I admire your... #26

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Narra Jayden:

-¿Que tal si voy a tu casa y nos organizamos en como contarle a Kenzie lo de Asia? -Pregunté a mi mejor amiga, mientras arreglaba los tirantes de mi bolso.

-Debo juntarme con mi padre hoy, lo siento Jay. -Sonrió y asentí con una mueca. -Y también siento que debas ir a casa a soportar a tu prima.

-¿Por qué siento que lo dices irónicamente?

-No lo hago. -Aseguró y luego puso su mano en mi hombro. -Mis condolencias, de verdad.

-Cierra la boca. -Reí y le dí un corto abrazo. -Hey, no te preocupes por lo de Lauren.

-No lo haré.

-Lo digo enserio. -Insistí. -Y si no dejas de darle vueltas, que es lo más probable... Deberías hablarle a Hayden antes de que comienzos a crear películas sobre la situación que claramente no es real, en tu mente.

-Ya entendí. -Contestó y me dió una última sonrisa. -Te veo mañana, suerte.

(...)

-¡Llegué! -Exclamé al entrar a mi casa.

-Estamos en la cocina, no es necesario que hables tan alto. -Dijo mi madre, apareciendo.

-Sí, tuve un día fantástico, me agrada que te intereses. -Respondí sarcástica mente.

-Brighton esta cocinando panqueques.

-Por supuesto que está cocinando panqueques.

-Jayden, hazme el favor de no iniciar una discusión ahora, ¿De acuerdo?

No contesté, fuí directo a las escaleras y subí a mi habitación, pero en lugar de encontrarme a mi gloriosa cama vacía y cómoda, Carson estaba sentado en ella.

-Jayden, hola. -Saludó nervioso, levantándose rápidamente.

-Hola. -Saludé de mala gana y cuando ví su inocente intento de sonrisa, fue cuando una idea me vino a la mente.

Dejé mi mochila al lado y cerré la puerta a mis espaldas, caminando frente a Carson, de brazos cruzados.

-No te ví en la escuela hoy. -Dije y frunció el ceño. -Ya sabes, después de la pelea... ¿A dónde fuiste? -Pregunté, sonriendo lo más que podía.

-Oh, llamaron a mis padres. -Contestó, impresionado por mi consulta. -Fueron a buscarme y me llevaron a casa, más tarde Brighton me invitó aquí.

-Me alegro. -Mentí y volvió a sonreír. -¿Y no te llevaron al hospital? Quiero decir, tu cara se ve bastante mal.

-Sí... Creo que mis padres se preocuparon mucho castigándome y no consideraron esa opción. -Explicó, riendo. -Pero sí, el labio me arde como el infierno.

-Es una lástima. -Contesté, mirando hacia sus espaldas. -¿Sabes? Te sorprenderá saber que tengo un tipo de... Habilidad en primeros auxilios.

-¿Enserio? -Preguntó, sorprendido.

-Sí, mi madre insistió en enseñarme cuando era bastante pequeña, incluso tengo este gran botiquín para cada tipo de heridas, lleno de cosas en el armario... No me molestaría curarte, debe haber algo para tu labio ahí, sin duda.

-¿De verdad?

-Sí. -Contesté, sonriendo. -¿Por qué no vas y lo buscas?

(...)

Bajé las escaleras lentamente y al llegar a la sala sonreí al ver todas las miradas de mi familia, en mí.

-Iré a casa de Annie. -Avisé, abrochado mi abrigo.

 𝙴𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora