20. El enfrentamiento - Parte 1

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Sonrió también y me incorporo un poco para besarla en los labios. Solamente es un roce, un pequeño pico, pero una electricidad pasa de su cuerpo al mío. Noto un pequeño escalofrió cuando Sharon pasa la lengua por mi labio inferior, pidiéndome permiso. Abro la boca y ella se acerca más a mí. Espero ansiosa su contacto cuándo oigo un fuerte ruido.

Entonces una puerta se cierra detrás de Sharon. Nos separamos y escuchamos. Pasos. La risa se apodera de mí, por los nervios, y nos levantamos rápidamente. Le coloco bien el jersey a Sharon y ella intenta peinar mi pelo cuando la señora de la limpieza entra en el baño. Lleva un viejo y manchado vestido azul marino y empuja un carrito lleno de productos de limpieza. La señora nos mira con sus ojos avellana y aparta la vista rápidamente. Se ruboriza.

Empujo a Sharon, nerviosa y sin poder parar se reír. ¡Lo sabe, lo ha notado! De repente Sharon coge las bolsas y empieza a caminar a paso rápido.

-¿Le has visto la cara?- Le digo aún entre risas. Ella me mira y asiente casi sin poder ocultar su risa.

-Creo que vamos a llegar algo más que un poco tarde. - Su risa es contagiosa y me hace reír aún más.

Joder las clases. ¿Qué le está pasando a mi sentido de la responsabilidad? Sharon se sube a la moto aparcada junto a las demás rápidamente y la endereza. Yo esquivo las demás motos para llegar a la nuestra mientras Sharon mete como puede las bolsas en el maletero.

-Creo que hubiera sido más sencillo si lo hubiera hecho antes de arrancar.- Dice contorsionándose. Intento silenciar mi ataque de risa y me siento detrás de ella.

-¿Por cierto la moto de quién es?

-Jon Ander, pero le llamamos Jonan. Es un miembro de la mafia italiana.- Hecha hacia atrás la moto para incorporarse al tráfico.

-Como no.- Digo ya aceptándolo y mirando al cielo.- Y supongo que no tienes carné.

-¿Es que conduzco mal?- Dice sonriéndome de medio lado por el espejo retrovisor. ¿En serio no tiene carnet? Y lo peor es que ni siquiera me molesta, no estoy asustada. Es más, me siento viva y feliz. Me acerco a ella y me aprieto como antes, Sharon tose cuando le aprieto queriendo en el estomago demasiado.- ¿Me lo parece o eres un poco vengativa?

Le sonrió de vuelta en el espejo retrovisor.

-Definitivamente es cosa tuya.- Le digo en el cuello. Ella tiene un escalofrió antes de negar con la cabeza, aun sonriendo. Acelera y yo pego un gritito mientras me aprieto más contra ella y oculto mi cabeza detrás de su espalda.

Sharon esquiva los coches, pasando muy cerca de ellos. Me aprieto contra ella cada vez que inclina un poco la moto para tomar una curva. En menos tiempo del que esperaba, estamos ante el instituto. Sharon la aparca fuera, en diagonal, y rápidamente me agarra la mano y me ayuda a bajarme de la moto.

-No tenemos mochila.- Le digo mientras entramos corriendo por la entrada.- Ni estuche, ni libros.

-Cierto.- Me dice frenando en seco en el pasillo lleno de taquillas. - Bolis y hojas en blanco. - Se dice mientras se pone el dedo índice en los labios. Se queda pensativa unos segundos y yo aprovecho para mirarla. Paso la vista por su largo pelo castaño, sus ojos verdes, sus pómulos altos, su pequeña y delicada nariz. Y por último, sus finos labios, tiene un color rosa pálido precioso. Sharon asiente y me saca de mis pensamientos, vuelve a agarrarme la mano de nuevo.

Me lleva hasta la sala de profesores y acerca la oreja al cristal.

-No oigo ruido...- Me dice.

-No iras a entrar. ¿Verdad? - Sharon me sonríe. Hay no. - ¡Podrían expulsarte!

Se pone el dedo índice en los labios y señala el baño con la cabeza.

La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora