar con un chico!
-Señora, no es su culpa.
-Brandon, callado. -Interrumpió su madre.
-No, yo le he estado diciendo que venga, yo le insistí.