Me estremezco sin poder dejar de mirarla. Ella mira mis labios y se le dilatan un poco las aletas de la nariz cuando coge aire. Sube de nuevo la mirada a mis ojos, ahora sus ojos arden y el verde es demasiado intenso. Tanto, que empiezo a sentir mucho calor en el cuerpo. Sharon se acerca lentamente a mi oído, con las cejas un poco levantadas y la boca semi abierta.
-¿Te das cuenta de lo preciosa que eres?
Me estremezco de nuevo, un estremecimiento que llega a lo más hondo de mí. Empiezo a sentirme impaciente y taquicardia. Mis manos tiemblan. Sharon me roza la mejilla con el dorso de la mano. Una corriente me recorre el cuerpo entero y el deseo empieza a apoderarse de mí. ¿Qué me pasa cada vez que Sharon esta cerca? El impulsó se apodera de mí, y sin pensármelo dos veces me giro y pongo ambas manos sobre sus hombros.
Están duros y firmes, me impulso sobre ellos sin dudarlo y en una milésima de segundo. Me pongo de puntillas pero antes de que pueda besarla ella inspira bruscamente y me agarra bajo los muslos. Me levanta con facilidad y haciendo que pierda el equilibrio. Le rodeo el cuello con las manos y ella me pega la espalda al espejo del probador. Mi cuerpo está prisionero entre el espejo y su cuerpo, puedo notar cada centímetro de ella presionándome.
Me mira directamente a los ojos, sus ojos verdes están incendiados por la intensidad, puedo ver el fuego que los nubla y lo difícil que es para ella pensar ahora mismo. ¿Esta sintiendo lo mismo que yo ahora mismo? Le miro los labios y le acarició el inferior con el dedo gordo. Como me gustaría besarlos ahora mismo... Es carnoso y un poco áspero...
Sharon no lo duda y en cuanto levanto la vista me besa con voracidad, sin esperar a mi respuesta. Me estremezco cuando su lengua roza la mía, una descarga aún más poderosa que la anterior se apodera de mí. Sharon se apodera de mi boca en un instante, su lengua explora ávidamente mientras yo me derrito en sus brazos. Dios... Nunca me habían besado así.
La manera en la que su lengua se enreda con la mía y la postura en la que me tiene agarrada es tan erótico... Y que sea una chica hace que me estremezca, es como hacer algo prohibido y excitante. Enredo una de mis manos en su pelo y la otra la bajo hasta su clavícula. Quiero tocar su piel pero el jersey no me deja.
-El. Jersey.- Digo entre besos.- Quítatelo. - Mi voz suena tímida y parece que le estoy rogando porque se lo quite. Bueno... La verdad es que estoy rogándole para que se lo quite. Podría ponerme de rodillas solo para que bese de nuevo como lo está haciendo ahora.
-Si me lo quito. Te lo voy a hacer aquí mismo.- Oh dios. Mi cuerpo entero se incendia solo con pensar sobre ello.- Y tú tienes novio, y sé que te importa.- Dice eso ultimo con voz contenida.
Me congelo. Andy. ¡Mierda! ¡¿Pero qué demonios estoy haciendo?! Me remuevo un poco y Sharon me suelta los muslos pero no se separa de mí así que sigo entre ella y el espejo de la pared. Dios. ¿Qué me ha ocurrido? Abro mucho los ojos y me tapo la boca con la mano. ¿Pero qué he hecho?
-¿Mana? - Noto la preocupación en su voz pero no me siento capaz de levantar la vista y mirarla. La empujo un poco para liberarme pero ella no se mueve.
-Déjame salir.-Musito. Noto como su cuerpo se pone rígido cuando lo digo.
-No hasta que me prometas que no saldrás corriendo. -Casi parece frágil y desesperada cuando lo dice. Respiro hondo. ¿Salir corriendo? Es justo lo que quiero ahora mismo, correr hasta otro continente. O quizás más lejos. Vuelvo a coger otra bocanada de aire y mi garganta hace un sonido extraño.
-¿Estás bien? ¿Necesitas el inhalador? - Me pregunta buscando mi mirada. Niego con la cabeza y aparto mi mirada de ella.
-No, estoy bien solo necesito un poco de aire, quita.- Ella no se mueve. Sube la mano a mi mentón y presiona para que la mire. Cierro los ojos. No puedo mirarla ahora, se caerían todas mis barreras y yo no soy así, no caigo a los brazos de la primera persona disponible que me encuentro, y menos teniendo novio. Andy será un gilipollas pero aun así es mi novio, no soy infiel, no pienso ir por ese camino. Entonces una voz que llevaba mucho tiempo silenciada habla. Déjale. Me dice. No eres feliz con él. Lo se... Lo sé pero no sé cómo solucionar esto.
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La chica nueva
Novela JuvenilNunca un boli bic habia sido tan peligroso. Al menos no hasta que la chica nueva mato a un hombre clavandoselo en el ojo. Manna sabia que la nueva era rara, pero aun asi no cabia en si de gozo, era el dia en el que por fin iba a cambiarse ese nombre...