- Esto puede acabar, ya sabes. - Dice Zihara acabando de limarse una mano. - Acepta los cargos. - Ni siquiera la mira cuando lo dice, sino que comienza a limarse la otra mano.
- ¿Resignarme y bajar la cabeza? Nunca. - A pesar de la escena, a pesar de las lágrimas y de cómo suena su voz cuando el hunde su puño en su estómago, de alguna manera, su voz suena decidida.
- Diviértete, Tomas. - Dice y continúa limándose las uñas. A pesar de que mi cuerpo está paralizado, cuando Malec golpea algo contra mi muslo, giro la cabeza.
- Grábalos, Mana. Tenemos que demostrar esto, la gente tiene que saberlo. - Me dice. Bajo la vista para ver su móvil. Trago salivo y lo cojo con toda la rabia del mundo.
Esto no va a quedar así, Zihara. Voy a hacer que lamentes cada minuto de tu vida por haberle hecho esto. Pienso y enciendo la cámara del móvil.
Mi mano tiembla cuando Sharon emite un sonido medio gruñido, medio suplica. Pulso el botón de grabar y trato de mantener el móvil recto. Enfoco a Zihara y después a Sharon y al hombre, Tomas. Sharon mantiene los ojos cerrados, aunque los abre cada poco tiempo, para después volver a cerrarlos.
- Sharon... - Digo sin darme cuenta. Estoy tan cerca... Solo tiene que girar la cabeza unos centímetros para verme. Pero ella está demasiado ocupada recibiendo los golpes. Si hubiera alguna manera de que supiera que he estado aquí.
Giro la cabeza hacia todas partes, buscando algo. Aunque sea algo mínimo. Pero nada, no hay nada que ella pudiera reconocer. Entonces una notificación aparece en la pantalla. No queda espacio de almacenamiento.
- Joder. - Mascullo y le paso el móvil a Malec. - No queda memoria. - Le digo apresuradamente mientras meto la mano en mi bolsillo para coger el mío.
Zihara sopla ruidosamente y me sobresalto, pensando que nos han descubierto. Pero ella sigue mirándose las uñas, parece que ha acabado de limárselas.
- Bueno, yo voy a por algo de comer. No os mováis de aquí. - Dice en tono burlón mirando hacia Sharon. Ella le gruñe, visiblemente enfadada. Ahora que Zihara no está, Sharon podría verme. Empiezo a mover los brazos para llamar su atención, cuando Malec tira de mi sudadera hacia abajo. Tira tan fuerte que casi me tira.
- ¿Que pasa contigo? - Le digo irritada. ¡No tendré otra oportunidad como esta!
- Todos los polis suele ir a por comida a un chino que hay por allí. - Dice señalando con la punta del dedo el final de nuestra calle. - Tiene que pasar por aquí si o si, vamos. - Dice agarrándome con fuerza del antebrazo y caminando rápidamente hacia la misma zona por la que hemos venido. Malec empieza a recorrer el siguiente callejón también.
- No creo que nos vean aquí, Malec. - Le digo.
- Tenemos que volver a casa, puede que nos pillen.
- ¿Que? No. Yo no voy a volver. - Digo frenándome en seco. - Esta es la última oportunidad que tengo de verla. Zihara se ha ido, si vuelvo a asomarme puedo llamar su atención.
- Podría volver en cualquier momento. ¡Estarías completamente expuesta y no podrás ayudarla si te pillan!
- No me pillaran.
- Incluso si no te ve Zihara, ¿cómo vas a llamar la atención de Sharon sin que el otro tío te vea? Mana, sé que quieres verla, pero esto es demasiado impulsivo. Esto es cuando no lo piensas bien, la cagas y te pillan. - Dice completamente serio.
- Me da igual. Necesito que me vea. No tienes por qué quedarte. - Le digo girándome y dándole la espalda. Vuelvo unos metros hasta la esquina del callejón y veo como Zihara gira la esquina mientras habla por el móvil con alguien. Espero pacientemente a que se aleje varios metros.
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La chica nueva
Teen FictionNunca un boli bic habia sido tan peligroso. Al menos no hasta que la chica nueva mato a un hombre clavandoselo en el ojo. Manna sabia que la nueva era rara, pero aun asi no cabia en si de gozo, era el dia en el que por fin iba a cambiarse ese nombre...