You're sick. #15

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Narra Ruby:

Podía pretender estar enferma o decirle a mi madre que había examen de matemática y que no había estudiado nada, diría cualquier excusa con tal de no ver a Ashton mañana en clases.

Toda la vida pensé que mi primer beso sería como de película, pero fue todo lo contrario, un gran accidente, Ashton si me gusta pero estoy muy segura de que yo no le gustó a él y eso era aún mas triste que pensar en que el beso había sido gracias a mi torpeza.

Dejé de concentrarme en mis pensamientos cuando una carcajada proveniente del cuarto de Nadia comenzó a escucharse por toda la casa, me levanté del suelo y me asomé por el pequeño orificio que había entre su cuarto y el mío.

Cuando Nadia y yo éramos pequeñas, no queríamos tener cuartos separados, por lo que ambas comenzamos a romper la pared con tijeras, si es estúpido y suena imposible de lograr, pero después de golpear con todas nuestras fuerzas todas las noches, durante once meses, un pequeño orificio se formó.

Con el tiempo lo ignoramos y no seguimos hablando por allí como cuando tenía cinco años, pero ahora yo solo lo usaba cuando quería espiarla.

Como ahora.

Puse mi ojo en el orificio, para observar y en lugar de toparme a mi hermana mayor riéndose de algún meme, se encontraba hablando por video llamada con Connor Finnerty y ambos reían a más no poder.

¿Pero desde cuando habían vuelto a hablarse?

Que yo supiera no tenía contacto con él desde hace años, cuando Nadia era "amiga" de Jayden y ahora no podía sacarme esa pregunta de la cabeza.

Bueno esa y la idea de faltar a clases solo para no ver a Ashton.

Narra Hayden:

-No puedo creer que has estado todo este tiempo aquí y yo ni me he percatado. -Me dijo la madre de Annie, mientras le tomaba la temperatura.

-Lo siento... Esque me quedé dormido y si no hubiese despertado ahora tal vez hubiera amanecido aquí. -Reí jugando con mis dedos.

Eran las dos de la madrugada, después de consolar a Annie ambos nos habíamos puesto a ver una película y terminamos quedándonos dormidos. Cuando desperté, Katie estaba entrando a la habitación con un termómetro y Annie a mi lado, pálida.

-¿Te irás? -Preguntó Annie, mirándome preocupada.

-Yo...

-Quédate a dormir. -Me interrumpió Katie. -Es muy tarde para que vuelvas a casa, ¿Puedes llamar a tu madre y avisarle?

-No creo que conteste... -Dije bajando la mirada incómodo, sintiendo la vista de ambas mujeres en mi. -Pero le mandaré un mensaje de todas formas.

-Bien. -Sonrió Katie y sacó el termómetro de los labios de Annie. -Y tu señorita, mañana no iras a clases.

-¿Tan mal estoy? -Preguntó y la mujer asintió. -¿Como lo harás para ir tú? -Me preguntó.

-Supongo que un día que falté a clases no le afecta a nadie. -Respondí y sonrió risueña.

-Okey, duermanse pronto, buenas noches. -Dijo Katie y después de besar la frente de Annie y sonreírme una vez más, salió de la habitación.

(...)

-Tú, mi amigo, eres responsable por retrasar mi encuentro con el comando estelar. -Dije seriamente, mirando hacia Annie que reposaba a mi lado.

-¡Eres un juguete! -Exclamó contestando mi diálogo y luego de quedarnos mirando por una milésima de segundo estallamos en risas.

Eran las cuatro de la mañana y nosotros veíamos toy story mientras repetiamos los diálogos.

-Ay creo que necesito ir al baño... -Dijo Annie, sentándose en la cama.

-¿Puedes levantarte? -Pregunté recordando que hace una hora cuando lo intento, solo logró mariarse.

Asintió levantándose de la cama y caminando hacia el baño, le puse pausa a la película y me quedé sentado allí esperándola, hasta que escuche como hacía una arcada.

Corrí hacía el baño, encontrándome a Annie con su cabeza a centímetros del inodoro mientras vomitaba, me acerque y tomé su cabello para evitar que se lo manchase.

Y así estuve un par de minutos, hasta que finalmente acabó, pero no se levantaba.

-¿Ann, estas bein?

-Si... Es solo que no se como mirarte a la cara sin sentir vergüenza. -Respondió tomando papel higiénico para limpiar su boca.

-Annie, vomitar cuando estas enferma es normal, no sientas vergüenza y solo levántate. -Dije obvio, riendo.

La chica obedeció sin dirigirme la palabra, lavó su boca una vez más y los dos volvimos a la cama, a continuar viendo la película.

Pero esta vez ninguno decía los diálogos y Annie todavía no se había volteado a verme ni por un segundo, por lo que comencé a sentirme muy fuera de lugar.

Volví a pausar la película y volteé a verla, esperando que hiciera lo mismo pero solo se quedó mirando la pantalla.

-Annie, no me ignores. -Pedí acariciando su mejilla.

-No te ignoro, es solo que de verdad estoy avergonzada. -Respondió, riendose un poco de ella misma.

Rodé los ojos divertido, tomé su barbilla haciendo que al fin me mirara y nuestros rostros quedarán frente a frente.

-Annie, no me importa que vomites, realmente no me molestaría que hicieras nada que se consideré asqueroso o raro... Te adoro demasiado como para no apoyarte en estas situaciones. -Expliqué y sonrió. -Además estoy feliz de estar aquí contigo, sin importar lo enferma que estés.

-Gracias y no gracias. -Dijo y en un rápido movimiento besó mi mejilla, dejándome paralizado. -Ahora también estarás enfermo, tomaré tu cabello al vomitar, entenderás lo vergonzoso que es y estaremos a mano. -Explicó y volví a rodar los ojos divertido.

Pasar tiempo con ella se sentía como el mejor panorama en el mundo entero.

 𝙴𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora