Narra Hayden:
-No puedo creer que hayamos hecho todo esto y que al final no hubiera ningún maldito tornado. -Reclamó Maddie, mientras ordenabamos las camas.
-Pero fue divertido. -Opinó Jacob, tomando la comida que nadie había abierto.
Al parecer Johnny se había levantando de mejor ánimo hoy, pues le hablaba a Lauren como si nada hubiese sucedido. Lo que me aliviaba ya que no soportaría pasar otro día enojado con el.
-Listo, todos arriba. -Indicó Mads, al terminar de recoger todo.
(...)
-De acuerdo, más vale que lo aprecien porque costó hacerlos. -Advirtió Kenzie, dejando una bandeja de muffins que ella misma había preparado, en la mesa.
-Están deliciosos. -Dijo Lauren, luego de llevarse uno a la boca.
-¿De verdad? -Preguntó con una sonrisa y los demás asentimos frenéticamente.
No, no lo estaban. Pero ninguno quería herir sus sentimientos y menos quedarse sin comer.
Mi celular comenzó a vibrar, haciendo que dejará el muffin y mi yogurt, para levantarme a contestar a la sala.
-¿Hola?
-Acabo de llamar a Mederith, ¿Por qué no estas en su casa? -Preguntó mi madre y suspiré, sabiendo lo que venía.
-Fue de improvisto, estoy donde una amiga.
-Bueno, dile a tu amiguita adiós, porque ahora mismo te vienes a la casa.
-¿Qué? -Pregunté impresionado. -Mamá son las ocho de la mañana.
-No volveré a repetirlo.
-¿Y desde cuando te interesa dónde estoy? -Pregunté ya enfadado y ella suspiró, por el otro lado.
-Tu padre esta aquí, Hayden. -Dijo y sentí como me quedaba estático por un instante. -Tienes quince minutos.
Y sin más, cortó la llamada.
Mi papá nunca llegaba sin avisar, pero al parecer hoy había sido la excepción. Y por más que disfrutaba verlo, en estos momentos era una pésima idea ir a mi casa.
-¿Todo bien? -Consultó Lauren, distrayendome de mis pensamientos.
-Sí, todo bien.
-¿Seguro? -Frunció el ceño y suspiré, acercándome a ella.
-Necesito ir a mi casa.
-¿Por qué?
-Es largo de explicar... ¿Podrías decirle a los chicos que estoy donde Annie?
Levantó ambas cejas sorprendida, pero de inmediato cambió su expresión y asintió, sin decir ni una palabra.
-Gracias. -Dije y rápidamente dejé un beso en su coronilla.
(...)
Abrí la puerta de entrada, topandome con Dylan, quien solo me miró de arriba a abajo, para luego seguir mirando la televisión.
Subí las escaleras, ignorandolo y al llegar a mi habitación, ví a mi padre, observando algunas de las fotografías que tenía en la pared.
-¿Aún recuerdas ese día en el lago? -Preguntó sin mirarme, mientras le sonreía a la foto y asentí.
Volteó a verme, todavía con su gran sonrisa intacta, hasta que se acercó a darme un gran abrazo.
-Estás más alto. -Comentó al separarse y sonreí a medias.
-Gracias. -Agradecí sin razón, sentandome en la cama.
-¿Así que aún sigues siendo amigo de los Orlando? -Preguntó, imitando mi acción.
-Sí...
-Hayden, ya sabes a que punto estoy llendo. -Dijo y asentí rendido. -Esta es tu casa.
-No se siente como una...
-Bueno no hay otra opción, debes quedarte aquí, con tu madre. No puedes pasar todos los días en la casa de tu mejor amigo.
-¿Por qué? ¡Ella está todo el día fumando y tomando, con un hombre diferente en su cama, Dylan organiza fiestas todos los días y no se preocupa por nada! -Exclamé alterado, levantándome. -Al menos para los Orlando no soy una molestia... Ellos si me quieren.
Susurre lo último, con un nudo en el cuello. Mi padre suspiro, levantándose también, para tomar mis hombros y mirarme fijamente a la cara.
-Hijo, yo te quiero más que nada en la Tierra... Pero verte seguido es más complicado de lo que piensas, tu madre tiene tú custodia y mientras no te quieras mudar a Texas conmigo, no hay nada que yo pueda hacer.
-Lo que puedes hacer es darme permiso para quedarme con Lauren y Johnny. -Dije y bajó la mirada. -Es lo único que te pido y ya no te causare más problemas.
-No causas problemas, Hayden.
-¿Entonces por qué estas aquí?
-Tu madre me avisó que te estabas quedando con tu amigo y yo no aprobé que sea tanto tiempo, por eso viaje. -Contestó.
-Papá, por favor.
-No puedo Hayden, lo lamento. -Dijo y suspiré, rodando los ojos. -Debes entender, que si algún día la trabajadora social viene a verte, ve que tu no estas, pueden quitarle la custodia a tu madre, me la darán a mi y tendrás que mudarte, lo que sé que sería mucho peor para ti, porque aquí tienes todo.
-Papá, si viene una trabajadora social no te dará la custodia porque no estoy en casa, te la dará por las condiciones de la casa. -Corregí y el tomó una bocanada de aire, para luego ver su celular que se encontraba vibrando.
-Debo volver a viajar. -Informó y asentí, poniendo los ojos en blanco. -Solo puedes irte los fines de semana, nada más.
Besó mi frente y despeino mi cabello, para luego dejar mi habitación.
Dí un gran suspiro y cerré la puerta de mi cuarto, para luego tirarme a mi cama, deseando que nada de esto estuviera pasando y mi celular sonó.
Lau💙: Como te fue?