Narra Maddie:
-Nada, absolutamente nada. -Dije dramatizando, mientras chocaba mi cabeza con el escritorio.
Solo me faltaba un diseño más para terminar una línea de ropa que lanzaría, pero no tenía ni una sola idea.
Hasta que la bocina de un vehículo me distrajo de mi crisis mental. Me levante curiosa del escritorio y me asomé a la ventana, un camión de mudanza.
Oh por dios, vecinos nuevos.
Olvidé por completo el diseño que me faltaba y acerque la silla del escritorio a mi lado, para sentarme a observar.
Había una mujer que les indicaba al personal de mudanza donde dejar todo, por lo que probablemente sea la ama de casa y al lado de ella se encontraba un chico como de mi edad.
No le hubiera puesto tanta atención de no ser porque no podía dejar de pensar que ya lo conocía de alguna parte, así que como Kenzie se encontraba en la escuela y no había nadie más a quien pedirle ayuda, recurrí a mi mejor amiga.
Saqué el celular cautelosamente por la ventana y traté de tomarle fotos, pero todas salían mal, hasta que pensé encontrar la perfecta, pero también estaba borrosa. Volví a subir la mirada para seguir intentando, pero el chico ya no se encontraba allí, por lo que me rendí inmediato.
Me levanté de la silla y estaba apunto de irme, cuando el sonido de una ventana abrirse a tan solo un par de metros de mi, me interrumpió.
-¿Sabes que puedo denunciarte por sacarme fotos sin mi consentimiento?
Me volteé deseando que no fuera real, pero lo era y el chico estaba frente a mi habitación, de brazos cruzados y con una sonrisa burlona.
-Eran para mandárselas a mi hermana, quería saber quienes eran los nuevos vecinos. -Mentí, usando mi habilidad de actuación pero aún así el castaño frunció el ceño.
-¿Por qué Kenzie estaría interesada en algo así? -Preguntó, dejándome perpleja.
-¿Conoces a Kenzie?
-¿Realmente no me recuerdas? Wow, sabía que podías ser fría pero nunca imagine que tanto. -Respondió apoyándose en su ventana.
-¿De qué estás hablando?
-Es una lástima Maddison... Tantos recuerdos juntos.
Y de repente lo recordé.
-Jacob. -Dije y el sonrió abiertamente.
-El mismo.
Estaba frente a mí novio de cuando tenía siete años y no solo eso, también sería mi vecino.
-¿Cómo has estado, belleza?
-¿Belleza? -Pregunté riendo irónica. -Tengo novio.
-Bien, gracias por la información que no necesitaba. -Contestó y rodé los ojos.
-Sigues igual de molesto, Sartorius.
-Y tu igual de egocéntrica, Ziegler.
Sonreí sindica y cerré la ventana
Ya está, no salgo más de mi habitación.
Narra Kenzie:
Lauren y yo entramos al baño, donde se encontraba Annie y Jayden quienes habían corrido de la escena de Hayden hace unos segundos.
Annie estaba con el rostro cubierto con sus manos, frente al espejo, mientras que Jayden la abrazaba por los hombros.
-Intenté detenerlo Ann, pero Hayden es un muy buen ejemplo de obstinado. -Habló Lauren, acercándose a la chica
-Se esforzó tanto... -Sollozó Annie. -Y yo solo salí corriendo, lo dejé en ridículo.
Lauren y yo nos miramos impresionadas, pues la reacción que esperábamos era completamente diferente a esta.
-¿Entonces... Estás enojada contigo misma? -Pregunté confundida y Annie asintió, volviendo a cubrirse la cara.
-Soy un desastre.
-¿Que? No, Annie la mayoría en la escuela saben lo tímida que eres, lo entenderán. -Dijo Jayden.
-Pero Hayden no... se sentirá fatal.
Las cuatro nos quedamos en silencio por unos segundos, pues buscar lo adecuado que decir en esos momentos era muy difícil sin perjudicar ni a Annie ni a Hayden.
-Todavía es temprano. -Susurró Lauren, los suficiente fuerte para que escucharamos. -Aún puedes decirle que sí.
-Porque... ¿Quieres hacerlo verdad? -Pregunté uniendome a Lauren.
-Claro. -Respondió limpiando sus mejillas con sus mangas.
-De acuerdo, Annie sé que critico al inútil de Hayden todo el tiempo, pero sé que estas enamorada de él y el de ti y si no sucede nada ahora... Tal vez no lo haga nunca. -Habló Jayden mirando fijamente a su mejor amiga.
-Exacto, tienes que armarte de valor, olvida que toda la escuela te esta mirando y solo ve por él. -Dije y los ojos de la castaña volvieron a llenarse de lágrimas, hasta que abrió los brazos, uniéndonos en un abrazo grupal.
-Gracias. -Murmuró para luego salir corriendo del baño.
(...)
Me senté en el último puesto de la clase de química pues no tenía energías para poner atención y menos para escribir, por lo que solo pretendería hacer ambas cosas, desde el final de la sala.
-Alumnos, buenos días. -Saludo la directora, entrando a la sala. -Hoy se integra una nueva compañera a la clase, así que como siempre, espero que la reciban con respeto y que la ayuden en todo lo que necesite. -Pidió y una chica apareció a su lado.
Mierda.
-Me presento, mi nombre es Asia.
(...)
Me pase toda la clase preguntándome como era que Asia había terminado en mi misma escuela y cuando tocaron el timbre, ya estaba decidida a ir yo misma a preguntarle.
El timbre sonó, todos se levantaron incluyendo a Asia, por lo que fui tras ella.
-¡Hey! -Exclamé en el pasillo y la chica se detuvo, caminando a mi con una sonrisa.
-Hola, Mack.
-No te atrevas a llamarme así. -Dije y miré a mi alrededor. - ¿Como llegaste a aquí?
-Digamos que he estado observando a
una personita... -Contestó para luego reír.-¿A qué te refieres? -Pregunté y la chica volteó a ver a una dirección, donde se encontraban Hayden y Annie.
Ay no.
-Supongo que ya entendiste. -Dijo al ver mi expresión, volviendo a sonreír. -Bueno ya debo irme, pero fue agradable hablar contigo para así dejarte en claro que además de lograr que Hayden y yo terminemos juntos...-Se acercó a mí oído y susurro. -Te haré la vida imposible.