La pantera indomable

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Capítulo 7 La pantera indomable.

La Pantera estaba completamente acorralada por Stark y Ulquiorra. Ambos Espada no tenían ni la más mínima intención de dejarlo ir, salvo que Roxanne intercediera por él. Sin embargo, y ante la sorpresa de los presentes, la muchacha no hizo siquiera el intento de defender a la sexta.

─Este puto Stark me tiene. Si no me muevo, le diré adiós a mi brazo otra vez—pensó Grimmjow mientras observaba el rostro implacable de Zero.

—Roxanne ¿te encuentras bien? —preguntó Ulquiorra, quien abrazaba a la joven, ante la mirada de odio de Grimmjow.

—No tienes de qué preocuparte Ulquiorra, me encuentro perfectamente—contestó amablemente la de ojos morados, lo que hacía que la sexta se quemara por dentro de celos.

—Y bien Grimmjow ¿quieres disculparte o vas a decirle adiós a tu brazo? —preguntó calmadamente Stark.

—Yo no le voy a pedir perdón a nadie, menos a ella—contestó seguro de su respuesta.

— ¿Sabes pantera? El ser orgulloso tiene su límite y ser un necio con fama de héroe no te hará más hombre. Tu siempre serás un necio—sentenció la de cabellos negros, dándole la espalda a Grimmjow mientras era seguida por Stark y Ulquiorra.

—Me las pagarás Roxanne—contestó el de cabellos azules, dejando el lugar, mientras iba en busca de alguna mujer.

Por otro lado, Stark y Ulquiorra seguían a Roxanne hacia una de las tanas habitaciones que existían en Las Noches. La muchacha parecía no estar preocupada por nada. Sin embargo, Stark conocía muy bien a Le Roux y sabía perfectamente que ella solo estaba ocultando su dolor.

—Lo has salvado de nuevo my lady—comentó resignado Stark.

—Yo no he salvado a nadie, Stark—contestó molesta la de ojos morados, sentándose en una silla de las que había en la habitación.

—Sí lo hiciste, pero dime ¿da igual que te odie o que vaya a acostarse ahora mismo con otra mujer? —preguntó fríamente el de cabellos castaños.

— ¿Por qué estamos hablando de Grimmjow como si yo sintiera algo por él? No quiero perder mi tiempo hablando de un descerebrado que arruina siempre todo. Los llamé para otra cosa aquí—dijo cambiando abruptamente el tema.

— ¿Qué es lo que quieres entonces Roxanne-san? —preguntó Ulquiorra.

—Quiero saber ¿qué es lo que quisieran hacer para entrenar? Porque yo tengo una muy buena idea para hacerlo, pero les advierto que será sumamente arriesgado—aclaró la de cabellos negros.

—Mientras no sea algo que me haga hacer tanto ejercicio y tener mis siestas, entonces no hay problemas—agregó Stark, cediendo la palabra a Ulquiorra.

—Grimmjow también es parte de nuestro grupo y puede hacernos problemas.

—No te tienes por qué preocupar por la sexta. Yo haré lo que sea necesario para que se comporte de forma adecuada—contestó Roxanne levantándose de su silla.

— ¿Y qué es lo que tienes en mente my lady? —preguntó el perezoso.

—Pretendo ir a Karakura—dijo tranquilamente, sorprendiendo tanto a Stark como a Ulquiorra.

—Sí recuerdo bien, Aizen-sama dijo que había terminado la guerra.

—No es cierto. Si Aizen hace esto es solo para que volvamos a reactivarla—contestó la de cabellos negros, dejando los formalismos con el shinigami.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora