La excusa de la pantera para tener a su domadora

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Capítulo 23. La excusa de la pantera para tener a su domadora.


—Tengo que hacer algo para entrar a esa casa sin que se note que es porque me muero de celos de que Rox este con el bastardo shinigami—pensó Grimmjow, viendo a su salvación llegar a la casa de los Kurosaki.

— ¿Por qué me miras con esa cara? —preguntó Rukia.

—Vine porque tenemos la tarea esa—comentó, sin ponerle atención a la hermana de Byakuya.

—Podemos hacerla mañana.

—La quiero hacer hoy, tengo cosas importantes que hacer mañana—aclaró el espada, entrando junto con Rukia a la casa.

— ¿Qué hacen aquí? —preguntó sorprendido el peli naranja.

—A mí no me preguntes nada, me encontré con él afuera de la casa y me dijo que quería hacer ahora el trabajo de astronomía—contestó calmadamente Rukia.

—Háganlo en otro lugar, yo traje a Roxanne para hacerlo aquí—respondió enojado el shinigami.

— ¿Roxanne dijiste? Ten más respeto por cómo te diriges a ella, shinigami—aclaró molesto el de ojos azules.

—Que yo sepa, tú la tratas de ramera y zorra. Creo que la forma que tengo de tratarla es mucho más adecuada que la tuya—respondió el hijo de Isshin.

—No compares mi relación con ella, con la que tienes tú con Rox—exigió molesto el de cabellos azules.

—Por lo que tengo entendido, ustedes no tienen nada que ver—comentó el shinigami, haciendo que Grimmjow se emputeciera.

— ¡Qué te has creído puto shinigami! Te voy a matar—aseguró la Pantera.

—Cálmate.

—¡¡Sexta!! ¿Qué demonios estás haciendo aquí? —preguntó fríamente la de ojos morados.

—Vine a hacer un trabajo al igual que tú—respondió enfadado.

—Fuera de aquí—ordenó, dándole la espalda al de ojos azules.

—No voy a irme de aquí. Ah ya entiendo, no quieres que este aquí porque quieres revolcarte con este shinigami.

—Sí, y tú me estas interrumpiendo—contestó tomando la mano de Ichigo, para luego retirarse con él hacia el cuarto del muchacho.

—No te vas a acostar con nadie mientras yo esté aquí—aseguró furioso el de cabellos azules, siendo detenido por Rukia.

—No te metas en la habitación de Ichigo—ordenó la shinigami.

— ¿Tú me vas a decir lo que tengo que hacer? —preguntó sarcásticamente y riendo como un loco.

—Tu dijiste que querías hacer la tarea, no que ibas a impedir que ellos dos tengan algo, así que vamos a la habitación de Karin y Yuzu—contestó la hermana de Byakuya, llevándose a la pantera a habitación contigua.

—Oye Roxanne.

—Lamento haberte involucrado en esta discusión tan penosa—se disculpó la joven, ya dentro de la habitación del shinigami.

— ¿De qué hablas? ¿No te da rabia como te trata ese estúpido? —cuestionó el chico, sin entender nada.

—Él no va a cambiar—aclaró la de ojos morados, como si quisiera auto convencerse de algo que ya todos sabían.

—Tienes esa cara otra vez, y de inmediato te sube la fiebre—dijo Ichigo tocando la frente de la dama.

—Es que Grimmjow siempre hace estas cosas. Se nota que soy un objeto para él.

— ¿Por qué le respondiste eso? —preguntó curioso el peli naranjo.

— ¡Porque estoy enojada y cansada de que piense que siempre estoy con hombres! —exclamó enfadada.

—Si estas cansada entonces ¿Por qué no simplemente lo dejas? Sé que eres superior a los demás espadas, tu misma lo dijiste cuando nos vimos por primera vez.

—No puedo dejarlo...jamás lo dejaría, aunque eso significase mi muerte—confesó melancólicamente la chica de cabellos negros.


Por otro lado, en la habitación del lado, Rukia ya estaba comenzando con las primeras partes del informe para tener listos los datos. Sin embargo, su compañero de tareas parecía preocupado en cualquier cosa, menos en lo que tenían que hacer.


— ¿Vas a concentrarte o no? —preguntó enojada Rukia.

—Tengo sed.

—Qué idiota. Voy a traer algo para tomar, pero quédate aquí—contestó la hermana de Byakuya, saliendo de la habitación, lo que hizo que Grimmjow fuera a ver qué pasaba en la habitación del shinigami.

—Parece tan fuerte, cuando en verdad es solo alguien que está pidiendo amor—pensó Kurosaki, mirando fijamente a la de piel nívea.

—¿Qué pasa Ichi.


El shinigami no pudo aguantar las ganas de besar a la espada y lo hizo. Desde el primer momento en que la había visto, sabía que tenía cierta conexión con la joven.

Aquel día que la vio desvalida decidió que la ayudaría poco a poco, sin importar que fueran enemigos. Para desgracia de él, Grimmjow había visto el beso que el shinigami le había dado a Roxanne y rompió inmediatamente la ventana del joven Kurosaki para detener aquel momento. Luego de hacer trizas el ventanal de Kurosaki, pantera desapareció.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora