Narra Hayden:
-¿Nos vamos? -Preguntó Johnny, después de ver a Lauren irse junto a Carson.
-Claro. -Afirme, pero cuando estábamos por comenzar a caminar, mi celular sonó. -No, espera.
-Este es otro de los momentos donde extraño a mi novia. -Murmuró y yo rodé los ojos, contestando.
-Hola, Ann.
-Hola, cariño. -Respondió y sonreí al instante. -¿Como estás?
-Bien, supongo. -Respondí, pensando en lo que acababa de pasar y que tendría que consolar a Johny, todo el resto del día.
-¿Sucedió algo? -Preguntó y volteé a ver a mi mejor amigo.
-Te enterarás después. -Suspiré. -¿Y tú como estás? Te llamé en la mañana, para preguntarte por qué no vendrías a clases y no contestaste.
-Oh sí, lo siento. -Rió. -Estaba dormida, ayer fui a cenar a la casa de Brandon, con Jayden y Connor, y volvímos a casa muy tarde.
-¿Connor también? -Pregunté, haciendo una mueca.
-Sí y tendrás que acostumbrarte porque probablemente, lo veremos seguido. -Dijo y fruncí el ceño. -Se quedará tres meses con Jayden y por supuesto que la seguirá a todas partes.
Mordí mi mejilla por dentro, a pesar de que Annie y Connor, habían sido novios cuando tenían solo diez años, él no me agradaba... Y tampoco a Brandon, así que tenía otro motivo.
-¿Sigues ahí? -Preguntó Annie y volví a la realidad.
-Sí, pero ya debo irme. -Dije.
-Bueno, ¿Hablamos más tarde?
-Claro, mientras no estés con Connor. - Sonreí irónico y Johnny me miró, confundido.
-¿Qué? -Preguntó Annie, confundida y corté la llamada.
Arreglé los tirantes de mi mochila, guardé mi celular y con Johnny comenzamos a caminar, hacía la salida.
(...)
Llegamos a la casa, nadie había dicho nada en todo el camino y lo único que lograba no dejar todo el ambiente en silencio, eran las canciones de las Spice Girls de Maddie, en la radio.
-Johnny, la águila acaba de aterrizar. -Dijo Maddie, antes de bajarnos.
Fruncí el ceño, volteando a ver a Johnny, quien sonrió abiertamente.
-¿De qué águila, están hablando? -Pregunté confundido y Johnny me miró, más sonriente que nunca.
-Ya lo verás.
Los tres bajamos del auto, sin entender nada aún, entramos a la casa. Meredith, Maddie y Johnny, se daban miradas cómplices y yo estaba apunto de entrar en un colapso.
-Ya enserio, ¿Que sucede? -Pregunté, rendido, mirándolos.
-Vamos arriba. -Indicó Johnny y sin dejar de fruncir mis cejas, lo seguí.
Llegamos a la habitación del chico, la puerta estaba entreabierta y cuando estaba por abrirla, Johnny me detuvo, entrando el primero y luego cerrandome la puerta en la cara.
-¡Vincent! -Exclame irritado y el solo rió.
-¡Ya puedes entrar! -Dijo y suspiré, empujando la puerta y adentrando me en la habitación.
Abrí la boca en una gran "o", dejé caer mi mochila y me quedé paralizado, en el umbral de la entrada.
Johnny estaba en la posición de manos de jazz y a su lado, había una cama nueva.
-¿Q-qué es esto? -Pregunté y el se acercó a mí, sin dejar de sonreír.
-Es tu nueva cama.
-Pero... Es tu cuarto y yo siempre duermo en el colchón inflable. -Dije confundido y sin moverme aún.
-Pues ya no más. -Contestó mi mejor amigo, pasando un brazo por mis hombros. -Desde ahora, compartiremos habitación.
No pude evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas, sin dejar de ver la nueva cama. Johnny rió y me abrazo completamente, permitiendo que yo comenzá a llorar a mares.
-Ahora puedes venir cuando quieras aquí, totalmente. -Dijo Johnny y asentí, separandome.
-Gracias.
-No es nada, sabes que amo que estés aquí y eres parte de la familia. -Respondió y sonreí, secando mis lágrimas, para luego lanzarme a mi nueva cama.
(...)
-Sigo sin creerlo. -Suspiré, entrando a ¿nuestra habitación?
-Hazlo, porque es completamente verdad. -Rió Johnny. -Lo teníamos pensado hace algunas semanas y justo hoy, llegó por internet.
Volví a sonreír. Ya les había agradecido a cada uno de los Orlando, incluso a las mascotas, por permitirme estar allí casi todos los días. Pero no creó que algún día, mis agradecimientos serán suficientes, por todo lo que ellos han echo por mí.
-Y bueno, antes de que vuelvas a llorar. -Habló Johnny y reí. -¿Que pasó cuando hablaste con Annie?
-Oh, nada importante. -Dije y alzó una ceja. -Okey, tal vez.
-Te escucho.
-Me contó que ayer había ido a cenar donde los Rowlands, con Jayden... Y Connor. -Explique. -Pero no me enfade por eso, lo hice porque después de contarmelo, me dijo que debía empezar a acostumbrarme porque Connor, sería prácticamente parte del grupo, desde ahora.
-¿De verdad?
-Sí y capaz es cierto, se quedará mucho tiempo y él con Jayden, son inseparables.
-Bueno... Hay que conocerlo otra vez.
-Supongo. -Suspiré y me levanté de hombros, acomodandome en la cama.
-Yo no sé qué hacer con Kenzie.
-Deberías lograr que vuelvan.
-¿Cómo? Ella terminó conmigo.
-Lo sé, pero tal vez se arrepintió o algo... -Dije y frunció el ceño, asintiendo. -¿Que tal la canción?
-¿Qué hay con ella?
-Me contaste que estabas escribiendo una nueva canción, cuando sucedió todo. -Dije y asintió. -¿Por qué no se la dedicas y que la letra diga cuanto la amas y cuanto quieres volver?
-No es mala idea... Pero técnicamente por escribir esa canción, pasó todo, sería irónico.
-Entonces crea una nueva y sin ayuda. -Dije, inspirado. -Que relate cada detalle, si es necesario.
-¿Funcionará? -Preguntó inseguro y suspiré, sentandome a su lado.
-Estamos hablando de Kenzie, la chica que ha estado enamorada de ti hace casi dos años. -Dije y sonrió de lado. -Tú arriesgate y si no funciona, ya veremos como arreglarlo.
-De acuerdo.
-¡De acuerdo! -Repetí y me levanté de la cama. -Ahora ponte a escribir, mientras voy a ayudar con la cena.
-¿Desde cuando ayudas con la cena? -Preguntó confundido y me levanté de hombros, saliendo de la habitación no sin antes, escuchar una última risa de su parte.