Opportunity. #46

607 30 4
                                    

Narra Rush:

-¿Qué te gustaría para cenar, hijo? -Preguntó mi madre, entrando a mi habitación.

-No lo sé... No tengo mucha hambre. -Contesté, quitándome los audífonos.

Mi madre, en lugar de asentir y salir de la habitación, entró y cerró la puerta detrás de ella, para luego sentarse a mi lado en la cama.

-¿Como estás, Rush?

-¿Bien? -Pregunté confundido, pues no solíamos tener estas conversaciones.

-Cariño, no comes con nosotros hace días y últimamente estas adelgazado mucho... ¿Llevas el almuerzo a la escuela?

-Sí. -Respondí sincero y se quedó observando el suelo.

-Sabes que aveces tu padre puede ser de muy mente cerrada... Pero debes entenderlo, nació en otra época y piensa diferente a ti e incluso a mi.

-Mamá, pídeme lo que sea, menos que intente entender a ese hombre. -Hablé enserio y ella volteó a verme a los ojos.

-Es tu padre.

-Lamentablemente... -Susurré y ella suspiró, levantándose.

-Recuerda que el martes tienes hora al psicólogo. -Dijo y asentí, volviendo a ponerme los audífonos.

Cómo si ir al psicólogo sirviera de algo también, lo único que hace es decirme metáforas sin sentido.

Mi madre salió de mi cuarto y me levanté a cerrar la puerta con llave, estaba por volver a mi cama cuando escuche la preciosa risa de Annie.

Me asomé a la ventana rápidamente y sonreí al instante cuando contemplé su sonrisa. Había escuchado a su madre hablar por teléfono hoy en la mañana, en donde le explicaba al padre de Annie que no asistiría a la escuela por lo resfriada que estaba.

Pero ahora se veía mejor. Le sonreía a su teléfono, mientras tecleaba palabras que desgraciadamente no alcanzaba a leer...

Era mi oportunidad.

Me quité los audifonos y me cambié mi camiseta, con una estúpida sonrisa en la cara.

Hablaría con ella.

Abrí la puerta de mi cuarto y cuando estaba por dar un paso fuera de mi habitación, escuché su risa de nuevo y una voz.

Volví a la ventana confundido y toda mi alegría se desvaneció al ver a Hayden tomar su mano.

¿Por qué no podía ser yo?

Suspiré y volví a cerrar la puerta de mi habitación y me senté, mirando por la ventana otra vez.

Pronto cambiaría, pronto yo seré quien la haga sonreír de esa manera, pronto yo seré quien tomé su mano, yo seré feliz.

Solo debía esperar a Asia.

Narra Hayden:

-Lamento mi voz, estoy con un dolor de garganta inmenso. -Se disculpó Annie, al entrar a su habitación y negué, sonriendo.

-No tienes porque... -Respondí,
sonriendo.

Hoy había sido un día insoportable. Mi mente no dejaba de crear un millón de escenarios donde rompía con Annie, otros en donde estábamos abrazados, otros donde discutía con Lauren y otros en los que la besaba... A ella, no a Annie.

Hasta que después de tratar mal a Lauren en la cafetería, entendí que debía hacer.

Y ahora me encontraba aquí en casa de Annie, intentando no arruinar todo.

-Dijiste que tenías algo que decirme. -Recordó Annie y asentí.

-¿Nos sentamos? -Propusé, sentándome en su cama y palmeando en lugar a mi lado, a lo que frunció el ceño, sonriendo.

-¿Qué pasa? -Preguntó, sentándose a mí lado.

-No sé como explicarlo...

-¿Es algo malo?

-Depende.

-¿De qué? -Consultó y suspiré, rendido.

-Annie... Creo que necesito un tiempo.

-Oh. -Susurró y se levantó. -Un tiempo.

-Sí... -Contesté y volteó a verme. -Tal vez sería lo mejor para los dos.

-¿Ya no estás enamorado de mi?

-¿Qué?

Mordió su labio inferior, cruzandose de brazos y me levanté de la cama, caminando hacia ella.

-Estoy enamorado de ti. -Aseguré. -Te lo prometo... Pero estoy muy confundido en estos momentos y no quiero terminar haciendo algo de lo que después pueda arrepentirme.

-De acuerdo, ¿Cuánto tiempo?

-No lo sé... ¿Tiene que ser tan específico?

-Hayden, no voy a a quedarme sentada esperándote años para cuando decidas si quieres volver conmigo o no.

-No, por supuesto que no y lo tengo en mente, créeme. -Dije. -¿Cuánto tiempo te parece bien a ti?

-Ninguno. -Contestó y trague en seco.

-Annie...

-¿Puedes al menos decirme la razón?

-No hay ninguna razón.

-¿De verdad?

-No quiero que sigas estando celosa de Lauren. -Solté de frente y negó, sonriendo. -Lo sigo enserio, Ann.

No contestó.

-Cuando estoy con Lauren, no puedo estar tranquilo pensando en lo mal que te sentirías si estuvieras allí a pesar de no estar haciendo nada incorrecto con ella. -Expliqué. -Y sería estúpido, que la amistad entre ustedes dos se arruinara solo por esto.

-Bien. -Aceptó, frustrada. -Tomemos un tiempo.

Asentí.

-Pero si comienzas a sentir algo más por otra persona... No necesariamente, Lauren. -Dijo. -Tienes que decirme de inmediato.

-Tú también.

-Claro... Creo que ya deberías irte, comenzará a llover.

-Sí, lo haré. -Respondí y caminé hacia la puerta. -¿Cómo... Quieres decirle a los chicos?

-¿Quieres decirles?

-Solo si tu quieres...

-¿Irás a la casa de Johnny, ahora? -Preguntó y asentí. -Preferiría que no.... Podríamos decirles ambos en la escuela a todos los chicos.

-De acuerdo.

-¿No te molesta?

-No... Como tu digas, esta bien.

Sonrió.

-Nos vemos luego.

-Adiós, Hayden.

 𝙴𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora