La chica nueva

18. En plena noche

-¡Eh! ¡EH! ¡Fuera de aquí! Mierda Brok, si vas a pelearte hazlo lejos de mi puerta.- Oigo decir a Sharon en el pasillo. El chico con las rastas baja los brazos y rueda los ojos mientras resopla. Patea la puerta de nuestra habitación y clava la vista en mí. Me tenso, la habitación esta oscura pero no mucho. Se acerca con los ojos entornados y estira la mano hacia el interruptor de la luz. Pone la mano sobre el interruptor cuando un codo se estrella contra su cara.

-Metete en tu puta habitación, Bill.- Le dice Sharon posicionándose rápidamente entre la puerta de la habitación y Bill. El mira sobre el hombro de Sharon un segundo, después la mira a ella. Y gracias al cielo decide marcharse. Sharon cierra la puerta, ya no hay ruido en el pasillo. Me mira fijamente y sus ojos arden, automáticamente mis entrañas se contraen.

Cierra los ojos y respira hondo. Se queda muy quieta, apoyada contra la puerta unos segundos. Suelta el aire poco a poco y después abre los ojos. Me mira y me sonríe. En sus ojos ya no hay rastro del incendio que los devoraban hace solo unos segundos. Me pasa la mirada por todo el cuerpo y cuando llega a mis ojos ya tiene la boca abierta para coger aire. Levanta las cejas antes de hablar.

-Tengo que ocuparme de algo. ¿Te molesta dormir sola un poco?

Niego con la cabeza. Yo... No esperaba que fuera decir eso... Me esperaba algo más... ¿Sexy? ¿Tiene que ocuparse de algo? ¿Ahora?

-¿Que tienes que hacer?

Ella aprieta los labios y me mira los pies un momento antes de subir la vista.

-Tengo que devolver algo. No me conviene entregarlo tarde.- Me dice. Noto algo en sus ojos pero no sé lo que es. Agg, Sharon es muy difícil de leer. No sé lo que piensa o lo que quiere, es frustrante.

Me tumbo en la cama y me tapo un poco mientras la observo. Ella suspira y asiente con la cabeza. Tiene los dos puños en tensión, con los nudillos blancos. Parece que quiere comerme con la mirada, pero aparta la vista hacia sus pies. De alguna manera, parece que es como si no quisiera sentirse como se siente conmigo... Como si rechazara esa sensación.

-No tardare.- Dice antes de salir. Yo cierro los ojos. ¿No quiere sentirse así por mí? Eso no tiene sentido. Es decir, sé que me quiere. Lo demuestra de manera un poco rara y exagerada la mayoría de veces pero siento que me quiere. ¿Entonces porque siento como si no quisiera tocarme? Lo que dice su cuerpo y lo que hace es completamente diferente...

Ruedo en la cama y me acurruco. Bostezo y antes de darme cuenta me quedo dormida.

Algo se mueve cerca de mí y choca contra una bolsa que cruje. El sonido acaba de despertarme y me remuevo un poco en la cama, buscando la comodidad de nuevo. Giro sobre el colchón aún sin abrir los ojos y me acomodo. Un par de minutos después oigo como la madera cruje bajo el peso de alguien. Abro los ojos como platos. ¿Alguien? ¿En mi habitación? Me incorporo justo cuando se cierra la puerta. Está dentro. Me lanzo contra la pared donde está el interruptor y lo golpeó con la palma para que se encienda la luz.

Miro a mi alrededor nerviosa. ¿Dónde estoy? ¿Dónde está? Pasó la vista por los trastos apilados y el olor a polvo me inunda las fosas nasales. Hay una bolsa de basura abierta en el suelo. ¿De dónde ha salido? Al menos no tiene nada dentro y parece limpia... No hay nadie aquí, pero eso ahora mismo me da igual. No conozco esta habitación, ¿qué hago aquí? Al poner los pies en el suelo para acercarme a la bolsa y mirarla más detenidamente, noto los cortes. Tengo los pies vendados.

Parpadeo. Parpadeo otra vez. Tardó un par de minutos en acordarme de todo. ¡Andy! ¡Sharon! Miro la cama, el baño y por último la bolsa de basura, solo moviendo la cabeza. Me levantó, ignorando el dolor, y corro hasta la puerta. ¡Ha tenido que ser ella! Miró a derecha e izquierda pero todo es igual. Pues.... Derecha.