La domadora de panteras

La pantera en confusión. La sorpresa

Capítulo 47 La Pantera en confusión. La sorpresa.

Después de decir aquellas palabras, Aizen decidió que era momento de acabar con Roxanne con sus propias manos, por lo que le envió un ataque, que fue interceptado por Ulquiorra, quien había llegado atrasado a la ejecución junto con Sora, que se asustó al ver la cantidad de heridos que había.

El de ojos verdes comenzó a observar a su alrededor y sacó una deducción de todo lo que había acontecido antes de que él llegara al lugar.

—Bueno, veo que mis sospechas de que Aizen estaba vivo no estaban mal del todo—comentó el de cabellos negros, mirando a Roxanne.

—También estuve de acuerdo con esa teoría—aseguró la de ojos morados.

—Lo sé muy bien, pero creo que no nos preparamos adecuadamente para enfrentarlo—contestó el de piel nívea, ayudándola a levantarse, mientras miraba que pantera no hacía absolutamente nada. Estaba completamente absorto en sus pensamientos y ni siquiera le importaba que Roxanne estuviese en esas condiciones.

—Ya es tarde para lamentarse—agregó Stark, que estaba bastante molesto por la actitud de pantera, pero más aun con la aparición de Aizen.

—Bueno muchachos, por supuesto no voy a venir sin una sorpresa para todos ustedes—aclaró maléficamente el de cabellos castaños, haciendo aparecer a distintos personajes a su lado.

El primero fue Gin, lo que conmocionó enormemente a Matsumoto. Lamentablemente, ella sabía que Ichimaru estaría del lado de Aizen, por lo que verlo no era una noticia tan buena si lo veía desde ese punto de vista. Sin embargo, la de ojos azules estaba feliz de ver con vida al hombre que ella amaba. La segunda en aparecer fue una sorpresa impactante para todos, era nada más y nada menos que Lilinette, pero en la forma que solo le había mostrado a Stark, lo que dejó a todos completamente confundidos, ya que la muchacha de cabellos verdes parecía estar completamente poseída por Aizen, por lo que sin duda tendrían que enfrentarse a ella. Y por último estaba la misma Zero, que era un misterio para casi todos los presentes, menos para Grimmjow, que no podía creer que la muchacha estuviese con vida.

—Muy bien, veo que todos mis amigos han llegado, así que comencemos con el final de los shinigami—comentó riendo el de ojos cafés, haciendo que Lilinette fuera la primera en atacar.

Ulquiorra se puso al frente como si fuese a pelear con ella, pero Stark lo detuvo y dejó en claro que él mismo se encargaría de Lilinette, aunque eso le costara la vida, por lo que el capitán de la quinta división retrocedió para que Stark pudiese enfrentarse a Lilinette. Luego de eso, Aizen mandó a Zero para que se encargara del resto.

—Mi querida Zero, encárgate de todo—ordenó el de cabellos castaños, dándole un beso en los labios de la peliazul, haciendo que Grimmjow despertara de su trance.

—¡¡No la toques maldito bastardo!!—exclamó enojadísimo, haciendo que Roxanne quedara perpleja con aquella reacción por parte de Pantera ¿acaso ella era importante para él?

—Veo que Grimmjow aún no se da cuenta de que ya no le perteneces mi estimada Zero—dijo fuertemente Aizen, dejando como una hoja de papel a Roxanne, ante la mirada de Shuuhei, que se estaba acercando a ella para ayudarla.

— ¿Qué fue lo que dijo? —se preguntó mentalmente.

—Sí que eres malvado Aizen—comentó el de cabellos blancos.

—Solo digo que Grimmjow tiene que saber que Zero no le pertenece—aclaró mirando a la de cabellos azules, que parecía divertida con la situación.