La chica nueva

8. ¡Sal de aquí!

Me gustaria dedicar este capitulo a mi buena amiga Rob, que necesita un poquitin de apoyo ahora mismo. Bueno, este es mi pequeño granito de arena. ¡Recuperate Rob!

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Todos tienen la cabeza gacha, y varios están llorando. Malec tiene la cara en el suelo, creo que se ha desmayado. No veo a Sharon por ninguna parte. Mantengo la vista en suelo. Por una vez me hubiera gustado que estuviera en clase, ella habría hecho algo. Los terroristas hablan algo en un idioma que no entiendo y uno apunta a la profesora Marga. Le pone el cañón en la frente y le tiende una pistola. Señala a una chica que no para de sollozar. La chica cuando se da cuenta de que está siendo señalada comienza a sollozar más alto sin poder parar. El terrorista se gira a la profesora Marga que tiene la pistola en las manos temblorosas.

- Mátala.- Dice el terrorista dándole un golpecito con el cañón en la sien a la profesora Marga. Ella mira sus manos, después al terrorista y al final a la chica. Todos los alumnos miramos a la profesora. ¿Qué? ¿Qué la mate?

-No, no. Por favor. ¡Por favor! ¡Me callare, hare lo que queráis! - Lloriquea. ¿Se llamaba Lucía? Nunca he hablado con ella... Trago saliva y me quedo muy quieta y en silencio. Los demás hacen lo mismo. Lucia sigue rogando. El terrorista quita el seguro del arma que apunta a la cabeza de Marga.

-O muere ella o mueres tú. - Su acento marroquí hace que me estremezca. La profesora levanta la vista a Lucía, aprieta los labios y levanta la mano para apuntarla. Veo sus nudillos blancos cuando aprieta un poco la mano. Contengo la respiración e intentó hacerme más pequeña. ¿No irá a hacerlo? ¿No irá a disparar a una de sus alumnas? ¿Ese es el plan de los terroristas? ¿Que nuestra profesora nos mate?

Lucía le ruega de rodillas, desesperada y con la cara bañada en lágrimas. Su rímel se ha corrido y le llega hasta las mejillas.

Entonces la puerta se abre de un golpe seco. El sonido nos sobresalta a todos. Me giro para ver a Sharon en la puerta con los cascos puestos. Esta mirando su móvil antiguo con cara aburrida, lleva puestos unos vaqueros desgastados y viejos con una camiseta negra y camisa roja y azul a cuadros. Levanta la vista, aun sin haber cerrado la puerta.

Abre mucho los ojos cuando ve a los terroristas. La puerta golpea la pared de la clase y del susto, la profesora Marga aprieta el gatillo y la bala rompe el cristal de la clase. La gente grita asustada y todos nos agachamos por acto reflejo. Vuelvo a mirar a la puerta pero Sharon ya no está, solo esta su mochila en el suelo. Dos de los cuatro terroristas que hay en nuestra clase corren tras ella.

Oigo como los pasos apresurados se alejan y como unas botas chirrían por la rapidez que cogen por el pasillo, hasta que casi no los escucho. El sonido de varios disparos resuena en el edificio y se escucha movimiento en las otras clases. Por primera vez pienso en los demás. ¿Habrá también terroristas en las demás clases? ¿Estarán bien? ¿Habrá matado algún profesor a alguno de sus alumnos? No se ha oído ningún disparo antes de que Sharon apareciera así que todos deben de estar bien.

Un escalofrió me recorre. ¿Qué hace ella aquí? Sé que tiene clase pero, ¿por qué ha venido justo ahora? ¿No podía quedarse en casa? Se supone que ayer trabajó. Quizás ha venido porque le llevaste los apuntes, me dice mi subconsciente. ¡Maldita sea, tengo que hacer algo! Sé que ella sabe matar pero aún así me siento intranquila. Hace unos minutos deseaba que estuviera aquí para poder hacer algo pero ahora que está siendo perseguida por terroristas armados la ansiedad está empezando a apoderarse de mí.

Miro a los dos terroristas que quedan por el rabillo del ojo, parecen nerviosos. Al parecer no esperaban ninguna interrupción. Miro la puerta, aún está abierta. Uno de los marroquíes coge su teléfono y dice algo. Se acerca a la puerta y mira a ambos lados. ¿Eso significa que no la han cogido aún? Una pequeña esperanza me motiva a tratar de salir de la clase. Miro a la profesora Marga pero por supuesto le han quitado el arma.