Calls. #69

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Narra Jenna:

Apagué el despertador de mi celular y dí un gran bostezo, para luego darme vuelta al otro lado de la cama.

El olor al perfume de Jacob, todavía estaba impregnado aquí y no sabía si era bueno porque lo recordaba cada dos minutos o malo, porque podría parecer alguna chica obsesionada con él, al olerlo más seguido de lo que debería.

-Jenna, levántate. -Indicó mi madre, entrando a mi habitación. -Tu amiga esta en la puerta y yo me voy a trabajar.

-¿Cuál amiga? -Pregunté, sentandome rápidamente.

-La de nombre oriental. -Contestó y fruncí el ceño.

-¿Qué?

-Solo ve a abrirle, yo ya me voy. -Dijo y depositó un beso en mi frente, para después salir de mi habitación.

Me levanté de mal humor, además de que hoy comenzaban mis clases en linea, las cuales eran una pesadilla, ahora también debía lidiar con Asia.

-Necesitas darte una ducha. -Fue lo primero que dijo, después de que la hice pasar.

-Ajá, bienvenida. -Respondí rodando los ojos. -¿Qué haces aquí?

-Necesitamos hablar sobre el plan.

-No existe ningún plan, Asia. -Suspiré, sentandome en el sofá.

-¿Qué dices? -Preguntó impresionada, sentándose frente a mí.

-Lo del otro día en la fiesta, fue un desastre. -Dije y desvío la mirada. -Nos habías dicho que se lo dirías en silencio, porque esa era la idea. Solo hacerla sufrir a ella, no a todos o que todos se enterasen.

-Yo decido que hacer.

-Bueno, entonces no nos digas lo que vas a hacer, si vas a terminar haciendo otra cosa. -Respondí firme y ella rió irónica. -¿Qué?

-Tampoco les contaré todo, especialmente a ti.

-¿Hay algo que no, nos hayas dicho? -Pregunté y volvió a sonreír. - Asia.

-Solo un par de cosas... Llamadas, tal vez.

-¿Qué?

-Ay relájate, es la mejor manera de que se derrumbe poco a poco.

-No entiendo... -Murmuré y ella se acercó a mí, levantando mi barbilla.

-La pequeña Mackenzie, ha estado hablando con una persona que le ha advertido sobre su novio, amigas y próximamente de toda la vida.

-Pero ella no sabe que eres tú.

-Y tampoco lo sabrá. -Contestó al instante, caminando alrededor de la sala. -Estaré recalcandole cada error que cometa, en su día a día. Y también, le diré las verdades que ella no se atreve a enfrentar.

-Ella podría llamar a la policía.

-¿Por qué? Solo le estoy contando cosas que tampoco son necesariamente verdad.

-Sí, pero ella no sabe con quien está hablando y tarde o temprano se asustara de que sepas tanto sobre ella.

-Por dios, Jenna. -Suspiró. -No lo hará, Mackenzie es tonta y fácil de manipular, en cuanto menos se dé cuenta, ella me contará sobre todo por esas llamadas... Será como si fuese mi amiga.

-¿Y para que te servirá saber tantas cosas de ella? -Pregunté, cruzando me de brazos. -Tal vez ni siquiera escuche tus "consejos y advertencias"

-Grabare las llamadas y si dice algo malo, sobre alguien, ese alguien se enterara. -Explicó. -Y por supuesto que me escuchara, porque además de idiota es insegura.

-Creo que estas exagerando... -Murmuré y volteó a verme. -Todos estos planes, con el arma, la llamada, humillarla en público, tal vez ni siquiera te sirvan como venganza después de todo.

-Tu no sabes eso.

-Ni tu. -Dije y puso los ojos me blanco.

-Mackenzie ha echo mi vida imposible durante mucho tiempo, no importa si necesitó crear mil planes para vengarme, lo haré... Porque vale la pena.

-De acuerdo. -Suspiré. -Pero yo ya te dije, que no quería estar involucrada con eso de la pistola... Apenas quiero involucrarme con Rush, también.

-Y yo ya dije, que no tienes opción.

-Sí y todo por una estúpida promesa, que puedo romper cuando y quiera.

-En eso te equivocas también. -Interrumpió. -¿Acaso debo recordarte como nos conocimos?

-No.

-¿O recordarte también, por que estas en el plan? -Preguntó y negué, con la cabeza agachada. -Eso pensé.

La chica dió una última risa, para luego dejar dos palmaditas en mi cabeza y caminar hacia la puerta, donde salió.

Limpié la lágrima que resbaló mi mejilla y tomé mi celular que estaba vibrando continuamente.

Y había perdido la primera clase, lo que faltaba.

(...)

-Tenemos una emergencia. - Habló Asia, por la llamada.

-¿Qué? -Pregunté desinteresada, mientras comía mi sándwich.

-Kenzie denunció el número y ahora no tengo como llamarla. -Explicó.

No te rías, no te rías, no te rías.

-¿Y por qué no compras otro chip? -Pregunté, intentando parecer preocupada.

-No, ya estoy harta. -Dijo y fruncí el ceño. -Ha sido un día de mierda y lo único que quiero hacer es desquitarme.

-¿Cómo?

-Haremos el plan con la pistola, hoy. -Dijo y me quedé atónita.

-¿Q-qué?

-Solo la asustare... La asustare tanto que tal vez no sea necesario seguir con todos estos inútiles planes... Tal vez dejar esto de lado, como dijiste sea lo mejor para mi misma.

Wow.

Ahora no sabía cómo sentirme. No quería que Kenzie se asustara tanto y menos con un arma, pero por otro lado si eso sucedía... Podría acabar con todo esto, de una vez por todas.

Quitarme de encima a Asia para siempre o soportarla para no asustar a Kenzie...

-¿Sigues ahí? -Preguntó.

-Sí. -Contesté. -¿Dónde nos juntamos?

-Te mandaré la dirección.

Y colgó.

 𝙴𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora